1 TESALONICENSES
Notas de estudio. Capítulo 2
fuimos maltratados en Filipos. Aquí Pablo está refiriéndose a los sucesos que se describen en Hch 16:12, 16-24. En esa ocasión arrastraron a Pablo y a Silas hasta la plaza del mercado. Allí los magistrados civiles los juzgaron apresuradamente, les desgarraron la ropa y ordenaron que los golpearan con varas. Y luego los metieron en la prisión, donde acabaron con los pies sujetos en el cepo. Con razón Pablo dice que fueron maltratados. Según una obra de referencia, Pablo usa un verbo muy fuerte que puede describir “un trato que busca insultar a la persona en público y humillarla abiertamente”. En vista de todos los abusos que sufrieron, el valor de Pablo y Silas destaca todavía más.
cobramos valor. A pesar del maltrato que sufrieron en Filipos, Pablo y Silas no fueron cobardes ni se echaron para atrás. Al contrario, cobraron valor o ánimo, y siguieron predicando (Hch 17:2-10). Pablo reconoce humildemente que no fue gracias a su propia fortaleza interna. Dice que fue “por medio de nuestro Dios”. Del mismo modo, David le dijo a Jehová en un salmo: “Me hiciste una persona valiente y fuerte” (Sl 138:3; ver también Esd 7:28). El verbo griego que aquí se traduce como “cobrar valor” se usa varias veces al hablar del ministerio de Pablo, y a menudo da la idea de ‘hablar con valor’ (Hch 13:46; 14:3; 19:8). Ver las notas de estudio de Hch 4:13; 28:31.
a pesar de una fuerte oposición. Pablo y Silas se enfrentaron a una dura oposición poco después de llegar a Tesalónica (Hch 17:1-14; ver la nota de estudio de 1Te 1:6). Sin embargo, como Pablo amaba el ministerio, aguantó y siguió predicando las buenas noticias con valor (Ro 1:14, 15; 2Ti 4:2). La expresión que emplea Pablo también se podría traducir como “en medio de muchas luchas”. Esto da a entender que Silas y él resistieron la oposición y lucharon contra ella para seguir predicando con valor. Esta misma expresión a veces se usaba para hablar de los atletas que competían en los Juegos Olímpicos. Ellos luchaban con intensidad para superar a sus rivales y conseguir la victoria.
algo impuro. O “algo inmundo”. Aquí se emplea el término griego akatharsía. En sentido figurado abarca cualquier clase de impureza, sea en asuntos sexuales, en lo que se dice, en lo que se hace o en temas religiosos (comparar con Ro 1:24; 1Co 7:14; 2Co 6:17; Ef 4:19; 1Te 4:7). En este contexto puede referirse a motivos malos o impuros. Ver la nota de estudio de Gál 5:19.
halagos. Aquí se refiere a los halagos falsos y excesivos que con frecuencia se dan para ganarse el favor de alguien o conseguir alguna ventaja material. Las Escrituras condenan esas palabras hipócritas (Sl 5:9; 12:2, 3). Pablo usa el término griego kolakía que, según un diccionario, es una “alabanza que pretende satisfacer la vanidad de alguien”. Esta es la única vez que aparece en las Escrituras Griegas Cristianas. Pablo dice que nunca había “recurrido a los halagos” al predicarles a los tesalonicenses, y lo confirma diciendo: “¡Dios es testigo de eso!”. Cuando evitan la adulación, los cristianos imitan al propio Jesucristo, que dio el mejor ejemplo. De hecho, cuando un gobernante judío lo llamó “Buen Maestro”, lo corrigió de inmediato. Al parecer, él estaba usando ese título para adular a Jesús (Mr 10:17 y la nota de estudio, 18). Comparar con Job 32:21, 22.
falsa apariencia. En este contexto, el término griego empleado aquí transmite la idea de ‘pretexto’ o ‘máscara para encubrir’. Un diccionario lo define como “algo que se hace para aparentar o para ocultar la verdadera situación de las cosas”. Pablo y sus compañeros nunca permitieron que los motivaran deseos codiciosos y egoístas. Por eso nunca tuvieron que ocultar sus motivos recurriendo a halagos y otros engaños.
Tampoco hemos buscado las alabanzas de los hombres. Pablo era un ministro humilde que se esforzaba por imitar a Cristo. Por eso, al decir estas palabras, puede que estuviera pensando en un comentario parecido que hizo Jesús: “Yo no acepto las alabanzas de la gente [lit. “los hombres”]” (Jn 5:41; nota; 7:18; 1Co 11:1). Pablo no está dando a entender que esté mal mostrarles a los hermanos de la congregación el respeto o la honra que merecen (comparar con Ro 12:10; 1Ti 5:17). Sin embargo, él se negó a ir detrás de la honra, el prestigio y la fama. Tampoco buscó recibir las alabanzas de otros seres humanos.
podríamos ser una carga económica. Pablo ni siquiera les pidió a los cristianos de Tesalónica una pequeña ayuda material que le permitiera dedicar más tiempo al ministerio. Tampoco lo hizo en Corinto, aunque más tarde explicó que tenía base bíblica para pedir esa ayuda (1Co 9:11-15, 18). De acuerdo con 1Te 2:9, Pablo trabajó “día y noche” en Tesalónica, tal vez haciendo tiendas de campaña como en Corinto (ver la nota de estudio de Hch 18:3). Puede que de este modo quisiera darles un buen ejemplo a los cristianos de Tesalónica (2Te 3:7-12).
con amabilidad. Pablo y sus compañeros trataron “con amabilidad” a los cristianos de Tesalónica porque los querían y se preocupaban por su crecimiento espiritual (1Te 2:8). Ahora bien, algunas Biblias emplean aquí traducciones como “nos hicimos niños” o “nos hicimos infantes”. Esta variación se debe a que algunos manuscritos griegos usan el término ḗpioi (que significa ‘amables’ y que aquí se traduce como “con amabilidad”) y otros usan nḗpioi (que significa ‘infantes’, ‘niños pequeños’). La diferencia entre estas dos palabras griegas es solo una letra. Hay especialistas que creen que algunos escribas repitieron sin querer la letra n de la palabra griega que aparecía justo antes. Este error se conoce como ditografía. Sin embargo, tanto el contexto como la comparación de una madre que amamanta, que aparece a continuación, favorecen la traducción de “con amabilidad”. Muchas Biblias modernas dan esta misma idea.
como cuando una madre amamanta. En unos pocos versículos, Pablo emplea dos comparaciones muy gráficas basadas en las relaciones familiares. Estas comparaciones reflejan el tierno cariño que existe entre los tesalonicenses y Pablo (1Te 3:6). En este versículo, el apóstol compara la relación que tienen con la congregación él y sus compañeros a la relación que tiene con sus hijos una madre que amamanta. Ella los quiere tanto que pone sus intereses por delante de los suyos propios. Y, poco después, en 1Te 2:11, Pablo cambia la comparación y usa la imagen de un padre cariñoso (ver la nota de estudio). El término original que se usa para referirse a una madre que amamanta aparece únicamente aquí en las Escrituras Griegas Cristianas. Sin embargo, la Septuaginta lo usa en Is 49:23. Allí Jehová dice que, cuando trajera a su pueblo del exilio, le daría princesas que actuarían como “nodrizas”.
cuida con ternura. O ”acaricia”. El verbo griego que se emplea aquí significa literalmente ‘calentar’, ‘dar calor’. En este contexto, puede recordar la forma en que una madre cuida de sus hijos y los mantiene calientes y cómodos. La Septuaginta usa este mismo verbo en Dt 22:6 (“echarse sobre”) y en Job 39:14 (“mantener caliente”). En los dos casos describe el modo en que un ave mantiene calientes sus pollitos o sus huevos.
el tierno cariño que les teníamos. Pablo expresa lo que siente por los cristianos de Tesalónica usando un verbo griego que, según un diccionario, transmite la idea de ‘sentir un profundo afecto potenciado por un apego interior’. Otro diccionario lo define como ‘ansiar intensamente’ o ‘añorar’.
estábamos decididos a. El verbo griego empleado aquí puede traducirse más literalmente como “nos complacimos en”. Transmite la idea de que Pablo y sus colaboradores estaban resueltos a ayudar a los tesalonicenses y muy contentos de hacerlo. Hablando de Pablo, una obra de referencia explica que “el tiempo imperfecto del verbo [griego] expresa su constante determinación de darse por completo por las personas que él había convertido”. Pablo y sus colaboradores sentían “tierno cariño” por los que habían aceptado las buenas noticias. Y esos sentimientos los motivaban a desvivirse por esos nuevos cristianos.
vidas. O “almas”. Ver glosario, alma.
no ser una carga económica. Ver la nota de estudio de 1Te 2:6.
igual que hace un padre con sus hijos. Pablo aquí asemeja su relación con los tesalonicenses a la de un padre cariñoso que anima y consuela a sus hijos y les enseña verdades vitales (comparar con Dt 6:6, 7; Sl 78:5, 6). Esta comparación complementa a la que aparece en 1Te 2:7, donde Pablo usa la imagen de una madre que amamanta (ver la nota de estudio). Las dos comparaciones destacan que, aunque Pablo y sus colaboradores eran pastores que habían recibido su autoridad de Dios, trataban de promover en la congregación un ambiente cariñoso y familiar donde todos se sintieran apoyados (comparar con 1Ti 5:1, 2).
siguieran andando de una manera digna de Dios. Pablo se refiere aquí a la forma de vida cristiana usando el verbo “andar” con el sentido de ‘vivir’. Emplea una expresión similar a la que aparece en Col 1:10 (ver la nota de estudio).
ustedes recibieron la palabra de Dios. Los cristianos de Tesalónica habían recibido la palabra de Dios, o su mensaje, gracias a la predicación de Pablo y Silas (Hch 17:1-4). Pero sabían bien que no era un mensaje de origen humano. Venía de Jehová y estaba basado en las Escrituras Hebreas inspiradas. Ahora bien, a partir de los días de Jesús, la expresión “palabra de Dios” también incluyó las buenas noticias acerca de la salvación mediante Jesús (Ef 1:12, 13; Col 4:3). Cuando se compilaron las Escrituras Griegas Cristianas, la primera carta de Pablo a los tesalonicenses fue probablemente el primero de sus escritos en convertirse en parte de la Palabra de Dios inspirada. El apóstol Pedro más adelante habló de las cartas de Pablo como parte de “las Escrituras” (2Pe 3:15, 16). Ver glosario, canon bíblico.
la cual también está actuando en ustedes, los creyentes. Aquí el verbo griego energuéō se traduce como “actuar”, pero también podría traducirse como “llenar de energías” (ver la nota de estudio de Flp 2:13). Como el mensaje que Pablo y sus colaboradores estaban predicando no era simplemente “palabra de hombres [o “seres humanos”]”, sino más bien “palabra de Dios”, actuaba con mucho poder en los creyentes sinceros. De hecho, en Heb 4:12 se usa un término griego relacionado que se traduce como “actúa con poder”. Durante su ministerio, Pablo conoció a muchas personas que hicieron cambios extraordinarios en su vida gracias al poder de la palabra de Dios (1Co 6:9-11; Ef 2:3; Tit 3:3). El propio Pablo era prueba viviente de cómo “la palabra de Dios” puede cambiar la personalidad y la vida de una persona (Gál 1:13, 22, 23; 1Ti 1:12-14).
ustedes sufrieron a manos de gente de su propio país. Ver la nota de estudio de 1Te 1:6.
ellos no están agradando a Dios. Estas palabras se refieren a los que tratan de impedir que otros se reconcilien con Dios y obtengan la esperanza de salvarse y vivir eternamente (1Te 2:16). Al igual que Pablo cuando perseguía a los cristianos, ellos tal vez piensen que en realidad le están prestando un servicio sagrado a Dios (Jn 16:2; Gál 1:13; 1Ti 1:13). Pero lo cierto es que los que persiguen a los cristianos no han llegado a conocer ni a Jehová ni a su Hijo (Jn 16:3).
en contra de los intereses de todos los hombres. Pablo afirma que los que persiguen a los cristianos verdaderos están actuando en contra de los intereses de toda la humanidad. Lo dice porque la predicación que inició Jesús es el medio que usa Jehová para que los seres humanos pecadores se puedan reconciliar con él. Ver las notas de estudio de 2Co 5:18, 19.
siempre llenan por completo la medida de sus pecados. Aquí Pablo se refiere a los judíos del siglo primero que “mataron al Señor Jesús” y que perseguían violentamente a sus discípulos (1Te 2:15). Estos opositores también trataban de impedir que los cristianos les predicaran a personas de las naciones. La expresión “llenan por completo la medida de sus pecados” muestra que pecaban al mayor grado posible. Y, al añadir “siempre”, Pablo indica que esos perseguidores judíos hacían lo mismo que habían hecho sus antepasados por siglos. Ver la nota de estudio de Mt 23:32.
la ira de él. Lit. “la ira”. El tiempo del verbo griego que aquí se traduce como “ha venido” destaca que la ira de Dios vendría sobre los judíos irremediablemente. Esta ira llegó a su punto máximo cuando los romanos destruyeron Jerusalén y su templo en el año 70 de nuestra era. Algunos manuscritos antiguos usan en este versículo “la ira de Dios”.
tuvimos que separarnos de ustedes. O “se nos privó de ustedes”. Pablo usa aquí un verbo griego (aporfanízō) que está relacionado con un término (orfanós) que aparece en plural en Snt 1:27, donde se traduce como “huérfanos”. Este verbo podría traducirse más literalmente como “ser hechos huérfanos” o “quedar huérfanos”. Pero no solo se usaba para los hijos que perdían a uno de los padres. También se usaba para referirse a la pérdida de un ser querido en general, como cuando los padres pierden a un hijo. En los versículos 7 y 11 de este capítulo, Pablo se compara a sí mismo y a sus compañeros a una madre que amamanta y a un padre cariñoso. Así que es posible que en este versículo haya usado este verbo para indicar que tanto él como sus compañeros se sentían como padres que habían perdido a sus hijos. Así expresa la profunda tristeza que sentían al verse privados de la compañía de su familia espiritual de Tesalónica. Este es un ejemplo más de cómo Pablo usaba términos que tienen que ver con la familia para describir su relación con otros cristianos. Ver las notas de estudio de 1Te 2:7, 11.
por un poco de tiempo. Esta es la única vez que se usa esta frase hecha en las Escrituras Griegas Cristianas. Podría traducirse más literalmente como “por un periodo de una hora” o “por un tiempo fijado de una hora”. Parece que la idea de este versículo es que, aunque Pablo acababa de ver a sus hermanos de Tesalónica —tal vez pocos meses antes—, estaba deseando volver a verlos. Les estaba confirmando que, pese a que se habían visto obligados a separarse, él había hecho todo lo posible para reunirse con ellos. Y, para consolarlos, les envió a Timoteo (1Te 3:1, 2).
Satanás nos impidió el paso. La expresión griega que aquí se traduce como “nos impidió el paso” también podría traducirse como “nos bloqueó el camino” o “nos puso obstáculos”. Pablo usa este mismo verbo en Ro 15:22. Este verbo a veces se refería a la práctica de inutilizar una carretera para hacerla intransitable y también a la táctica militar de romper las líneas enemigas. Puede que Pablo estuviera pensando en alguna maniobra empleada por sus opositores de Tesalónica para impedir que regresara allí. Fuera cual fuera el obstáculo, Pablo muestra aquí por inspiración que el culpable era Satanás, ya que sabía que él es “el dios de este sistema”. Ver las notas de estudio de Jn 12:31; 2Co 4:4.
corona de alegría. Pablo dice que los cristianos de Tesalónica son una “corona de alegría”. Es posible que estuviera pensando en la corona o guirnalda para la cabeza que se les entregaba como muestra de honra y reconocimiento a los grandes mandatarios que iban de visita, a los siervos públicos prominentes o a los atletas destacados. Además de transmitir la idea de un sentimiento de felicidad, el término griego que se traduce como “alegría” también puede referirse al hecho de presumir o sentirse orgulloso de algo. Aquí se usa en sentido positivo y se refiere a una satisfacción o a un orgullo sano por haber contribuido a formar la congregación cristiana de Tesalónica (2Te 1:4; comparar con Flp 4:1). Comparar con la nota de estudio de 2Co 10:17.
presencia. Esta es la primera de las seis veces que Pablo menciona la presencia de Cristo en las dos cartas que dirige a los tesalonicenses (ver glosario, presencia; ver también “Información sobre 1 Tesalonicenses”). Pablo espera con ansias la presencia del Señor Jesús, y le encanta la idea de que sus queridos hermanos cristianos reciban su recompensa durante ese tiempo. Más adelante en esta carta, pide en oración: “Que él haga sus corazones firmes e intachables en santidad ante nuestro Dios y Padre durante la presencia de nuestro Señor Jesús con todos sus santos” (1Te 3:13). Ver la nota de estudio de 1Co 15:23.