Referencias para la “Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos”
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12-18 DE MAYO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 13
Que “la lámpara de los malvados” no lo deslumbre
w03 15/9 24 párrs. 5, 6
“La ley del sabio”, fuente de vida
La lámpara simboliza aquello a lo que recurrimos para iluminar nuestra senda en la vida. ‘La palabra de Dios es una lámpara para el pie del justo y una luz para su vereda.’ (Salmo 119:105.) Contiene un caudal inagotable de conocimiento y sabiduría procedente del Creador. Cuanto mejor comprendamos la voluntad y el propósito divinos, más brillará la luz espiritual que nos guía. ¡Qué motivo de gozo! ¿Por qué dejarnos distraer por la sabiduría mundana o por el “falsamente llamado ‘conocimiento’”? (1 Timoteo 6:20; 1 Corintios 1:20; Colosenses 2:8.)
Respecto al inicuo, sin importar lo mucho que parezca brillar su lámpara ni lo próspero que aparente ser, su luz se extinguirá. Acabará en oscuridad, donde tropezará su pie. Además, “no resultará haber futuro” para él (Proverbios 24:20).
w04 15/7 31 párr. 6
“Todo el que es sagaz actúa con conocimiento”
La persona prudente y recta que actúa con verdadero conocimiento será bendecida. Salomón nos asegura: “El justo come hasta que su alma queda satisfecha, pero el vientre de los inicuos estará vacío” (Proverbios 13:25). Jehová sabe lo que es bueno para nosotros en todo aspecto de la vida: en la vida familiar, en las relaciones con el prójimo, en el ministerio y a la hora de recibir disciplina. Y si somos sabios y aplicamos el consejo que encontramos en su Palabra, sin duda disfrutaremos del mejor modo de vivir.
Busquemos perlas escondidas
it-1 122 párr. 2
Amor
El amor puede estar mal dirigido. Por estas razones, está claro que el amor verdadero y bien dirigido solo proviene de buscar y seguir el espíritu de Dios y el conocimiento que emana de su Palabra. Por ejemplo, un padre puede sentir afecto hacia su hijo, pero quizás permita que ese amor se deteriore o, debido al sentimentalismo, se desencamine. Tal vez le dé al niño todo, no le niegue nada, e incluso es posible que no ejerza su autoridad paternal en lo que respecta a la disciplina y, cuando es necesario, el castigo. (Pr 22:15.) Puede que tal supuesto “amor” en realidad sea orgullo de familia, pero eso es egoísmo. La Biblia dice que una persona de esa clase no actúa con amor, sino con odio, porque no está siguiendo el proceder que salvará la vida de su hijo. (Pr 13:24; 23:13, 14.)
2-8 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 16
Busquemos perlas escondidas
it-1 707 párr. 4
Disciplina
Prestar atención o no hacer caso. Los inicuos, los necios y aquellos cuya moralidad es despreciable manifiestan su odio por la disciplina de Jehová al no hacer caso de ella. (Sl 50:16, 17; Pr 1:7.) Sin embargo, las malas consecuencias de ese necio proceder se convierten a su vez en una medida disciplinaria que suele resultar en un duro castigo. Con razón dice el proverbio: “La disciplina de los tontos es la tontedad”. (Pr 16:22.) Puede que caigan en pobreza, ignominia, enfermedad y hasta les sobrevenga muerte prematura. La historia de los israelitas es un ejemplo de la gran pérdida que ese proceder conlleva. No prestaron atención a la disciplina que, bien por censura o corrección, Dios les dio a través de los profetas. Tampoco hicieron caso de la disciplina que Jehová les impuso al retirarles su protección y bendición. Por fin experimentaron la dura disciplina que se les había venido anunciando: desolación y exilio. (Jer 2:30; 5:3; 7:28; 17:23; 32:33; Os 7:12-16; 10:10; Sof 3:2.)
9-15 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 17
Cómo tener paz en su matrimonio
g 9/14 11 párr. 2
Cómo superar el resentimiento
Hágase un examen sincero. La Biblia dice que algunas personas estallan con facilidad (Proverbios 29:22). ¿Podría ser ese su caso? Pregúntese: “¿Soy rencorosa? ¿Me ofendo con facilidad? ¿Tiendo a exagerar las cosas?”. La Biblia advierte que insistir en un asunto puede separar a los amigos (Proverbios 17:9; Eclesiastés 7:9). También en el matrimonio puede pasar eso. Si descubre que es rencorosa, trate de ser más paciente con su esposo. (Principio bíblico: 1 Pedro 4:8.)
w08 1/5 11 párrs. 1, 2
Cómo solucionar problemas en el matrimonio
1. Fije un momento para hablar del tema. “Para todo hay un tiempo señalado [...]; tiempo de callar y tiempo de hablar.” (Eclesiastés 3:1, 7.) Como vimos en la disputa reproducida arriba, algunos desacuerdos suscitan sentimientos muy intensos. Si eso ocurre, domínese y no discuta. Antes de que las emociones se desborden, deténgase y propóngale a su pareja hablar del asunto después. Evitará causarle mucho daño a su relación si toma en serio el siguiente consejo bíblico: “Comenzar una discusión es abrir una represa, antes que la pelea estalle, retírate” (Proverbios 17:14, Biblia de América).
No obstante, también hay un “tiempo de hablar”. Como la mala hierba, los problemas crecen si no se les presta atención. Por consiguiente, no pase por alto la cuestión esperando a que desaparezca por sí sola. Si usted interrumpe una discusión, muéstrele respeto a su cónyuge fijando un momento no muy lejano para volver a hablar del asunto. Dar este paso les ayudará a ambos a actuar en armonía con el espíritu de esta exhortación bíblica: “Que no se ponga el sol estando ustedes en estado provocado” (Efesios 4:26). Por supuesto, entonces usted debe cumplir con su palabra.
Busquemos perlas escondidas
it-2 545 párr. 4
Ojo
Las expresiones de los ojos demuestran claramente los sentimientos de la persona. Pueden reflejar compasión o falta de ella (Dt 19:13); también pueden ‘guiñar’ o ‘parpadear’ para expresar desprecio o confabulación. (Sl 35:19; Pr 6:13; 16:30.) Del que no quiere ver o hacer algo por otra persona se dice que cierra o esconde sus ojos. (Mt 13:15; Pr 28:27.) Y se dice que el estúpido tiene sus ojos “en la extremidad de la tierra”, errantes de acá para allá, sin objeto definido, con sus pensamientos en cualquier parte menos donde deberían estar. (Pr 17:24.) Incluso la salud, el vigor de una persona o su felicidad se manifiestan por la apariencia de sus ojos. (1Sa 14:27-29; Dt 34:7; Job 17:7; Sl 6:7; 88:9.) Cuando Jehosafat oró a Jehová, dijo: “Nuestros ojos están hacia ti”. (2Cr 20:12.)
16-22 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 18
Busquemos perlas escondidas
it-2 1063
Suerte
Echar suertes es una costumbre antigua para decidir sobre diferentes cuestiones. El método que se utilizaba era el de echar guijarros o pedacitos de madera o piedra dentro de los pliegues recogidos de una prenda de vestir, es decir, “el regazo”, o dentro de una vasija, y luego, agitarlos. El escogido era aquel cuya suerte se salía o se sacaba. Al igual que el juramento, el echar suertes iba acompañado de una oración. Esa oración se expresaba en voz alta o simplemente estaba implícita en el acto, y así pedían y contaban con la intervención de Jehová. La palabra “suerte” (heb. goh·rál) se utiliza tanto de forma literal como figurada con la idea de “parte” o “porción”. (Jos 15:1; Sl 16:5; 125:3; Isa 57:6; Jer 13:25.)
Usos. Proverbios 16:33 dice: “En el regazo se echa la suerte, pero de Jehová procede toda decisión por ella”. El motivo apropiado para echar suertes en Israel era poner fin a una controversia: “La suerte echada hace cesar hasta las contiendas, y separa, uno de otro, hasta a los poderosos”. (Pr 18:18.) No se usaba con relación al deporte, el entretenimiento o los juegos de azar. No había apuestas ni pérdidas ni ganancias. No tenían el propósito de enriquecer el templo o a los sacerdotes ni recaudar fondos para obras de caridad. Sin embargo, los soldados romanos sí pensaron en el aspecto meramente lucrativo cuando, como se había predicho en el Salmo 22:18, echaron suertes sobre las prendas de vestir de Jesús. (Mt 27:35.)
30 DE JUNIO A 6 DE JULIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 20
Busquemos perlas escondidas
it-2 187 párr. 5
Lámpara
Según Proverbios 20:27, “el aliento del hombre terrestre es la lámpara de Jehová, y escudriña cuidadosamente todas las partes más recónditas del vientre”. Lo que una persona “exhala” o expresa en público, sea bueno o malo, revela o arroja luz sobre su personalidad o lo más recóndito de ella. (Compárese con Hch 9:1.)