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AL DÍA CON LA SOCIEDAD DEL NUEVO MUNDO

En el nuevo mundo de justicia se realizarán las esperanzas de todas las personas piadosas. ‘La justicia habitará para siempre’ en ese mundo, resultando en la alabanza y honor de Jehová Dios y en la bendición de todas las personas que son de buena voluntad para con él y su rey ungido, Cristo Jesús. Los miembros de la sociedad del nuevo mundo no sólo esperan con gusto las gloriosas cosas que se han prometido, sino que trabajan por el adelanto de los intereses del nuevo mundo, estando al día con éste al proclamar por todas partes las buenas nuevas de su establecimiento. Tal como lo hizo Pablo, gustosamente participan en el ministerio, valiéndose de toda oportunidad para hablar con otros acerca de ello. (1 Cor. 11:1) Durante octubre todos participarán en la grandiosa obra por medio de visitar a la gente en sus hogares. Después de pronunciar a los amos de casa un sermón de tres a ocho minutos que los estimule a pensar, se les dará la oportunidad de suscribirse a ¡Despertad!, revista que les proporcionará ayuda bíblica. La suscripción de un año se consigue por sólo un dólar y a cada nuevo suscriptor se le regalarán tres folletos sobre temas bíblicos de importancia.

‘LA LUZ ES PARA LOS JUSTOS’

¿Ha anhelado usted poder entender la Biblia? Ahora, más que en cualquier otro tiempo de la historia del hombre, se están revelando los propósitos de Jehová Dios. ¿Por qué, pregunta usted? Porque ahora ha llegado el tiempo en que se cumplirán. Predicha en profecías a través de los siglos, por largo tiempo el objetivo de esperanzas cristianas, la reconciliación del hombre con Dios ahora está realizándose. Pero es preciso que primero el hombre conozca lo que Jehová ha prometido si ha de sacar provecho de las bendiciones. A eso se debe el que ahora esté efectuándose la mayor campaña de instrucción bíblica. ¿Se ha aprovechado usted de algunos de los beneficios que ésta le proporciona? Debería hacerlo. Significa su vida. Primero usted tiene que adquirir conocimiento y fe. Entonces usted podrá efectuar aquellas obras de fe que glorifican a Dios y edifican a otros. Por eso dé principio a su propio adelanto ahora por medio de leer su Biblia con la ayuda de esta obra instructiva: “Nuevos cielos y una nueva tierra”. Se le enviará a usted junto con un folleto bíblico por la contribución de 50c moneda americana o el equivalente en el dinero de su país.

ESTUDIOS DE “LA ATALAYA” PARA LAS SEMANAS

20 de octubre: Muestre respeto a la organización de Jehová. Página 561.

27 de octubre: Confíe en sus hermanos probados y fieles. Página 567.

Preguntas de los lectores

¿Estuvo presente Judas cuando Cristo instituyó la celebración del memorial o no?—W. E., Estados Unidos.

Una comparación de Mateo 26:20-25 con Juan 13:21-30 revela que Judas no estuvo presente cuando Cristo instituyó la cena del Señor. Uno de estos relatos evangélicos suministra algunos detalles que el otro no suministra, pero si se armonizan los dos puede obtenerse un cuadro completo. Mateo nos dice cómo surgió la pregunta acerca de quién traicionaría a Jesús. Juan nos dice que antes que se dejara ese tema el traidor fué identificado cuando se le dió el bocado que Jesús había mojado, e inmediatamente Judas salió a la noche. Mateo sigue su relato describiendo cómo Jesús entonces les sirvió los emblemas del memorial a los once apóstoles que quedaban, mientras que Juan, que escribió su relato después de escribir Mateo el suyo, no repite el procedimiento de la cena, sino que relata más bien algunos de los comentarios extensos que Jesús hizo en esa ocasión, como se hallan registrados en el capítulo 13. La disertación y oración de Jesús con sus discípulos, sin embargo, según se registran en los capítulos 14 hasta 17 de Juan, no constituyeron parte de la cena del Señor, sino que vinieron después de ella.

Así estos dos apóstoles y testigos oculares de los eventos descritos están de acuerdo en cuanto al elemento del tiempo, porque el relato de Juan de ninguna manera contradice el de Mateo respecto al tiempo de la salida de Judas. El relato de Lucas (22:14-23) tampoco ha de entenderse como una contradicción de este orden de tiempo. Lucas no fué testigo ocular de los acontecimientos. Él cuenta acerca de los mismos acontecimientos, pero no lo hace necesariamente en el orden cronológico exacto, como lo hacen los dos que en realidad presenciaron la ocasión. Además, Lucas 22:28-30 no puede haber incluido a Judas, de modo que él tiene que haber salido antes de que se dijera lo que allí se expone. Véase La Atalaya del 1 de marzo de 1951, páginas 134 y 150.