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‘El pequeño ha llegado a ser mil’ en ItaliaLa Atalaya 1984 | 15 de febrero
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de 30 años en Italia. También estuvieron presentes los miembros de la familia Betel, algunos de los cuales han servido por más de 35 años en la sucursal.
En la apertura de su discurso de dedicación, el hermano Henschel citó la declaración: “El pequeño mismo llegará a ser mil”. Esas palabras trajeron recuerdos especiales a la memoria de los que llevaban muchos años como testigos de Jehová. Pero también produjeron en todos los presentes un sentimiento de gratitud sincera a Jehová Dios, quien, de hecho, lo ha ‘acelerado a su propio tiempo’. (Isaías 60:22.)
Expansión adicional
Aunque “el pequeño” en Italia ya ha ‘llegado a ser mil’, es patente que los testigos de Jehová todavía tienen mucho trabajo que hacer allí. Por contar con los nuevos y ampliados edificios de la sucursal, se sienten bien equipados para la obra que hay por delante. Esperan confiadamente en que Jehová dé el aumento.
En efecto, Jehová ha seguido dando aumento. En marzo del año pasado un total de 233.042 personas —más del doble de la cantidad de publicadores del Reino que hay en Italia— asistieron a la Conmemoración de la muerte de Jesucristo. Los hermanos están alegres de haber tenido el privilegio de ayudar a progresar en sentido espiritual a estas personas que tienen interés en la Biblia. Muchas de ellas han respondido favorablemente a la verdad. En mayo de 1983 se alcanzó un nuevo máximo de 105.463 personas que participaron en la proclamación de las buenas nuevas del Reino en el campo italiano.
A los testigos de Jehová de Italia les parece que Dios verdaderamente ha hecho que “toda su bondad inmerecida abunde para con” ellos. Además de los aumentos numéricos, han disfrutado de abundantes riquezas espirituales. Agradecen la generosidad de Jehová, y están resueltos a seguir sembrando de modo mucho más abundante en los años por venir. (2 Corintios 9:8-10.)
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‘Dios la hace crecer’La Atalaya 1984 | 15 de febrero
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‘Dios la hace crecer’
Un agricultor pudiera sembrar una semilla, regarla y cultivarla, pero tiene que esperar pacientemente a que Dios la haga crecer hasta llegar a la madurez. Lo mismo sucede con los ministros cristianos. Como dijo el apóstol Pablo: “Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndolo crecer” (1 Corintios 3:6). Aunque pudiéramos proclamar las “buenas nuevas” y enseñar la Palabra de Dios a las personas que tienen interés en ella, Dios es quien hace que la “semilla”, o palabra sembrada, llegue al pleno crecimiento cristiano, tal como lo ilustra la siguiente experiencia. (Mateo 24:14; Lucas 8:11-15.)
“En 1953 comencé a estudiar la Biblia con Mable y su madre. Celebramos tres estudios. Pero el esposo de Mable estaba tan opuesto al estudio bíblico que vendió la casa y se mudó a otro lugar con su familia. Ella tenía tanto amor a la Biblia que a menudo me preguntaba qué había sucedido con ella.
El mes pasado recibí esta carta, la cual me ayudó a darme cuenta de que Jehová es quien hace crecer la ‘semilla’.
’Querida Virginia:
Por fin somos hermanas, después de todos estos años. Espero que no hayas pensado que había dejado definitivamente la verdad. Simplemente se requirieron todos esos años y, finalmente, el espíritu de Jehová para fortalecerme lo suficiente como para adoptar una actitud firme.
Muchas veces he pensado en las “semillas” que sembraste hace muchos años, y solo quería que supieras que finalmente lo logré.’”
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