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  • ¡Despertad! 1971
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¡Despertad! 1971
g71 22/12 págs. 3-6

¿Le importa?

DURANTE la temporada de la Navidad muchas personas muestran que les importan sus amigos y amados. Puede ser que les envíen una tarjeta o les den regalos. Se gastan centenares de millones de dólares en regalos cada temporada de Navidad.

En vista de esto, muchas personas esperan recibir algo de sus amigos durante la Navidad. Y si no reciben nada, se sienten lastimadas.

Para evitar ofenderlas, muchas personas sinceras se esfuerzan por demostrarles que les importan, enviándoles regalos. Pero, ¿cuánto piensan estas mismas personas en Dios? ¿Les importa ofenderlo a Él?

¿Han considerado lo que Dios piensa acerca de la Navidad? Si uno quiere agradar a Dios, es vital considerar lo que él piensa. Como ayuda en cuanto a esto, piense un instante en algunas de las cosas que usted ha leído acerca de la Navidad.

Es posible que en los últimos años haya leído en los periódicos o en artículos de revistas que el 25 de diciembre realmente no es la fecha en que Jesús nació. Este es un dato extensamente conocido. El Times de Nueva York del 24 de diciembre de 1967 dijo, por ejemplo: “No hay registro del tiempo verdadero en que nació Jesús... solo una sugerencia en el relato de los pastores que estaban en los campos vigilando sus rebaños de noche, lo cual fue en una época calurosa. En el invierno, las ovejas eran recogidas en apriscos.”—Luc. 2:8-12.

Semejante a esto fue lo que dijo el 20 de diciembre de 1969 el Star de Toronto acerca de la Navidad: “No obstante, no sigamos pretendiendo que esto tiene algo que ver específicamente con el nacimiento de Jesús. . . . Es hora de que los cristianos se recuerden que la Iglesia lo pasó bien durante sus primeros 380 años sin observar en absoluto el nacimiento de Jesús.”

El origen de la Navidad

Sin embargo, la fecha de la Navidad, como otras costumbres de la Navidad, tuvo un origen definido. Periódicos, revistas y enciclopedias han comentado sin reserva sobre esto. Sin duda usted mismo ha leído algunos de estos artículos. Los hechos son bien conocidos tanto en círculos seglares como religiosos. Por ejemplo, la New Catholic Encyclopedia declara bajo el tema “Navidad”:

“Al nacimiento de Cristo se le asignó la fecha del solsticio de invierno (25 de diciembre en el calendario juliano, 6 de enero en el egipcio), debido a que en este día, cuando el Sol comenzaba su retorno hacia los cielos septentrionales, los devotos paganos de Mitra celebraban el dies natalis Solis Invicti (nacimiento del Sol invencible).”

Sí, la Navidad tiene sus raíces en antiguas fiestas paganas. El Times de Nueva York explica: “El papa Liberio [en el cuarto siglo] decidió absorber observancias paganas declarando el 25 de dic.° el natalicio oficial de Jesús. El cambio de nombre efectuó poco cambio en forma.”

¿Y qué era esa “forma”? Las Saturnales antiguas eran ocasiones en que se practicaba crasa inmoralidad bajo el disfraz de festividades. Dice el libro Curiosities of Popular Customs por W. S. Walsh:

“A pesar de la condenación de los sabios y los cuerdos, la Navidad en los días primitivos con frecuencia reproducía todas las peores orgías, los libertinajes y las indecencias de las Bacanales y las Saturnales. Al clero mismo se le hizo girar en el vórtice. . . .

“Si hasta entre los clérigos sobrevivían tan vigorosamente las tradiciones paganas, ¿qué mejor cosa podía esperarse de los legos? La algazara desenfrenada, de hecho, del período de la Navidad en tiempos antiguos es casi increíble. Obscenidad, borrachera, blasfemia,... nada estaba de más. La licencia se llevaba al grado más pleno de libertinaje.”—Páginas 228, 229.

El cambio de nombre, como dijo el Times de Nueva York, en realidad “efectuó poco cambio en forma.” ¿Es diferente hoy la situación? Ciertamente no todo el mundo se entrega a esa clase de conducta. Pero, ¿no es verdad que muchos celebrantes tienden a echar al viento las restricciones en las fiestas de oficina de la Navidad? Quizás usted haya estado en una de esas fiestas, y más tarde haya deseado haberse quedado en casa ese día.

Dios odia ese libertinaje, y dice a los cristianos que “ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, . . . ni avarientos, ni borrachos . . . heredarán el reino de Dios.” (1 Cor. 6:9, 10) ¿Es importante para usted el punto de vista de Dios?

Al clero no le importa

El clero conoce bien los orígenes paganos de la Navidad, pero estimula su celebración. Por ejemplo, según el Sun de Vancouver, R. Desmond Kimmitt, ministro de la Iglesia Anglicana, “dice que es bien sabido que Cristo no nació a mediados de diciembre. Dice que los cristianos primitivos descubrieron que no podían suprimir la fiesta pagana [las Saturnales] y por eso la adoptaron.” Sin embargo Kimmitt dijo: “No quisiera de ninguna manera ver desaparecer la Navidad como la conocemos.”

También Louis H. Valbracht, como pastor de la Iglesia Luterana de San Juan en Des Moines, Iowa, escribió: “Los que dicen que la Navidad está convirtiéndose solo en una celebración pagana deben recordar que la Navidad era una celebración pagana.”

Pero al clero no le importa. Dijo el ministro luterano Valbracht: “En cuanto a mí y a mi casa y mi parroquia, yo digo: hagamos más grande la Navidad . . . más bulliciosa de lo que jamás ha sido.”—Successful Farming, diciembre de 1965.

Así, pues, aunque el clero sabe que la Navidad es simplemente una fiesta pagana que ha sido revestida de algunos nombres cristianos, no le molesta. Pero realmente no debe sorprendernos el que al clero no le importe, porque se ha apartado mucho de la Biblia. En los últimos años los periódicos han comentado sin reserva sobre esto, a medida que muchos clérigos abiertamente han aprobado la “nueva moralidad,” que no es moralidad alguna. Por eso, si usted no puede compartir el punto de vista del clero, si hay algo en la Navidad que le perturba, usted merece encomio.

Puede que haya quienes opinen que si la Navidad se celebra de manera decente, está bien. ‘¿Importa en realidad el que la Navidad esté enlazada con fiestas paganas?’ quizás pregunten.

La Palabra de Dios manda a los cristianos: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos. Porque ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial? . . . ‘“Por lo tanto sálganse de entre ellos, y sepárense,” dice Jehová, “y dejen de tocar la cosa inmunda.”’”—2 Cor. 6:14-17.

Puesto que muchos rasgos de la Navidad están arraigados en fiestas paganas inmundas, ¿puede haber alguna armonía entre ella y Cristo?

Acuérdese, también, de lo que Jesús dijo acerca de adorar al Dios Todopoderoso: “Los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad.” Para que nuestra adoración le sea aceptable a Dios, tiene que basarse en la verdad.—Juan 4:24.

Pero, ¿qué hay de la Navidad? ¿Es una fiesta religiosa que se base en la verdad? Usted sabe que en los servicios eclesiásticos de la Navidad por lo general se dice que Jesús nació el 25 de diciembre. Sin embargo el 25 de diciembre es, de hecho, el “natalicio” de un antiguo dios-Sol pagano, no el de Jesús. En consecuencia, el celebrar una fiesta religiosa que perpetúa esa mentira sencillamente no puede ser adorar a Dios en verdad. ¿Le importa a usted la verdad?

¿Y qué hay de los supuestos portadores mágicos de regalos durante la Navidad, como Santa Claus, San Nicolás o el Padre Navidad? Usted sabe que no es cierto que traigan regalos. Por eso, cuando se induce a los niños a creer que reciben regalos de ellos, ¿no es esto en realidad mentir a los niños? ¿Le interesa a usted lo suficiente la verdad como para evitar un día de fiesta que da prominencia a esas mentiras?

Si a usted realmente le importa Dios, obedecerá su mandato de dejar de participar en lo que es religiosamente inmundo. Para agradar a Dios tiene que adorarlo con verdad, sin mancha de prácticas religiosas paganas. ¿Qué hará usted?

Orígenes de la Pascua florida

No debe sorprendernos el que la Pascua florida, una fiesta religiosa que está estrechamente asociada con la Navidad, también esté arraigada en prácticas paganas. Pues, como sucede con la Navidad, los orígenes paganos de la Pascua florida se mencionan a menudo en los periódicos. Por ejemplo, el 29 de marzo de 1970 el Sunday News de Newark, EE. UU., publicó el encabezamiento “Fiesta de la Pascua florida enlazada con paganos.” Dando algunos antecedentes de su paganismo, el libro Easter and Its Customs por Christina Hole, declara:

“Era en la primavera, en la época de la nueva vida y el renacimiento cuando, desde tiempos inmemoriales, los pueblos paganos de Europa y Asia celebraban sus Fiestas de la Primavera, representando antiguos mitos de regeneración y llevando a cabo ceremonias mágicas y religiosas para hacer crecer y prosperar las siembras. Misterios vernales, como los de Tamuz [dios babilónico condenado en la Biblia] y Osiris [dios egipcio] y Adonis [dios griego], florecían en el mundo del Mediterráneo cuando Nuestro Señor vivió y anduvo en él, y más al norte y al este había otros, menos conocidos pero no menos vívidamente animados. Inevitablemente, algunos de sus ritos y símbolos estimados fueron pasados a las costumbres de la Pascua florida.”—Página 9; compare con Ezequiel 8:13, 14.

¿Sabe que en esas ceremonias a menudo se destacaban ritos obscenos de fertilidad? En cuanto al símbolo del conejo y los huevos de la Pascua florida, una autoridad moderna dice: “Este no es un simple juego de niños, sino los vestigios de un rito de fecundidad, puesto que tanto los huevos como el conejo simbolizan fecundidad.”a Hasta The Catholic Encyclopedia dice: “El conejo es un símbolo pagano y siempre ha sido emblema de fecundidad.” Ciertamente los conejos y los huevos no tienen conexión alguna con la resurrección de Cristo, ¿verdad?

¿Le importa a usted que la Pascua florida perpetúe recuerdos de aquellos ritos inmorales de fertilidad de los paganos? ¿Desea participar en un día de fiesta que destaca adaptaciones de antiguos símbolos de la fecundidad o fertilidad, como el “conejo de la Pascua” y “los huevos de Pascua”? ¿Cree usted que el Dios Todopoderoso aprobaría que usted hiciera eso?—Deu. 7:5, 6.

Piense seriamente: ¿Le agrada a Dios el que la gente trate de combinar la adoración de Él con prácticas paganas? La respuesta es obvia. La cuestión es: ¿Le importa a usted?

Bendiciones que reciben aquellos a quienes les importa

‘Pero ¿no significa eso perderse de mucho placer?’ quizás pregunte alguien.

Al contrario, si usted continúa en las prácticas paganas es mucho lo que usted perderá... la aprobación de Dios y la oportunidad de conseguir vida eterna en su justo nuevo sistema.

Y aun ahora, no pierden ningún placer genuino los que prestan atención a la Palabra de Dios. De hecho, se reciben bendiciones verdaderas. Las familias pueden reunirse en cualquier ocasión del año para disfrutar de comer y beber en moderación y tener compañerismo agradable. Estas ocasiones de felicidad no se pierden cuando ya no se celebra la Navidad. Y las personas pueden dar regalos a sus amigos y amados en estas ocasiones y en otras si lo desean. El dar espontáneo, sin apremio alguno, produce gran felicidad tanto al dador como al que recibe.—Hech. 20:35.

Al mismo tiempo, piense en la bendición de estar libre de la costumbre pagana de intercambiar regalos, una obligación que recibe estímulo del mundo comercial, no para honrar a Dios, sino para ganar dinero. ¿No es verdad que esta costumbre pagana causa frustración, ocasiona cargas financieras y le roba gozo a uno?

‘Pero otros esperarán regalos,’ quizás diga usted. ‘Pensarán que los he olvidado. ¿Qué haré?’

¿Por qué no hace una lista de todas las personas con quienes ha intercambiado regalos en los últimos años? Entonces, en vez de enviarles tarjetas de Navidad, escríbales una nota informándoles que está descontinuando el dar regalos de Navidad. Haga esto antes de que ellos compren los regalos. Explique sus razones, quizás usando algunos de los puntos de este artículo. Quizás hasta desee enviarles una copia de esta revista.

Si a usted realmente le importa Dios y lo que él piensa, no hay razón para temer la reacción de otros a su nota. (Pro. 29:25) De hecho, quizás se deleiten. Pues ellos, también, quizás se sientan cogidos en una trampa, y se alegren de poder exhalar un suspiro de alivio en este tiempo de presión económica. Lo que usted haga por ellos tocante a esto quizás sea más precioso que cualquier otro regalo que pudiera darles, porque pudiera iniciarlos en el camino a la vida eterna, si ellos, también, realmente quieren agradar a Dios.

Y en cuanto a la Pascua florida, ¿va a disfrutar menos de la primavera porque no participa de una celebración religiosa que tiene raíces paganas? ¿Tiene que decir a sus hijos que los conejos y los huevos están relacionados con la resurrección de Jesús, cuando es obvio que no hay tal relación? ¿Verdad que disfrutaría más de la primavera si verdaderamente le diera honra al Creador de todas las cosas? La primavera es un tiempo hermoso del año; por eso, ¿por qué estropearlo con una celebración que tiene sus raíces en ritos paganos inmorales?

El abandonar las fiestas paganas de la Navidad y la Pascua florida es una acción valerosa que el que realmente ama a Dios está obligado a tomar. Esa acción, impelida apropiadamente, resultará en abundantes bendiciones de Dios. Porque ya dentro de poco tiempo él va a destruir a este inicuo sistema de cosas, pero conservará vivos para siempre a los que demuestran que en realidad quieren hacer su voluntad.—1 Juan 2:17.

[Nota]

a Funk & Wagnalls Standard Dictionary of Folklore, Mythology and Legend (1949), tomo 1, pág. 335.

[Ilustración de la página 4]

Los padres que quieren a sus hijos les dicen la verdad. ¿Lo hace usted?

[Ilustración de la página 5]

¿Tienen alguna relación los conejos y los huevos con la resurrección de Cristo?

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