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Demos devoción exclusiva a JehováMinisterio del Reino 1984 | febrero
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6 Por eso, la orden no es de detenerse, ¡sino de seguir adelante! ¿Estamos dispuestos a obedecerla? Jehová dijo que Su pueblo lo estaría. ¿Lo está usted? Hoy día los siervos de Jehová están trabajando afanosamente en proclamar las buenas nuevas del Reino de casa en casa y en ayudar a los nuevos y a los débiles a que hagan lo mismo. ¿Lo está haciendo usted? El pueblo celoso de Jehová no está dedicando su tiempo y dinero a construir hogares lujosos en los cuales puedan vivir de manera suntuosa y recibir a amigos para agasajarlos con placeres mundanos. ¿Lo está usted? Ellos están buscando a las “otras ovejas” dondequiera que se las pueda hallar. Y, después que hallan a una de éstas, hacen tal como el amo dijo a su discípulo: “Apacienta mis ovejitas”. ¿Va usted en busca de las ovejas y las alimenta? Se visita a estas personas repetidas veces y se conducen con ellas estudios bíblicos en el hogar, con el fin de que aprendan acerca de los buenos propósitos de Jehová, se pongan del lado de Él y se unan a la obra de recoger. (Juan 21:17.)
7 Recuerde que el cristianismo envuelve el ayudar a otras personas a ganar la vida mediante adquirir conocimiento exacto. Así que, mantengámonos ocupados; ¡SIGAMOS ADELANTE! Los informes que se reciben de diversas partes del mundo prueban que la obra está creciendo y que miles de ovejas están escuchando el mensaje y viniendo al único lugar de seguridad.
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¿Se expresa usted en las reuniones?Ministerio del Reino 1984 | febrero
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¿Se expresa usted en las reuniones?
1 Como miembros de una congregación, cada uno de nosotros está en la obligación de contribuir a la edificación espiritual de los demás. Así fue en el caso de la congregación cristiana primitiva, pues leemos: “Cuando se juntan ustedes, uno tiene un salmo, otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una lengua, otro tiene una interpretación. Efectúense todas las cosas para edificación” (1 Cor. 14:26). Hoy día, nosotros también tenemos muchas oportunidades para hablar.
2 Pero parece que muchos hermanos pasan por alto sus privilegios a este respecto. Por eso es necesario recordar continuamente el consejo de Pablo de que “tengamos firmemente asida la declaración pública de nuestra esperanza” y de que nos consideremos “unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes”. (Heb. 10:23, 24.)
3 Por supuesto, para algunos hermanos, especialmente para los nuevos en la verdad, esto exige un verdadero esfuerzo. Que ellos no piensen que no pueden decir algo que ayude a los más maduros; sí pueden. Ciertamente, si el apóstol Pablo declaró que los hermanos de Roma podían animarlo a él, un apóstol, entonces hoy día los más nuevos entre nosotros pueden tener parte en “un intercambio de estímulo” entre nosotros. (Rom. 1:11, 12.)
4 Quizás lo que más nos estimule a expresarnos, aunque seamos tímidos, sea la preparación de antemano. Debemos tener algo que decir.
5 Sí, estudie, tenga la idea clara en la mente y entonces exprésela en sus propias palabras. También debemos expresarnos en pocas palabras e ir al grano. “Porque el Dios verdadero está en los cielos pero tú estás en la tierra. Es por eso que deben resultar pocas tus palabras” (Ecl. 5:2). Especialmente en congregaciones grandes, es aconsejable que no comentemos sobre todo el párrafo, a fin de que haya tiempo y oportunidad para que otros hermanos comenten. Recuerde, algunos estudios de La Atalaya pueden tener hasta 30 preguntas que hay que contestar en 30 minutos, puesto que la mitad de la hora se utiliza en la lectura de los párrafos. Para que varios hermanos puedan comentar en algunos párrafos, los comentarios deben durar, por término medio, de 15 a 20 segundos.
6 A fin de que le ayude a comentar, ¿por qué no busca los textos bíblicos que aparecen en la información, pero que no se han citado, y los incorpora en su respuesta? Y, ¿qué hay de hacer alguna investigación para que pueda presentar textos bíblicos que presten apoyo, datos y razones que no se mencionan en la lección?
7 Trabajemos en mejorar nuestras reuniones mediante el prepararnos de antemano y entonces participar según se presente la oportunidad; por hacer que nuestros comentarios sean breves y en nuestras propias palabras, para que otros puedan entenderlos y a la vez tengan la oportunidad de hacer sus propios comentarios. Por consiguiente, trabajemos todos juntos por tener reuniones de mejor calidad.
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¿Puede usted ser precursor auxiliar en marzo y abril?Ministerio del Reino 1984 | febrero
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¿Puede usted ser precursor auxiliar en marzo y abril?
1 Sin duda muchos de ustedes contestarán sin vacilación: “Sí”, a la pregunta de arriba. Ya han hecho planes. Otros probablemente contesten: “Quizás... si todo va bien”. Otros, por su parte, quizás piensen que no les es posible ser precursores auxiliares en marzo o abril y tal vez contesten: “Me gustaría, pero no puedo”. ¿Cómo responde usted?
2 Es poco lo que se tiene que decir a los que ya han hecho planes, salvo que mantengan dichos planes ante Jehová mediante oración, para que éstos queden firmemente establecidos (Pro. 16:3). Si hasta ahora usted no está seguro de lo que va a hacer, recomendamos que considere de manera práctica sus circunstancias y aquello que quizás le ayude a emprender este servicio. Hay influencias positivas en su congregación que le pueden animar y mover a obrar. ¿Hay precursores regulares en su congregación? Pregúnteles si usted puede trabajar con ellos por uno o dos meses. Y, puesto que más de 84.000 publicadores participaron en la obra de precursor auxiliar en abril del año pasado, es muy probable que en su propia congregación usted halle a otros hermanos cuyas circunstancias sean parecidas a las de usted y que planeen servir de precursores otra vez en abril de este año. Hable con ellos. Quizás puedan ofrecerle sugerencias útiles. De ser posible, haga planes con ellos.
3 Los ancianos están sumamente interesados en ayudar a todos los publicadores a aumentar su servicio a Jehová. No tenga reparos en abordarlos para solicitar cualquier ayuda que usted pueda necesitar. Mediante considerar sus planes detenidamente y en oración y buscar la compañía de los que están en condición de animarle, puede que usted descubra que sí puede servir de precursor auxiliar durante marzo y abril. (Pro. 13:20.)
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Mejoremos nuestra aptitud docente... mediante el destacar los puntos clavesMinisterio del Reino 1984 | febrero
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Mejoremos nuestra aptitud docente... mediante el destacar los puntos claves
1 Pablo escribió a los hebreos: “Deberían ser maestros” (Heb. 5:12). Eso no es menos cierto hoy día a medida que llega a su culminación la obra docente que Jesús nos ha asignado. Un factor que nos ayudará a ser maestros más eficientes es el discernir el significado completo de la información que leemos y enseñamos a otras personas. Esto aplica tanto a toda la publicación que estudiamos como al capítulo en particular y los párrafos individuales de éste.
2 El título del libro presenta el tema principal que se considera. Cuando el maestro utiliza ese libro para enseñar debe aprender a relacionar el título de cada capítulo con el título del libro. Ayude al estudiante a ver la relación que hay entre los dos. Usualmente, el tema que se considera en un capítulo dado trata sobre un aspecto particular del tema general del libro o lo modifica. Por ejemplo, los capítulos “Cómo llevarnos bien unos con otros en amor” y “Éxito en la vida de familia... ¿cómo?” ayudan al estudiante a ver qué se requiere antes que uno pueda vivir para siempre en el Paraíso en la Tierra.
3 Los subtítulos en los artículos o capítulos ayudan a aislar los puntos claves. Cada párrafo del capítulo está relacionado de algún modo con el título del capítulo. En cada párrafo, aprenda a buscar el punto específico que esté más estrechamente relacionado con el tema del capítulo. Éste será el punto clave que usted querrá grabar en la mente de su estudiante cuando le enseñe. Note el subtítulo en la página 120 del libro Vivir para siempre y los párrafos 4 y 5 bajo éste.
4 Al enseñar con la ayuda de una publicación que tiene preguntas impresas, habrá notado que, por lo general, la respuesta se halla en una frase sencilla y a veces en una sola palabra. Enseñe al estudiante a que se limite a subrayar solamente esa palabra o frase. Hay varias ventajas en esto. Él puede ver la respuesta inmediatamente sin tener que volver a leer la mayor parte del párrafo. Lo anima a expresar las respuestas en sus propias palabras, más bien que leerlas de porciones largas que haya subrayado. Mediante fijarse en las pocas palabras que tiene subrayadas, puede rápidamente formularse un bosquejo mental de la información.
5 El valerse de las letras en bastardillas, que hacen resaltar las palabras y frases claves en cierto párrafo o ciertas porciones claves de los textos bíblicos, es de valor particular para el maestro y el estudiante. Asegúrese de que su estudiante entienda la aplicación que se hace de la información en letras bastardillas. Esto le será útil cuando tenga que explicar sus creencias a otras personas.
6 Estas ideas elementales que tratan sobre los puntos claves aplican sea que uno esté enseñando como conductor del Estudio de La Atalaya, como conductor del Estudio de Libro o en un estudio bíblico en el hogar, así como cuando esté enseñando a los niños. Jesús dijo que debemos ‘hacer discípulos, enseñándoles’ (Mat. 28:19, 20). El que aprendamos a destacar los puntos claves nos ayudará a cumplir con esa comisión.
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