¿En qué basar la esperanza?
CON desesperación la gente espera que las cosas mejoren en el mundo, pero se pregunta si jamás se realizará. En este mundo inestable, casi todos anhelan una vida más estable, más feliz.
Las fluctuaciones en el valor del dinero a menudo han destruído en asunto de días los caudales que hombres invirtieron la vida en acumular. ¡No fué esperanza firme el dinero en Alemania en 1923, cuando un millón de millones de marcos bajaron al valor de un solo marco! Y aun en los E.E. U.U. el dinero no tiene hoy día el valor que tenía hace unos cuantos años. La cantidad que antes bastaba para comprar un automóvil ahora alcanza por poco más que el pago inicial. El dinero que hace unos años se pagaba por un traje completo apenas paga por los pantalones. La inflación y deflación hacen que el dinero no sirva como base para esperanza.
Además, pueden ser causas de perder el dinero las guerras, robos, mala administración y muchas otras cosas. Así, aunque el dinero es una defensa, no sirve como base para la esperanza verdadera.
Otras personas confían en que un programa de desarme introduzca un futuro más brillante y vida más feliz. Pero, ¿en qué basan dicha esperanza? En absolutamente nada. Las mismas naciones que actualmente están en conferencias de desarme son las que están listas para guerra. Su economía es economía de guerra. Lo principal de sus recursos se usa para armas, no para el desarme. Esto no presenta ninguna perspectiva esperanzada a los que esperan ver un futuro más brillante provenir de los programas de los hombres.
Otros esperan vivir largo tiempo. Basan su esperanza en los descubrimientos de científicos que hacen grandiosas promesas acerca de la longevidad. Pero estos mismos hombres mueren.
Los cristianos también esperan tener paz y vida eterna. ¿En qué basan ellos su esperanza? En Jehová, el inmortal Dador de vida. Él les garantiza la vida mediante fe en Jesucristo. Pablo declaró: “El don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor.” Esta promesa de seguro se cumplirá, porque Jehová es el Dios Todopoderoso cuya palabra no vuelve a él sin fruto. Sus promesas tienen la garantía de que tendrán buen éxito. Jesús basó su esperanza en Jehová y consiguió la vida eterna. Base usted su esperanza en el “Dios que da esperanza” y usted no sufrirá desilusión tampoco.—Rom. 6:23; 15:13; Isa. 55:11.