Ponderando las noticias
¿Un peligro al Estado?
● En un informe especial sobre los testigos de Jehová en África, Ernie Regehr escribe en “The Christian Century”: “Los testigos de Jehová, universalmente alabados como ciudadanos que trabajan con tesón y son moralmente rectos, repetidas veces han incurrido en el desagrado de los gobiernos al negarse a participar en expresiones simbólicas de lealtad nacional y, en los casos de algunos estados de un solo partido, al negarse a ingresar en el partido político que rige.”
¿Consideran algunos líderes que los Testigos son un peligro al Estado porque estos cristianos mantienen estricta neutralidad tocante a asuntos políticos? Si así fuese, dichos líderes no podrían tolerar a Jesucristo, quien dijo: “Mi reino no es parte de este mundo.” (Juan 18:36) Aclarando la posición neutral de sus seguidores, Jesús dijo: “Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.”—Juan 17:16.
No hay razón para que hombres en puestos encumbrados teman que los testigos de Jehová constituyan un peligro al Estado. Estos cristianos neutrales tienen respeto apropiado a las “autoridades superiores” gubernamentales. (Rom. 13:1-7) En vez de perseguirlos, ¿no harían bien los hombres de autoridad en mostrar aprecio por las elevadas normas morales que estos cristianos sostienen?
Respecto a esto, el periodista Regehr cita comentarios que se publicaron en un editorial del “Mirror” de Zambia. Significativamente, ese periódico dijo: “Muchos de los que, contrario a nuestra constitución, los persiguen [a los Testigos] por acatar sus creencias religiosas, serían ciudadanos más útiles si siguieran el ejemplo de la vida moral de esa secta.”
¿Qué hay del futuro?
● “Un examen a la última cuarta parte de este siglo” es el título de un mensaje que expidieron recientemente veinte peritos de diversos campos que se reunieron bajo el patrocinio de la Fundación Charles F. Kettering y el Instituto Wright-Ingraham. Llegaron a esta conclusión: “Es probable que el hambre, el desasosiego social y posiblemente el caos político no estén muy lejos. . . . Para el año 2000 los problemas de la producción, almacenamiento, transportación y distribución de los alimentos harán que los problemas de hoy parezcan un juego de niños.”
El hombre mismo jamás puede resolver esos problemas, pues “no le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.” (Jer. 10:23) Solo Dios acabará con el desasosiego social, asegurará alimento adecuado y removerá las demás dificultades del hombre. Pronto Jehová ‘hará un banquete para todos los pueblos’ y bendecirá abundantemente a las personas piadosas. (Isa. 25:6-8; Rev. 21:4) Con esas agradables expectativas en mira, sabiamente los que aprecian las cosas siguen un proceder de depender del Creador, como lo hizo David, que oró así a Dios: “Deja que mis pasos se asgan de tus senderos trillados, en los cuales ciertamente no se les hará tambalear a los pasos de mis pies.”—Sal. 17:5.
Sabiduría en pequeño
● Lo que se cree que es “el primer caso [observado] de uso de herramientas en un insecto social” se informa en un número reciente de la revista “Science.” Se observó que hormigas comunes del bosque usan pedazos de hojas, trozos de lodo seco y granos de arena para transportar mucho más alimento suave o líquido del que podrían llevar de otra manera, de modo muy semejante a como una persona que va de compras usa un carrito.
Cuando investigadores de la Universidad de Maryland pusieron como carnada pequeñas porciones de jalea, las hormigas que se juntaban se iban después de unos segundos y después regresaban para colocar pedazos de hojas sobre la jalea. Otras hormigas se encargaban de los fragmentos hasta por una hora, y ajustaban su posición para cubrir de jalea estos fragmentos. Entonces las hormigas regresaban a la colonia con las hojas revestidas y allí se consumía la jalea.
Sin esas “herramientas,” las hormigas tienen que llevar los alimentos suaves o líquidos a la colonia entre sus mandíbulas, o almacenarlos internamente y regurgitarlos en el nido para alimentar a otras. Pero los experimentadores descubrieron que las hormigas que usaban las “herramientas” podían llevar a la colonia diez veces la cantidad que llevaban las otras. Verdaderamente, las hormigas merecen que se les clasifique entre las “cuatro cosas que son las más pequeñas de la tierra, pero . . . instintivamente sabias: las hormigas son un pueblo no fuerte, y no obstante en el verano preparan su alimento.”—Pro. 30:24.
“Un revólver cargado”
● “Al público norteamericano se le advierte continuamente acerca de los peligros de manejar en estado de embriaguez, fumar, el cáncer, los narcóticos, etc.,” hace notar “Oasis,” una revista que se publica para los empleados de la Administración de Seguridad Social de los EE. UU. “Pero,” continúa, “¿ha visto usted alguna vez una advertencia que trate de las transfusiones de sangre? Hay amplia información disponible sobre los peligros de las transfusiones . . . en publicaciones médicas y otras por el estilo, pero muy pocas advertencias, si algunas. Es verdad que posiblemente no toda transfusión resulte en una reacción o enfermedad, pero, como declaró sobre este tema cierto autor: ‘es como jugar a la ruleta rusa líquida.’ No todo conductor ebrio causa una muerte o accidente, no todo el que fuma desarrolla cáncer pulmonar, . . . no todo revólver cargado mata, y sin embargo se nos dan advertencias acerca de los peligros posibles. . . . como el jefe médico de Sanidad advierte acerca del fumar, todo el que administra una transfusión de sangre debería advertir a los participantes que las transfusiones son peligrosas para su salud, tan peligrosas como un revólver cargado.”
El artículo menciona que “los testigos de Jehová, una organización religiosa, repetidas veces han rehusado aceptar transfusiones, basándose en principios bíblicos (Génesis 9:3-4; Levítico 3:17; Hechos 15:28, 29) y muy obviamente en otras razones también.”