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  • “Pórtense como hombres”
    La Atalaya 1983 | 1 de abril
    • “Pórtense como hombres”

      “Manténganse despiertos, estén firmes en la fe, pórtense como hombres, háganse poderosos.” (1 Corintios 16:13.)

      1. ¿A qué estaba refiriéndose Pilato cuando dijo de Jesús: “¡Miren! ¡El hombre!”?

      “¡MIREN! ¡EL HOMBRE!” Con estas palabras históricas el gobernador romano Poncio Pilato presentó a la muchedumbre de judíos hostiles, reunida delante de su palacio en Jerusalén, el hombre más famoso de toda la historia humana. Este era el judío llamado Jesucristo, a quien en aquella ocasión se le había ataviado de una prenda de vestir púrpura propia de la realeza y se le había puesto una corona de espinas sobre la cabeza, todo esto para mofarse de su afirmación de que era el prometido Rey Mesiánico (Juan 19:5-15). Sin embargo, mediante las palabras “¡Miren! ¡El hombre!” Pilato estaba refiriéndose a Jesús como la figura más sobresaliente de entre toda la humanidad, alguien que no merecía ser rechazado.

      2. ¿Mediante cuál hombre recibirán una resurrección de entre los muertos los difuntos humanos, y qué sacrificio sirve de base para ello?

      2 El apóstol Pablo se refirió a este hombre, que era el equivalente del hombre perfecto Adán en el día en que éste fue creado, cuando escribió las siguientes palabras que se registran en 1 Corintios 15:21: “Pues dado que la muerte es por medio de un hombre [el anthropos Adán], la resurrección de los muertos también es por medio de un hombre [el anthropos Jesucristo]”. El apóstol Pablo tenía presente al mismo hombre cuando habló a los miembros del tribunal ateniense del Areópago, o la colina de Marte, y dijo: “Cierto, Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia, sin embargo ahora le está diciendo a la humanidad [literalmente, los hombres] que todos en todas partes se arrepientan. Porque ha fijado un día en que se propone juzgar a la tierra habitada con justicia por un varón a quien él ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres la garantía con haberlo resucitado de entre los muertos” (Hechos 17:30, 31). Por medio de sacrificar su vida humana perfecta a favor de toda la humanidad, este resucitado Jesús podía presentar un rescate por toda la humanidad para que hasta los humanos difuntos pudieran recibir una resurrección de entre los muertos y la oportunidad de alcanzar vida eterna en una Tierra paradisíaca bajo su Reino milenario.

      3. ¿De qué sacrificio de un rescate correspondiente tenía que darse testimonio al tiempo particular, y por qué es ahora el tiempo más apropiado para este testimonio?

      3 En armonía con ese feliz hecho, el apóstol Pablo escribió a su colaborador Timoteo y le dijo: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, un hombre, Cristo Jesús, que se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos... de esto ha de darse testimonio a sus propios tiempos particulares” (1 Timoteo 2:5, 6). Y ahora, hoy día, durante su presencia como Rey reinante en su trono celestial a la diestra de Dios, es un tiempo muy apropiado para que se dé tal testimonio a toda la humanidad.

      4. Cuando Pilato presentó a Jesús a la muchedumbre, ¿qué diferencia había entre la apariencia de éste entonces y la que desplegó el día de su entrada en Jerusalén, y por qué debe haber quedado impresionado Pilato?

      4 No obstante, remontémonos ahora a aquel día memorable de la Pascua del año 33 E.C., cuando el gobernador romano de Judea, Poncio Pilato, presentó el flagelado y humillado Jesús a aquella muchedumbre malintencionada reunida enfrente de su palacio, y exclamó: “¡Miren! ¡El hombre!”. ¡Jesús sin duda fue verdaderamente un espectáculo en aquella ocasión! Tenía una apariencia muy diferente de la que había desplegado antes en aquella mismísima semana. Esto fue cuando hizo una entrada triunfal en Jerusalén como un rey electo en camino de su coronación en la ciudad capital. Esto fue un cumplimiento en pequeña escala de la profecía de Zacarías 9:9, donde leemos: “Ponte muy gozosa, oh hija de Sión. Grita en triunfo, oh hija de Jerusalén. ¡Mira! Tu rey mismo viene a ti. Es justo, sí, salvado; humilde, y cabalga sobre un asno, aun sobre un animal plenamente desarrollado hijo de un asna” (Mateo 21:1-9; Juan 12:12-16). Más tarde, el día de la Pascua, ¡qué despliegue magistral de cualidades varoniles tuvo que hacer Jesús al aguantar todo el maltrato y los insultos sin protestar, en completa sumisión a la voluntad del Dios Altísimo, su Padre celestial! ¿Cómo podía el gobernador Pilato quedar menos que profundamente impresionado por la hombría enérgica e impávida de este judío en quien tenía puesto los ojos entonces todo el universo?

      5, 6. a) ¿Por qué es Jesucristo un ejemplo perfecto en cuanto al proceder que deben seguir los que aman la vida en un paraíso? b) Según la descripción de Pablo, ¿qué efecto diferente ha tenido en la humanidad el derrotero de Adán y el de Jesucristo?

      5 Todos los que aman la prometida vida en un estado de perfección humana en una Tierra paradisíaca en el futuro cercano tienen, en aquel varonil ser humano, un ejemplo que vale la pena imitar, uno que no deben perder de vista. Al igual que el primer hombre, Adán, cuando su Creador lo puso en el jardín de Edén, el adulto Jesús era un ser humano perfecto. Pero Jesús no echó a perder la imagen de Dios en la que se le había puesto en la Tierra; nunca desfiguró la semejanza a Dios del hombre, según la cual se le había criado como hombre (Génesis 1:26, 27). Por lo tanto, ¡qué diferencia hay entre el efecto que ha tenido en toda la humanidad el derrotero desobediente de Adán y el derrotero sumiso y leal de Jesucristo!

      6 El apóstol Pablo declaró brevemente esto cuando escribió a la congregación cristiana de la ciudad altamente intelectual de Corinto, Grecia, las siguientes palabras: “Porque así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su propia categoría: Cristo las primicias, después los que pertenecen al Cristo durante su presencia” (1 Corintios 15:22, 23). Por eso Dios no dejó muerto a su Hijo fiel. En armonía con su propia promesa inquebrantable, Dios lo levantó de entre los muertos al tercer día, el primero en ser levantado de entre los muertos y recibir vida eterna. Mediante la resurrección Dios volvió a colocar a su Hijo obediente en el lugar que había ocupado con El anteriormente, en los cielos invisibles. Esto ha hecho posible la restitución de los difuntos humanos a la vida en la Tierra, con la oportunidad de ser elevados gradualmente a la vida humana perfecta en una tierra paradisíaca, durante el Reinado invisible de Jesucristo sobre su dominio terrestre por mil años.

      7. ¿Por qué ya no es un ser humano perfecto Jesucristo, y sin embargo, qué podrá devolver a los descendientes de Adán y Eva?

      7 Su “presencia” invisible pero perceptible como Rey sobre la humanidad redimida ciertamente se hará sentir. Jesucristo es de nuevo una criatura espiritual, pero ahora es eterno, inmortal. El apóstol Pablo pone de relieve este hecho cuando pasa a decir a la congregación corintia: “Si hay cuerpo físico, también lo hay espiritual. Así también está escrito: ‘El primer hombre Adán vino a ser alma viviente’. El último Adán vino a ser un espíritu dador de vida” (1 Corintios 15:44, 45; Génesis 1:26, 27; 2:7). Puesto que ya no es una criatura humana de carne y sangre, sino que ahora es un espíritu poderoso en el cielo, el glorificado Jesucristo podrá devolver la vida en perfección humana a los descendientes de Adán y Eva, por cuanto dio su vida humana perfecta como hombre a favor de la familia humana.

      El hombre como quien portarse

      8. Jesucristo es un ejemplo digno de que lo imiten los que procuran alcanzar ¿qué?, y ¿sobre qué base podía decir Pablo a los miembros de la congregación de Corinto que fueran imitadores de él?

      8 Como ejemplo perfecto durante su estancia en la Tierra, Jesucristo es digno de que lo imiten hoy todos los que procuran alcanzar vida eterna, sea como asociados celestiales de él en el Reino, o como hijos e hijas humanos perfectos de él en la tierra paradisíaca. Por eso, en la correspondencia perfecta de las cosas, el apóstol Pablo pudo escribir a los seguidores de Cristo de la antigua Corinto y decirles: “Eviten el hacerse causas de tropiezo tanto a judíos como a griegos y a la congregación de Dios, así como yo estoy agradando a toda la gente en todas las cosas, no buscando mi propia ventaja, sino la de los muchos, para que sean salvados. Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo”. (1 Corintios 10:32–11:1.)

      9. ¿De qué nombre se deriva el verbo griego que se traduce “pórtense como hombres” en 1 Corintios 16:13, y qué diferencia establece este nombre?

      9 Esas palabras nos ayudan a considerar desde el punto de vista correcto otra exhortación de Pablo que se halla entre las palabras de conclusión que escribió a la congregación de Corinto, Grecia: “Manténganse despiertos, estén firmes en la fe, pórtense como hombres, háganse poderosos” (1 Corintios 16:13). Aquí la palabra griega que se traduce “pórtense como hombres” es un verbo que se deriva del nombre aner en el caso genitivo, a saber, andros. Este sustantivo griego significa hombre, varón, a diferencia de mujer, hembra. Por ejemplo, Mateo 14:21 dice: “Sin embargo, los que comieron fueron unos cinco mil varones, además de mujeres y niñitos”. (Vea también Mateo 15:38; Marcos 6:44; Juan 6:10.) En Jerusalén se presentó la queja de que el apóstol Pedro “había entrado en casa de varones que no eran circuncisos y había comido con ellos” (Hechos 11:3). En 1 Corintios 11:3 leemos: “La cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez la cabeza de la mujer es el varón; a su vez la cabeza del Cristo es Dios”.

      10. En Hechos 17:31, ¿qué nombre griego empleó Pablo al señalar a aquel por medio de quien Dios se propuso juzgar a la tierra habitada?

      10 A los miembros del tribunal del Areópago de la antigua Atenas, Grecia, el apóstol Pablo dijo lo siguiente respecto a Jesucristo: “[Dios] ha fijado un día en que se propone juzgar a la tierra habitada con justicia por un varón [aner] a quien él ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres [pasin, en griego] la garantía con haberlo resucitado de entre los muertos”. (Hechos 17:31.)

      11. En Hechos 14:15, ¿cómo muestra el texto griego la diferencia entre una persona del sexo masculino y un simple ser humano?

      11 En Hechos 14:15 leemos acerca de la ocasión en que Pablo y Bernabé estaban clamando: “Varones [andres, en griego], ¿por qué hacen estas cosas? Nosotros también somos humanos [anthropoi, en griego] que tenemos sufrimientos igual que ustedes”. Así podemos ver cómo el texto griego establece una diferencia entre una persona del sexo masculino y un simple ser humano.

      12. a) ¿En qué sentido habían de portarse “como hombres” las hermanas de la congregación corintia, y cómo vierten esa porción otras traducciones hispanas? b) ¿Cuántas veces aparece el verbo griego andrizo en las Escrituras Griegas Cristianas, pero cuántas veces aparece en la Versión de los Setenta griega?

      12 Al escribir las palabras de 1 Corintios 16:13: “Pórtense como hombres” (andrizo), Pablo se dirigió a todos los miembros de la congregación, tanto a las hermanas como a los hermanos. De modo que hasta las hermanas habían de obrar de modo varonil, es decir, con valor cristiano, a imitación de Jesucristo, el Cabeza de la congregación cristiana. En el texto original de las Escrituras Griegas Cristianas el verbo andrizo aparece solo una vez, a saber, en 1 Corintios 16:13, donde la Traducción del Nuevo Mundo lo vierte “pórtense como hombres”. La Versión Valera [1977] dice: “Portaos varonilmente”. La Versión de E. M. Nieto [1980]: “Obrad varonilmente”. La Versión Levoratti-Trusso: “Compórtense varonilmente”. Sin embargo, en el texto griego de la Versión de los Setenta, en griego, el verbo andrizo aparece veintiuna veces.

      13. ¿Cómo se vierte el verbo griego en Deuteronomio 31:6, 7, 23, según la traducción de la Versión de los Setenta de Charles Thomson?

      13 Por ejemplo, en Deuteronomio 31:6, 7, 23, según se vertería al español la traducción al inglés de Charles Thomson, leemos: “Obrad varonilmente, y sed fuertes; [...] Luego Moisés llamó a Josué, y le dijo delante de todo Israel: Ten ánimo, y sé fuerte; [...] Y el Señor dio una orden a Josué, y dijo: Ten ánimo, y sé fuerte, pues tú conducirás a los hijos de Israel a la tierra que el Señor solemnemente les prometió, y él estará contigo”. (Vea lecturas semejantes en la edición en inglés publicada por S. Bagster and Sons, de Londres, Inglaterra.)

      14. ¿Cómo vierte el verbo griego en Nahum 2:1 la traducción de Charles Thomson?

      14 En el último de los veintiún casos en que aparece este verbo griego en la Versión de los Setenta griega, en Nahum 2:1, leemos: “Ante tu presencia compareció jadeante alguien que es librado de la aflicción. Vigila el camino; cíñete los lomos; obra varonilmente con todo tu poder”. (Vea también la edición de Bagster de la Versión de los Setenta, en inglésa.)

      15. Así que, a la luz de lo anterior, ¿cómo vierten el verbo griego en 1 Corintios 16:13 otras traducciones modernas, de manera que claramente puede aplicar tanto a las mujeres como a los hombres?

      15 En vista de las maneras de verter el verbo griego andrizo en la Versión de los Setenta, se entiende por qué otras versiones modernas de la Santa Biblia tratan este verbo griego en 1 Corintios 16:13 de manera similar a como lo hicieron las traducciones al inglés de la Versión de los Setenta (LXX) griega. Por ejemplo, la Versión Popular dice: “Tengan mucho valor”. La Versión de Franquesa-Solé: “Tened ánimo varonil”. La Versión de J. M. González Ruiz: “Sed valientes”. En ese sentido el verbo griego aplicaría tanto a las mujeres cristianas, dedicadas y bautizadas como a los hombres cristianos, dedicados y bautizados. De aquí la correspondencia apropiada del uso que Pablo dio a ese verbo griego en 1 Corintios 16:13. Esto es cierto aunque en sentido físico las mujeres son individualmente “un vaso más débil, el femenino”. (1 Pedro 3:7.)

      16. Después de decir a los cristianos que se porten como hombres, ¿qué palabras añade Pablo, y cómo puede llevarse a cabo esta exhortación?

      16 Después que el apóstol Pablo dice a los cristianos dedicados y bautizados que ‘se porten como hombres’, añade las palabras: “Háganse poderosos”. En armonía con esto, Pablo escribió lo siguiente en Efesios 6:10: “Finalmente, sigan adquiriendo poder en el Señor y en la potencia de su fuerza”. Jehová Dios el Todopoderoso puede fortalecernos para que ‘nos hagamos poderosos’, sí, para que hagamos hazañas en su servicio sagrado (Daniel 11:32, La Biblia al Día; Versión Moderna). Ha vestido a su pueblo dedicado y bautizado de la dignidad del servicio más grandioso que uno pudiera tener en la Tierra. Esto debe mover poderosamente al resto ungido por espíritu y a sus compañeros asemejados a ovejas a obrar como nos insta Pablo: “Pórtense como hombres”.

      17. ¿En qué sentido tiene el resto ungido de hoy día un privilegio más honroso que el de Juan el Bautizante?

      17 El privilegio que tenemos hoy día es más grande y honroso que el que tuvo Juan el Bautizante en el primer siglo. A él se le honró con el privilegio de ser el precursor de Jesucristo, el futuro Rey, en el cumplimiento típico o en pequeña escala de la profecía de Malaquías 3:1 (Marcos 1:1, 2). Al hablar acerca de este “mensajero” a quien se envió para despejar un camino delante de Jehová, Jesús dijo: “En verdad les digo: Entre los nacidos de mujer no ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista; mas el que sea de los menores en el reino de los cielos mayor es que él” (Mateo 11:7-11). Hoy, desde que terminó la I Guerra Mundial en el año 1918, el resto de los herederos ungidos del Reino celestial no están obrando como embajadores de un gobierno real futuro, sino de un Reino celestial que fue establecido al final de los Tiempos de los Gentiles en 1914, cuando al glorificado Jesucristo se le sentó en el trono. En el caso de ellos llega a ser una realidad aún más grandiosa lo que escribió el apóstol Pablo: “Somos por lo tanto embajadores sustituyendo por Cristo, como si Dios estuviera haciendo súplica por medio de nosotros. Como sustitutos por Cristo rogamos: ‘Reconcíliense con Dios’”. (2 Corintios 5:20.)

      18. a) Desde 1935, ¿quiénes han respondido favorablemente a la súplica respecto a reconciliarse con Dios que ha hecho el resto de los “embajadores sustituyendo por Cristo”? b) ¿Quiénes se han unido a los hombres para predicar las noticias del reino, y cómo se señaló esto en Salmo 68:11?

      18 Desde la conclusión de la primera guerra mundial en 1918, y notablemente desde el año memorable de 1935, una grande muchedumbre de personas de todas las nacionalidades ha respondido favorablemente a esa súplica que ha hecho el resto ungido de los herederos del Reino. Estas personas, que han respondido favorablemente, han dado los pasos bíblicos que se precisan para reconciliarse con el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, y ahora están en paz con El. Como muestra de aprecio, están obrando como compañeros del resto de “embajadores sustituyendo por Cristo”, y se les pudiera considerar como ‘enviados sustituyendo por Cristo’ al hacer ellos el llamamiento a reconciliarse con Dios a todavía otras personas asemejadas a ovejas. De manera varonil, con valentía, estos enviados también, tanto las mujeres como los hombres, están yendo a predicar ‘estas buenas nuevas del reino en toda la tierra habitada para testimonio’ (Mateo 24:14; Revelación 7:9-17). Es tal como se predijo en Salmo 68:11: “Jehová mismo da el dicho; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son un ejército grande”.

  • Sean como hombres que se encaran sin miedo al Har–Magedón
    La Atalaya 1983 | 1 de abril
    • Sean como hombres que se encaran sin miedo al Har–Magedón

      1. Al referirse en cierta ocasión al Armagedón, ¿en qué sentido se equivocó Teodoro Roosevelt al localizar los sucesos?

      SE INFORMA que Teodoro Roosevelt, al hacer campaña para llegar a ser presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, exclamó: “¡Nos encontramos ante el Armagedón, y luchamos por el Señor!”. Roosevelt sabía, mediante la Biblia, que habría una lucha decisiva en el “lugar que en hebreo se llama Armagedón” (Revelación 16:16, Versión Valera, edición de 1977). Al localizar los sucesos, él estaba bastante adelantado a su época, pues murió el 6 de enero de 1919, o sea, menos de dos meses después del fin de la I Guerra Mundial. Aquel conflicto no se había convertido gradualmente en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Armagedón.

      2. En aquel tiempo, ¿de qué dependerá el que sobrevivamos a aquella guerra de guerras?

      2 No obstante, en este año turbulento de 1983 tenemos todo indicio de que estamos enfrentándonos a aquella guerra de guerras. El que sobrevivamos a aquella guerra, a aquella batalla, o no, dependerá en gran parte del estado de nuestra relación con Dios el Todopoderoso.

      3, 4. En vista de la postura que adoptarán estos cristianos en aquella guerra, ¿qué será necesario que tengan a fin de ‘portarse como hombres’?

      3 En realidad, las invisibles “expresiones inspiradas por demonios” son lo que induce a los gobernantes del mundo a reunirse en masa contra Jehová Dios el Todopoderoso para la guerra de Har–Magedón. (Revelación 16:14-16.)

      4 El nombre hebreo Har–Magedón significa “montaña de asamblea de tropas”. ¡Eso denota guerra! Las “tropas” son las de “los reyes de toda la tierra habitada”, incluso los gobernantes políticos de la cristiandad. Los testigos dedicados y bautizados de Jehová no se encuentran entre aquellas tropas. Ellos no necesitarán luchar con armas carnales, sino que solo observarán la lucha. Puesto que los testigos leales de Jehová serán el principal blanco visible de ataque debido a que firmemente apoyan el Reino de Jehová bajo Cristo, será necesario que tengan valor semejante al de Cristo para ‘portarse como hombres’. (1 Corintios 16:13; compare con 2 Crónicas 20:17.)

      5, 6. Al final de la I Guerra Mundial, al enfrentarse a la obra posbélica que tenía por delante, el resto sobreviviente del pueblo de Jehová se sentía como ¿qué profeta que se enfrentó a la destrucción de Jerusalén en el transcurso de su propia vida?

      5 Después que terminó la I Guerra Mundial en 1918, las circunstancias del resto del Israel espiritual y la obra que éste tenía por delante llegaron a asemejarse a las circunstancias y la obra de cierto joven del distante y turbulento Oriente Medio. Era el sacerdote judío llamado Jeremías, hijo de Hilcías. La ciudad de Jerusalén, en el templo de la cual él servía de sacerdote, estaba condenada a ser destruida en el transcurso de la propia vida de él. Igualmente la cristiandad, que afirma corresponder en sentido espiritual con el Israel de la antigüedad y suplantarlo en lo que respecta al favor de Dios, se enfrenta a una destrucción temprana, inmediatamente antes de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har–Magedón. Como sobreviviente de la destrucción que sobrevino a la Jerusalén del séptimo siglo antes de nuestra era común, Jeremías pudo, bajo inspiración, escribir el libro de Lamentaciones ante las ruinas de aquella ciudad.

      6 Cuando al joven Jeremías se le asignó la obra profética, él dijo: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé hablar, pues solo soy un muchacho”. Pero a Jeremías se le dijo: “No digas: ‘Solo soy un muchacho’. Antes bien, a todos aquellos a quienes te envíe, debes ir; y todo lo que yo te mande, debes hablar. No tengas miedo a causa de sus rostros, porque ‘Yo estoy contigo para librarte’, es la expresión de Jehová”. (Jeremías 1:4-8.)

      7. a) Jeremías había de servir de profeta ¿a cuántas personas, y en beneficio de cuántas personas se necesita que sirva un “profeta” hoy? b) El que sirva éste a tal grado, ¿significa que tendrá éxito respecto a las naciones, o en beneficio de quién se está mostrando consideración todavía?

      7 Jeremías había de desempeñar el papel de un hombre adulto, pues lo que su Dios le inspiró a escribir había de ser importante para todo el género humano, aun hasta hoy. “Profeta a las naciones” es lo que Jehová hizo de él (Jeremías 1:5). Se necesita un “profeta a las naciones” hoy, más que nunca, ya que a las naciones patrióticas y obstinadas se les está reuniendo inexorablemente para la confrontación decisiva de Har–Magedón. No es que el mensaje divino del “profeta a las naciones” moderno logre desviar a éstas del proceder que les lleva a la destrucción segura, sino que hay seres humanos que están envueltos en el asunto. Cantidades innumerables de tales personas, al recibir la advertencia, no quisieran perecer con las naciones de las cuales son ciudadanas. En lo que depende de ellas, no quieren encontrarse luchando contra el Dios Todopoderoso simplemente en pro de los gobiernos humanos. En beneficio de tales personas de corazón recto, Jehová consideradamente ha levantado a su “profeta a las naciones”. Jehová ha hecho esto durante este “tiempo del fin”, desde que terminó la I Guerra Mundial el 11 de noviembre de 1918. (Daniel 12:4.)

      8. ¿Como quién o qué se identifica al “profeta” a quien Jehová ha levantado y cuya obra tiene que terminarse antes de Har–Magedón?

      8 En interés de tales personas que de todo corazón procuran la gobernación de Dios más bien que la del hombre, el “profeta” que Jehová ha levantado no ha sido un solo hombre como lo fue Jeremías, sino una clase. Al igual que el profeta y sacerdote Jeremías estaba enteramente dedicado a Jehová Dios, así también lo están los miembros de esta clase mediante Cristo y, por medio de haber sido engendrados por el espíritu santo de Jehová, han llegado a ser parte de “una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial” (1 Pedro 2:9). En esta fecha avanzada, hay tan solo un resto de esta clase del “profeta” en la Tierra. La “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har–Magedón no puede empezar antes de que este “profeta” compuesto termine su obra.

      9. a) Jeremías presenció la victoria de ¿qué potencia mundial sobre la capital del antiguo pueblo de Jehová? b) ¿Qué ciudad antigua prefigura a la cristiandad? c) La cristiandad ha llegado a ser parte de ¿qué? d) Cuando Babilonia la Grande sea destruida, ¿qué le sucederá a la cristiandad, y por qué?

      9 Una cosa es segura ahora: si la clase del “profeta”, la clase de Jeremías, se enfrenta al Har–Magedón, también se enfrenta a la caída de Babilonia la Grande. Es cierto que en la antigüedad Jeremías no presenció la caída de la Babilonia antigua, pero profetizó en gran escala acerca de la derrota de aquella tercera potencia mundial de la historia bíblica. Puesto que ella tenía sus raíces en la Babel original, o Babilonia, que estableció Nemrod, “poderoso cazador en oposición a Jehová”, aquel imperio mundial contaminó al mundo antiguo de la humanidad con su religión falsa (Génesis 10:8-12). En 607 a. de la E.C., Jeremías sí presenció la victoria de la Babilonia antigua sobre Jerusalén. Así presenció la victoria de la antigua capital de la religión falsa sobre la ciudad capital en la que se encontraba el templo de Jehová, la cual ciudad había corrompido la religión pura que El había confiado a ella. Por esta razón, la antigua Jerusalén prefigura la cristiandad del día moderno. La cristiandad se ha mostrado falsa a su afirmación de ser el dominio del cristianismo verdadero, ha sucumbido a la religión babilónica y, de hecho, ha llegado a ser parte prominente de Babilonia la Grande moderna, imperio mundial de la religión falsa. Cuando los asqueados elementos políticos de este mundo destruyan a Babilonia la Grande, como se predice en los capítulos 17 y 18 de Revelación, la cristiandad será destruida junto con ella.

      10. ¿Qué prefiguró el que Jeremías sobreviviera a la caída de Jerusalén? Y, poco después de lo prefigurado, ¿qué esfuerzo de parte de las naciones fracasará?

      10 Jeremías sobrevivió a la caída de Jerusalén y de su dominio en 607 a. de la E.C., lo cual confirmó que él era el verdadero portavoz de Jehová; y, en conformidad con aquel cuadro profético, la clase de Jeremías de hoy sobrevivirá a la venidera caída violenta de la cristiandad. Poco después de esto los elementos no religiosos de este sistema de cosas se esforzarán fieramente por hacer desaparecer a la clase de Jeremías, pero sus esfuerzos serán aplastados... en Har–Magedón. (Revelación 16:16; 19:19-21.)

      11. ¿A quiénes prefiguró el hombre no judío que se hizo amigo de Jeremías cuando éste estaba en una situación desesperanzada? Y éstos corresponden a ¿quiénes en la parábola de Jesús de Mateo 25:31-46?

      11 Una persona judía que sobrevivió a la destrucción de Jerusalén en 607 a. de la E.C. fue el etíope Ebed-melec. El relato acerca de él se encuentra en los capítulos 38 y 39 de Jeremías. El acudió en ayuda de Jeremías, quien necesitaba urgentemente que se le ayudara. Por eso Ebed-melec tenía motivo de temer a los judíos influyentes que procuraban acallar a Jeremías por medio de causarle la muerte. Pero, mediante una profecía especial que pronunció el profeta cuya vida Ebed-melec había salvado por medio de tomar medidas intrépidas, Jehová aseguró a éste que tendría su alma como despojo y así sobreviviría a la venidera destrucción de la tierra de Judá y su capital Jerusalén. En estos rasgos, el etíope Ebed-melec prefiguró las ovejas simbólicas de la parábola de Jesús sobre las ovejas y las cabras, que se expone en Mateo 25:31-46. Debido a que se hacen amigos del resto de los “hermanos” espirituales de Jesucristo y obran bien para con ellos durante este “tiempo del fin”, estas ovejas simbólicas no serán destruidas junto con la clase de las “cabras” en Har–Magedón. Bajo la protección de Jehová mediante el Rey reinante Jesucristo, entrarán al nuevo sistema de cosas sin morir ni desaparecer de sobre la Tierra, y tendrán ante ellas la oportunidad de alcanzar vida eterna en el Paraíso terrestre.

      Lo que necesitan ahora los hombres que pertenecen a Dios

      12. Lo temibles que son estos tiempos corresponde a ¿cuál de las profecías de Jesucristo respecto al “tiempo del fin”?

      12 Los tiempos en que vivimos actualmente se están volviendo cada vez más inspiradores de temor. Esto es un cumplimiento exacto de lo que Jesucristo mismo predijo que sería la prueba de que estamos viviendo en el “tiempo del fin”, el tiempo en que ocurrirá el antitipo moderno de la destrucción de Jerusalén en 70 E.C. (Lucas 21:5-7). Fue más para el beneficio nuestro que para el de los apóstoles y discípulos del primer siglo que Jesús pasó a decir: “También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, no conociendo la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, mientras que los hombres [anthropoi, en griego] desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos. Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria”. (Lucas 21:25-27.)

      13. ¿Cómo mostró Jesús que, en lo que tenía que ver con el estado de ánimo y de corazón, debía haber una diferencia entre sus discípulos bien informados y los hombres del mundo?

      13 En lo susodicho Jesús hizo una distinción entre los “hombres” (anthropoi), o la gente, que pertenecen a este mundo o sistema de cosas y sus discípulos bien informados, para cuyo beneficio en particular él dio esta profecía muy descriptiva. Sus seguidores informados, que tendrían entendimiento, no estarían sujetos a la “angustia de naciones”, ni se ‘desmayarían por el temor y la expectativa de las cosas que vendrían sobre la tierra habitada’. Ellos no habrían de tener las cabezas agachadas debido a que se sintieran descorazonados o desesperados. ¿Cuál, entonces, sería la actitud de ellos, su estado de ánimo y de corazón? Sería el siguiente, según pasó a decir Jesús: “Mas al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca”. (Lucas 21:28.)

      14. ¿Se refiere a la glorificación del resto en los cielos la “liberación” que se acerca, y a quiénes en la Tierra les espera la maravillosa perspectiva que queda más allá de la “liberación”?

      14 Se ve, pues, que para los hombres que pertenecen a este mundo los problemas crecientes que culminarán en la guerra de Har–Magedón son prueba de una destrucción inminente (Filipenses 1:28). Esto quiere decir que hoy el cristiano verdadero necesita ser una persona que tenga una fe fuerte en el Dios Todopoderoso y en lo que éste promete a sus fieles. La “liberación” que ahora está cerca para las personas que tengan dicha fe no es inicialmente la glorificación celestial del resto de los discípulos de Cristo engendrados por el espíritu ni el ser removidos de la escena terrestre llena de tribulación, aunque sí les espera esto al final. Más bien, la “liberación” tiene que ver con el que se haya puesto fin a las guerras, las hambres, las pestilencias, los terremotos y la persecución furiosa de los verdaderos seguidores del Rey reinante, Jesucristo, mediante la destrucción de todos los enemigos del Reino de Jehová bajo Cristo en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en lo que se llama Har–Magedón. ¡Qué maravillosa perspectiva tendrán ante ellos entonces el resto de los herederos del Reino celestial y sus compañeros leales, prefigurados por Ebed-melec, valeroso ayudante del profeta Jeremías!

      15. A fin de ‘portarse como hombres’, ¿qué necesitan hacer ellos conforme a las Escrituras para estar equipados para obrar?

      15 Para que éstos ahora puedan ‘portarse como hombres’ o desempeñar su cometido como hombres, tienen que alcanzar la madurez cristiana y estar equipados para la obra de dar el testimonio final por toda la Tierra respecto al Reino Mesiánico (1 Corintios 16:13, Traducción del Nuevo Mundo; Versión Valera [1977]; Versión Moderna; Mateo 24:14). Por eso se nos ha dado la Biblia, que contiene las Escrituras sagradas. Tal como escribió el apóstol Pablo al joven Timoteo: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, estando completamente equipado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16, 17). En The New English Bible, el versículo 17 dice: “A fin de que el hombre que pertenece a Dios sea eficaz y esté equipado para obras buenas de toda clase”. La Biblia de Jerusalén dice: “Así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda buena obra”. Esto indica que “el hombre de Dios” necesita estudiar con regularidad las Escrituras inspiradas y vivir en conformidad con ellas, a la vez que desempeña la obra que dicho estudio le prepara para hacer eficazmente.

      16. ¿Por qué, más que en los días de Noé antediluvianos, es aconsejable huir de los deseos que les son incidentales a los que están creciendo para llegar a ser hombres?

      16 ¡Estamos viviendo en los tiempos más graves de toda la historia humana! Estamos enfrentándonos a la desaparición de un mundo, mundo de dimensiones mucho mayores que las del mundo de los días de Noé. Por consiguiente, estamos participando en la obra más grandiosa y más importante que haya habido para el género humano hasta la actualidad. Ciertamente no es hora de que ningún testigo dedicado y bautizado de Jehová Dios esté satisfaciendo deseos propios de la juventud respecto a las cosas sensuales o la diversión. Así el apóstol Pablo escribió al joven Timoteo: “Huye de los deseos incidentales a la juventud”. “Sin embargo, tú, oh hombre [anthropos, en griego] de Dios, huye de estas cosas” (2 Timoteo 2:22; 1 Timoteo 6:11). Hoy, aún más que cuando el apóstol inspirado Juan escribió las palabras, es un hecho que “el mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. (1 Juan 2:17.)

      17. ¿A quiénes no hemos de restar importancia como hombres de Dios, pero a quién miramos como ejemplo perfecto de ellos?

      17 En estos días que exigen que uno demuestre virilidad cristiana, necesitamos mirar el ejemplo perfecto de Aquel a quien se refirió el gobernador Poncio Pilato al dirigirse a una multitud judía tumultuosa: “¡Miren! ¡El hombre!”, “¡Miren! ¡Su rey!” (Juan 19:5, 14). Mucho antes de Cristo hubo hombres de Dios, como “Moisés el hombre del Dios [verdadero]”, y Elías y su compañero Eliseo, y otros (Deuteronomio 33:1; 1 Reyes 17:18, 24; 20:28; 2 Reyes 1:9-12; 4:7, 9, 16). Pero, aunque no pasamos por alto ni restamos importancia a aquellos hombres de Dios de los días precristianos, debemos mirar a Aquel que sigue siendo el más sobresaliente ‘hombre de Dios’ que jamás haya vivido en la Tierra, Jesucristo, que ahora reina como Rey en los cielos desde que terminaron los Tiempos de los Gentiles en 1914 (Hebreos 11:1 a 12:3; Lucas 21:24). Si nos comportamos como hombres al igual que él, podemos enfrentarnos sin miedo a la destrucción que le sobrevendrá en Har–Magedón a este sistema de cosas condenado.

      18. ¿Cómo podemos cumplir nuestra gran responsabilidad de participar en vindicar la soberanía universal de Jehová Dios?

      18 En este tiempo de juicio, a medida que el viejo mundo se desploma, estamos haciendo para nosotros mismos un registro imperecedero que no puede borrarse. ¿Nos acreditará dicho registro y nos hará dignos de elogio, o, aunque sea triste decirlo, nos condenará para siempre junto con el mundo? Si nos comportamos como hombres, imitando el ejemplo perfecto de Jesucristo, probaremos que “el dios de este mundo”, Satanás el Diablo, no es nuestro gobernante espiritual (2 Corintios 4:4). Al contrario, estaremos apoyando la soberanía universal de Jehová Dios y así tendremos parte en vindicarla ante toda criatura viviente. ¡Nuestra responsabilidad al respecto es verdaderamente grande, y la oportunidad que tenemos de hacerlo es gloriosa!

      19. Además de mantenernos despiertos y firmes en la fe, ¿en qué sentido necesitamos crecer como “hombres”, y quién es la fuente de lo que necesitamos para lograrlo?

      19 Nos toca a nosotros mantenernos despiertos respecto a nuestro privilegio y la oportunidad que tenemos, y ‘estar firmes en la fe’. ¡Que Jehová jamás permita que nos pongamos débiles como hombres que pertenecemos a Dios, que estamos dedicados a Dios! Con este digno fin, necesitamos hacer caso de la amonestación oportuna del apóstol Pablo: “Háganse poderosos” (1 Corintios 16:13). Si nos apoyamos estrictamente en El y oramos a El mediante nuestro Rey, Jesucristo, podemos hacer esto y lo haremos. En Isaías 40:29 se nos dice: “Está dándole poder al cansado; y al que se halla sin energía dinámica hace que abunde en plena potencia”. Después que presenciemos la victoria divina en Har–Magedón, que sea nuestro privilegio entonar las palabras que pronunció Moisés después de la derrota de las fuerzas militares de Faraón en el mar Rojo: “Jehová es persona varonil [ish, en hebreo] de guerra. [...] Mi fuerza y mi poderío es Jah, puesto que él sirve para mi salvación”. (Exodo 15:3, 2.)

      ¿Puede usted contestar estas preguntas?

      ◻ ¿De qué dependerá el que sobrevivamos a la guerra de Har–Magedón?

      ◻ ¿Qué circunstancias de los siervos ungidos de Jehová hoy se parecen a las de su antiguo siervo Jeremías?

      ◻ ¿Qué rasgos del servicio que desempeñó Ebed-melec prefiguraron la actividad de las “ovejas” de la parábola de Cristo en Mateo 25:31-46?

      ◻ Conforme a la profecía de Cristo del capítulo 21 de Lucas, ¿qué diferencia hay entre la actitud de los seguidores de Cristo y la de la gente de las naciones?

      ◻ ¿De qué “liberación” se habla en Lucas 21:28?

      ◻ ¿Qué resultado excelente producirá el que todos nosotros imitemos el ejemplo de Aquel a quien se identificó como “¡El hombre!”?

      [Ilustración en la página 29]

      El que Ebed-melec ayudara a Jeremías, profeta de Dios, prefiguró la actividad de ¿quiénes?

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1983 | 1 de abril
    • Preguntas de los lectores

      ◼ ¿Por qué creían algunos judíos que Juan el Bautizante era Elías, como se menciona en Juan 1:21?

      Antes de que Jesús fuera bautizado, algunos sacerdotes y levitas cruzaron el Jordán y llegaron a Betania, donde Juan estaba bautizando, y le preguntaron si él era el Cristo. Cuando Juan dijo que no lo era, le preguntaron: “¿Qué, entonces? ¿Eres Elías?”. (Juan 1:19-28.)

      ¿Por qué creían aquellos judíos que Juan tal vez era el profeta hebreo Elías, que había muerto unos nueve siglos antes? Se debía a una profecía que se había pronunciado más o menos a mediados del tiempo que transcurrió entre los días de Elías y el principio del ministerio de Juan. Malaquías, profeta de Dios, había predicho: “¡Miren! Envío a ustedes a Elías el profeta antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor” (Malaquías 4:5). Algunos judíos aparentemente supusieron que esto significaba que Elías había de regresar en sentido físico, tal vez por medio de ser resucitado por Dios. Entonces apareció Juan usando una prenda de vestir de pelo de camello y un cinturón de cuero, tal como los que había llevado Elías (Mateo 3:4; 2 Reyes 1:8). Además, Juan fue franco al proclamar el mensaje de Dios que hacía un llamamiento al arrepentimiento, al igual que lo había hecho Elías. Por eso preguntaron a Juan si él era Elías.

      Juan respondió: “No lo soy”. No, él no era el profeta hebreo Elías mismo, quien todavía estaba dormido en la muerte. De hecho, un ángel había dicho a Zacarías (quien llegó a ser padre de Juan) que Juan había de servir con “el espíritu y poder de Elías” a fin de hacer que los judíos se volvieran a Jehová (Lucas 1:17). Juan no había de ser Elías, sino que había de hacer una obra semejante a la que efectuó el profeta Elías, quien había muerto hacía mucho tiempo.

      En armonía con eso y teniendo presente a Juan, Jesús luego dijo: “Elías ya ha venido y ellos no lo reconocieron” (Mateo 17:12). El quiso decir que Juan había cumplido la profecía de Malaquías 4:5. Había preparado el camino para el Mesías. No obstante, la mayor parte de los judíos no quisieron admitir que Juan había desempeñado dicho papel. Además, en Juan 10:41 está escrito: “Juan, en realidad, no ejecutó una sola señal”, mientras que el profeta original Elías ejecutó ocho señales o milagros.

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