África del Sudoeste, alias Namibia... tierra de variedad agradable
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en África del Sur
UNO muy fácilmente puede localizar a África del Sudoeste en el mapa del mundo. Está al frente de la costa occidental de África, precisamente al norte del río Orange. Algunas enciclopedias no tienen encabezamiento especial para este país, pues simplemente añaden alguna información bajo el encabezamiento “Sudafricana, Unión.” De hecho, una obra de referencia dice categóricamente que la Unión Sudafricana oficialmente hizo a África del Sudoeste una provincia de su Unión el 31 de octubre de 1934.
Hacia fines del siglo diecinueve las potencias europeas estaban ocupadas dividiendo a África en esferas de influencia. Cada una se proponía conseguir una parte grande de sus abundantes recursos. Examinando una enciclopedia antigua de aquel tiempo, uno no encontraría tal país como África del Sudoeste... no, ni siquiera África del Sudoeste Alemana. En cambio, al norte del río Orange, la costa occidental de África llevaba nombres como Gran Tierra Namaqua, Damara, Ovambo. Los intereses alemanes solo comenzaban a penetrar en esta zona, que reclamaban como colonia para aquel tiempo.
Pero luego la I Guerra Mundial cambió todo aquello. Alemania fue obligada a ceder sus colonias africanas, y África del Sudoeste fue colocada, por la Sociedad de Naciones, bajo el cuidado de África del Sur (ahora República Sudafricana) como territorio asignado por mandato. Ahora la República Sudafricana no desea que su mandato sobre el territorio sea reemplazado por una administración fiduciaria de la Organización de las Naciones Unidas. Y parecería que la mayoría de la población de África del Sudoeste está contenta con seguir siendo un territorio asignado por mandato a la República Sudafricana.
Sin embargo, las naciones afroasiáticas han patrocinado la causa de la minoría de los africanos del sudoeste, en gran parte debido al sistema de segregación y discriminación contra la población no europea de la República Sudafricana... un sistema que, según alegan ellos, discrimina contra los africanos no blancos y los oprime. Sin embargo, en 1966 el Tribunal Internacional de Justicia de la Organización de las Naciones Unidas dijo que esas naciones afroasiáticas no tenían ningún derecho legal a poner en tela de juicio la ejecución del mandato dado a la República Sudafricana. Y más temprano, en 1950, el Tribunal rindió un dictamen en el sentido de que la República Sudafricana no estaba obligada a entregar este territorio a un acuerdo de administración fiduciaria.
No obstante, en mayo de 1968, por resolución mayoritaria de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, se creó un consejo de administración fiduciaria de once naciones para hacerse cargo de África del Sudoeste. Y al mes siguiente la Asamblea pidió que el Consejo de Seguridad hiciera cumplir la resolución de mayo, y también decretó que de entonces en adelante África del Sudoeste sería conocida como “Namibia.” Sin embargo, la República Sudafricana rehúsa considerar a la Organización de las Naciones Unidas como sucesora de la Sociedad de Naciones, y por eso no concuerda en ceder esta zona asignada por mandato de unos 777.000 kilómetros cuadrados.
Ese nombre “Namibia” se deriva del desierto de Namib, la zona que sigue la orilla del océano Atlántico, un desierto cuyas dunas se extienden al interior hasta una profundidad de 97 a 160 kilómetros. Algunas de las dunas se elevan a unos trescientos metros. Se ha apodada esta zona la “Costa de los esqueletos,” porque pocos marineros víctimas de naufragios se las han arreglado para sobrevivir a los mares batientes, las arenas movedizas y las dunas estériles.
Un vistazo a la gente
Sin duda el desierto de Namib y el más antiguo nombre de Namaqua son recordatorios de los namas. Estas personas forman una raza hotentota de piel clara, semejantes en apariencia a los bosquimanos (nómadas sudafricanos), y compartiendo con ellos los característicos sonidos de chasquido que son peculiares del lenguaje del bosquimano. Los restos de los verdaderos bosquimanos, los pequeños cazadores amarillos, famosos por usar flechas envenenadas, están presentes en el desierto Kalahari, en lo alto de la meseta del interior.
En el norte, lindando con el territorio portugués de Angola, están los ovambos, pueblo agrícola cuya historia, en comparación con la de otras tribus, ha sido más o menos pacífica. Los damaras, una tribu negroide de piel oscura, probablemente fueron los primeros mineros de África. En el noroeste están los hereros, un pueblo alto, orgulloso y pastoral que tiene grandes hatos de ganado. De comportamiento distinguido y de cutis más claro, se cree que vinieron de las tribus camitas de África del Norte.
La población del país incluye un grupo más grande, los básteres, un pueblo de habla afrikaans de linaje mezclado hotentote-blanco. Se mudaron de África del Sur hace aproximadamente un siglo, y se establecieron en la zona de Rehoboth cerca de Windhoek, donde viven de acuerdo con su sistema patriarcal tradicional.
En total, hay diez grupos de población en el territorio, cada uno con su propio idioma vernáculo. No obstante, la población de este inmenso país solo es de poco más de 600.000. Oficialmente el negocio de África del Sudoeste se conduce en tres idiomas... afrikaans, alemán e inglés.
Para poder dar un buen vistazo a la gente uno tiene que visitar las poblaciones... Windhoek, por ejemplo, en la atmósfera fresca y asoleada a 1.654 metros sobre el nivel del mar, así como otros puntos a los cuales hay servicio desde allí en vuelos diarios, como Okahandja, Otjiwarongo, Outjo y Tsumeb. En Windhoek uno se topa con una metrópoli en miniatura. En esta vecindad uno encuentra a personas que viven en castillos alemanes, apartamientos modernos grandes y en chozas levantadas con una variedad de material de desecho.
Diferencias intrigantes en la indumentaria se pueden ver en las calles de Windhoek. Se puede ver a la señorita moderna con su minifalda, así como las estatuarias hereras con sus largos vestidos victorianos y regios tocados con turbantes. Estos vestidos que dan hasta el tobillo se llevan encima de amplias enaguas, y están decorados con cuentas, lazos y botones.
Pinturas de los bosquimanos se encuentran en muchas partes del territorio, y la más famosa de éstas es la pintura en roca de la “dama blanca.” Este es un friso de cinco metros y medio de largo que se considera que es uno de los más importantes especímenes antiguos de arte en el mundo. Se encuentra en el imponente paisaje rocoso del Brandberg. Esta pintura todavía no se ha situado definidamente en cuanto a identidad, origen o edad.
Hay otros monumentos rocosos que se remontan más en la historia. Uno de ellos es una extensión de veinticuatro metros de piedra arenisca que tiene huellas de dinosaurio grabadas en su superficie. Todavía otra atracción es el bosque petrificado. Esto parece indicar que, en algún tiempo de las edades pasadas, el agua transportó pinos a esta tierra árida, y, enterrados en el lodo, se petrificaron durante el transcurso de los siglos. El tronco más largo que se ha descubierto hasta ahora mide más de treinta metros, y se calcula que su circunferencia mide entre tres y seis metros.
El Parque de Caza Etosha en el noroeste, que abarca como lo hace más de 67.340 kilómetros cuadrados, es casi el doble del tamaño de Suiza. Es la más grande reserva de caza del mundo y contiene millares de cebras, gacelas y núes, así como elefantes, leones y girafas. Los visitantes encuentran que este parque de caza es uno de los campos de turismo más insólitos del mundo. Se llama Namutoni, y anteriormente era un fuerte alemán. Hoy sería un marco ideal para una película de la Legión Extranjera.
Otro rasgo singular de África del Sudoeste es el cañón del río Fish. Mide sesenta y cuatro kilómetros de largo y tiene un descenso de 762 metros hasta el río que está abajo. Solo es segundo en tamaño al Gran Cañón de los Estados Unidos de América. También hay un aerolito que se calcula que pesa unas sesenta toneladas, y es el más grande que jamás se ha encontrado.
El país tiene también un abundante y variado abastecimiento de minerales. Los más significativos son el cobre y los diamantes. Estos últimos, por los cuales se remueven enteras dunas por algunos de los buldozers más grandes del mundo remueven dunas enteras, constituyen el artículo de exportación más importante de África del Sudoeste. Segunda en importancia a los diamantes es la industria Karakul. Las robustas ovejas Karakul, que fueron introducidas por primera vez por los alemanes a la vuelta del siglo, realmente medran en las condiciones áridas del desierto Kalahari; con lo cual el mercado de ultramar es abastecido de pieles hermosas y valiosas.
¿Qué hay del futuro de Namibia?
No puede haber duda de que éste es un país de dotación natural abundante. Y tiene una variedad agradable de paisaje, de población y de costumbres que acrecientan su interés para el visitante. Sin duda, también, esta tierra bañada de sol es uno de los sitios políticamente ardientes de la Tierra. La presente situación política en Namibia brota de desenvolvimientos que siguieron a las dos guerras mundiales.
No obstante, la vida sigue como de costumbre para sus pueblos. Y hay señales de progreso en forma de nuevos hospitales, escuelas, presas, alojamiento nativo y arreglos para entrenamiento. Sin embargo, como sucede en todo otro país en desarrollo, hay problemas... muchos de los cuales todavía tienen que ser abordados.
[Ilustración de la página 20]
Graneros para maíz en Ovambolandia
[Ilustración de la página 21]
Mujeres del pueblo herero
[Mapa de la página 19]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
ANGOLA
BOTSWANA
ÁFRICA DEL SUR
Río Orange