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¿Es usted maduro?La Atalaya 1961 | 15 de diciembre
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Si el afecto es importante a la madurez física y mental, es más importante aun para la madurez emocional. De hecho, pudiera decirse que los niños no llegan a la madurez emocional a menos que se críen en un clima de amor. Además, a los niños debe enseñárseles a exhibir amor ellos mismos, a pensar en otros. Deben ser entrenados en los principios de justicia y rectitud, deben aprender a someterse a autoridad y a apreciar que todas las libertades son relativas. Donde los padres han descuidado estos rasgos el individuo puede llevarse él mismo a la madurez espiritual mediante la aplicación de principios bíblicos y la ayuda del espíritu de Dios y otras ayudas divinamente suministradas. Además de los mandamientos claros y explícitos de la Palabra de Dios concerniente a lo que se requiere de nosotros de amarnos a nosotros mismos y amar a nuestro prójimo, la Biblia también contiene muchos ejemplos magníficos que podemos seguir y muchos ejemplos que amonestan en cuanto a cosas que han de evitarse, todo lo cual es conducente a nuestro logro de la madurez emocional.
La madurez emocional también incluye un ajuste sexual satisfactorio. La persona emocionalmente madura no está frustrada, esté casada o soltera. Si el individuo es soltero, permanece casto, huyendo de la fornicación. Si la persona está casada, limita su interés sexual a su propio cónyuge, su propia carne.—1 Cor. 6:18; Pro. 5:15.
La persona emocionalmente madura puede ejercer dominio propio prescindiendo de las circunstancias. No pierde la paciencia ni sucumbe a la pasión bajo tentación. Nuevamente aquí no tenemos mejor ayuda que la Palabra de Dios con sus mandamientos expresos, razones y ejemplos para fortalecernos de modo que ejerzamos dominio propio.
MADUREZ ESPIRITUAL
La madurez espiritual es la más importante de todas, pues implica no solamente nuestra vida presente sino también nuestro destino futuro. (1 Tim. 4:8) La cristiandad da poca o ninguna consideración a la madurez espiritual o religiosa. Esa es la razón por la cual el aumento en el número de miembros de las iglesias no ha hecho impacto en el tono moral de la sociedad. El miembro de término medio de la iglesia no puede dar razón alguna por sus creencias, y su conducta no difiere de la de los que no concurren a las iglesias.
Pero el cristianismo verdadero se preocupa por la madurez espiritual, pues es obligatoria para poder retener la integridad. Por eso es que las escrituras continúan dando énfasis a su importancia y necesidad: “¡Manténganse despiertos, estén firmes en la fe, pórtense como hombres, háganse fuertes!” “Lleguen a estar plenamente desarrollados en poderes de entendimiento.” “Pasemos adelante a la madurez.” El propósito mismo de Dios al suministrar apóstoles, profetas, pastores y maestros es que los cristianos “todos lleguemos a la unidad en la fe y en el conocimiento acertado del Hijo de Dios, a un hombre ya crecido, a la medida de crecimiento que pertenece a la plenitud del Cristo; a fin de que ya no seamos niños.”—1 Cor. 16:13; 14:20; Heb. 6:1; Efe. 4:11-14.
¿De qué maneras se distingue un cristiano maduro de uno que no lo es? El cristiano inmaturo lee la Biblia y las ayudas para el estudio bíblico solamente cuando halla tiempo para hacerlo, y rara vez halla ese tiempo. El cristiano maduro no está contento con meramente leerlas sino que las estudia para hacer suya la información y poder explicarla claramente a otros. Aparta tiempo para el estudio.—2 Tim. 2:15.
El cristiano inmaturo permite que el mal tiempo se interponga en cuanto a su concurrencia a las reuniones de la congregación cristiana, llega tarde y no está preparado para participar, y parte inmediatamente después. El cristiano maduro se prepara por adelantado, concurre regularmente sin consideración del tiempo, participa activamente en la reunión y se queda un rato después para asociarse con otros y estimularlos.—Heb. 10:23-25.
El cristiano inmaturo predica espasmódicamente y se contenta con hablar y colocar literatura. El cristiano maduro sirve regularmente en todas las fases del ministerio, es diestro en la enseñanza, hace revisitas y logra resultados. Más que eso, ayuda a entrenar a otros en el ministerio.—Rom. 15:1-3.
El cristiano inmaturo se ofende fácilmente, y está propenso a contemporizar, a ceder a la tentación, a mostrar temor al hombre e ir a extremos. El cristiano maduro perdona, manifiesta el fruto del espíritu, es fuerte y mantiene el equilibrio evitando los extremos. Lejos de permitir que las influencias externas lo gobiernen, se guía por principios. Continúa buscando primeramente el reino de Dios y deja que sus intereses dominen su vida, sus asuntos familiares, su ocupación seglar y su recreación. Mantiene todo en su lugar; no permite que su trabajo seglar le arrastre, ni tampoco que su entretenimiento llegue a ser una manía dominante. No está tan ocupado predicando a otros que se descuide a sí mismo y descuide su familia. La persona madura tiene devoción piadosa con autosuficiencia y piensa en otros y no solamente en sí mismo. Según este criterio, ¿es usted maduro? Sin duda usted es maduro en algunos sentidos y no en otros. Procure diligentemente adquirir la madurez de que carece.—1 Tim. 6:6; 1 Ped. 1:13.
AYUDAS A LA MADUREZ ESPIRITUAL
El factor aislado más importante para lograr y también mantener la madurez espiritual es la intensidad de la devoción. Al grado que nuestra devoción sea realmente intensa nos asiremos de las múltiples ayudas que Dios nos ha brindado para ayudarnos a alcanzar la madurez: su Palabra, su organización visible, su espíritu santo o fuerza activa y la oración. En otras palabras, siempre estaremos profundamente conscientes de nuestra necesidad espiritual.—Mat. 5:3.
Entre los elementos más esenciales para llegar a la madurez espiritual está el alimento espiritual, y esto significa estudiar la Biblia y las ayudas que Dios ha brindado para permitirnos entenderla debidamente. Hay tanto que leer y tanto que estudiar, hay tantas reuniones para las cuales prepararnos y a los cuales concurrir, que no tenemos tiempo ni energía para cosas sin valor. El leer la alta crítica o crítica textual es como mordisquear veneno. Tal curiosidad morbosa puede ocasionar nuestra muerte, espiritual y al fin física. La lectura de novelas es como alimentarse de productos de pastelería o confites. Quizás sea agradable, pero se necesita el buen alimento espiritual para la salud espiritual.—Mat. 4:4.
También es imperativa la asociación con el pueblo organizado de Dios para la madurez espiritual, por varias razones. La organización de Dios nos suministra el alimento espiritual sin el cual no podríamos madurar espiritualmente. También nos brinda cuidado amoroso y el afecto como de madre, que como cristianos necesitamos para medrar, y hace esto mediante las varias reuniones de congregación y las grandes asambleas. Nos suministra oportunidades para el ejercicio espiritual, la predicación de las buenas nuevas del reino de Dios, y también nos entrena para esta actividad. Aquí en especial mostramos que somos cristianos maduros. El cristiano maduro está capacitado para estar firme, estando completamente vestido con la armadura de Dios y siendo diestro en blandir la espada del espíritu, la Palabra de Dios. Presta atención al mandamiento del apóstol: “Predica la palabra, hazlo urgentemente en tiempo favorable, en tiempo dificultoso.”—Efe. 6:14-17; 2 Tim. 4:2.
Y finalmente, para la madurez espiritual necesitamos tanto el espíritu de Dios como también mantenernos en comunicación con Dios mediante la oración, pues ambas cosas están relacionadas. Obtenemos el espíritu de Dios mediante el estudio de su Palabra, la asociación con su organización, la actividad en su servicio y pidiéndoselo en oración. En cuanto a la oración, nos mantiene en comunicación con Dios, nos limpia de un sentido de culpabilidad y nos da consuelo y esperanza.
No debería pasarse por alto el hecho de que puede perderse la madurez espiritual si no continuamos creciendo espiritualmente. Para mantener nuestra madurez espiritual debemos continuar usando fielmente todas las ayudas que Dios ha suministrado y que nos hayan permitido lograr la madurez espiritual en primer término.
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Índice de textos bíblicos explicados, 1961La Atalaya 1961 | 15 de diciembre
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Índice de textos bíblicos explicados, 1961
GÉNESIS
ÉXODO
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1 CRÓNICAS
2 CRÓNICAS
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JOB
SALMOS
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