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“Siento haberme tardado tanto”¡Despertad! 1970 | 8 de noviembre
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amigos y los parientes? ¿Qué hay en cuanto a enviar una tarjeta-carta o una tarjeta postal ilustrada? Hasta se podría enviar solo una nota breve. No hay que escribir una carta larguísima. De hecho, las cartas demasiado largas pueden ser cansosas, especialmente si la gente a quien uno escribe también está ocupada. El libro Along the Road lo expresa así:
“Hay muchas personas que casi nunca escriben a los viejos amigos, porque creen que si alguna vez escriben tienen que escribir extensamente. Pero ése es un gran error; y por este indolente retenerse se rompen muchos vínculos buenos. Lo que importa es la carta, no la longitud ni la calidad literaria de la carta. Y es lastimoso pensar que unas cuantas palabras escritas de prisa en una hoja de papel tres o cuatro veces al año podrían salvar una buena amistad que estuviera pereciendo con indiferencia por no ser nutrida.”
No, no hay necesidad de esperar hasta que usted tenga suficiente materia para llenar una carta larga. De hecho, bien puede ser que la persona que esté esperando su carta se interese principalmente en saber que le va bien a usted, física y espiritualmente. Por eso, ¿por qué no dárselo a saber pronto? Y, sin falta, exprese su interés en saber cómo le va a ella.
Las amistades son preciosas. Los amigos están deseosos de saber los acontecimientos y desenvolvimientos que les afectan y comunicárselos unos a otros. Los hijos y los padres tienen un vínculo estrecho. Los jóvenes que están lejos de casa ciertamente deben desear saber cómo les va a sus padres. Y los padres pueden escribir buen consejo a la generación más joven.
Puede disfrutarse de escribir
El escribir no tiene que ser un fastidio ni una dura faena. Uno puede anotar en un bloc de papel de vez en cuando las cosas que quiere incluir en su siguiente carta. Quizás usted tenga algún relato chistoso que contar o alguna experiencia. Las experiencias que le producen placer a usted también les gustarán a otros. Resuelva, también, que su carta sea algo que anime.
Y usted siempre puede hablar de cosas que recuerda. Eso estrecha más la amistad. Si usted escribe a sus padres, sería excelente darles a saber que usted no ha olvidado los muchos detalles interesantes de la vida en el hogar... aquella planta que estaba en la sala, de la cual mamá estaba tan orgullosa, o aquel cerezo en flor que se veía desde la ventana de la cocina. ¿Está trabajando papá todavía en aquel proyecto del sótano? ¿Le toca ahora al hermano menor hacer los trabajos de la casa? El que usted pregunte muestra su interés.
Sí, una carta puede avivar el día de otra persona, así como aviva el de usted. Siempre que se incline a postergar el escribir cartas por demasiado tiempo, simplemente piense en todo el bien que puede efectuar su breve misiva. Trate de evitar el tener que comenzar sus cartas con “Siento haberme tardado tanto.” En vez de eso, ¡escriba pronto!
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Las cebollas y los coágulos¡Despertad! 1970 | 8 de noviembre
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Las cebollas y los coágulos
● La revista Time del 28 de marzo de 1969, informó acerca de un beneficio excepcional que se obtiene de comer cebollas. Un médico birmano que hizo unas pruebas con veintidós pacientes descubrió que la humilde cebolla contiene algo que obra contra los coágulos. Descubrió que cuando catorce pacientes desayunaron con alimentos que contenían más de tres onzas de grasa, la protección que lleva su sangre contra la coagulación descendía rápidamente. Otro día, cuando recibieron el mismo desayuno con dos onzas añadidas de cebollas fritas, sus niveles de factores anticoagulantes aumentaron en vez de disminuir. Esto sucedió a pesar de la grasa adicional que se usó al freír. Las pruebas que se efectuaron con los otros ocho pacientes se llevaron a cabo con cebollas hervidas y los resultados fueron muy semejantes.
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