Tienen perros para protección

“CUIDADO con el perro,” pintado en un anaranjado brillante, era el cartel más en boga en una parte de la ciudad de Nueva York. En segundo lugar venía un cartel de apariencia más oficial: “Esta propiedad está protegida por perros guardianes.”

No se puede culpar a la gente por buscar protección, especialmente después de ser repetidamente atracada o de sufrir robos con escalo. Pero, ¿son los perros la solución? ¿Son verdaderamente un freno eficaz del crimen?

El entrenador de perros Arthur J. Haggerty, quien ha tenido más de setenta perros alquilados en trabajos nocturnos en lugares de construcción en Nueva York, dice: “Los constructores nos han dicho que las raterías y el vandalismo comienzan a menguar en cuanto colocan un cartel que dice ‘Advertencia... Esta zona está patrullada por un perro de ataque.’ En cuanto llega un perro, los ladrones sencillamente se ocupan de robos más fáciles.”

Los perros también han sido útiles para proteger tiendas. “Me robaron ocho veces en cuatro años,” dijo Martin Blauvelt, el propietario de una pequeña tienda de licores, mientras acariciaba a su enorme pastor alemán. “Pero desde que compré a Hércules hace dos años, nadie ha tenido el valor de intentar nada.”

En las grandes tiendas de departamentos, perros de ataque especialmente entrenados acompañados por un entrenador patrullan los pisos de noche. Aunque los ladrones quizás puedan esconderse de los guardias humanos, no es tan fácil ocultarse de un perro. Durante el año pasado, según Emanuel J. Falcone, director de seguridad en Gimbels, más de dieciocho personas fueron aprehendidas con la ayuda de perros en una de sus tiendas en Nueva York.

Muchos amos de casa, también, ahora consideran a un perro vital para su protección. Por ejemplo, un hombre de familia que vive en una zona de mucho crimen explicó: “Por lo general no tendría un perro en la ciudad, especialmente uno grande. Pero cada hogar en este edificio ha sido robado excepto el nuestro. Además, tendría temor de dejar a mi esposa salir sola sin él.”

Un joven que fue entrevistado mientras paseaba a su perro pastor de fiero aspecto en el sector de Brooklyn Heights en Nueva York pensaba de modo similar. Había sido asaltado dos veces en meses recientes, una vez fue gravemente apuñaleado. “No hubiera sucedido,” afirmó él, “si mi perro hubiera estado conmigo. Rara vez salgo sin él ahora.”

Hasta los perros pequeños son valiosos, dice Diana Henley de la Asociación para la Prevención de Crueldades contra los Animales. De sus propios chihuahuas, ella señaló: “No le podrían hacer mucho daño a nadie, pero son excelentes para alertarme si hay alguien afuera.” Ella también tiene un gran labrador negro que ha gruñido y espantado a posibles asaltantes que la habían seguido mientras paseaba por la calle.

Aun en muchos pueblos pequeños y zonas rurales ahora se considera importante tener perros. Por ejemplo, un joven que vive en el campo, en Wallkill, Nueva York, recientemente pagó 1.400 dólares por un perro de guardia entrenado.

Características instintivas

Esos ejemplos se podrían volver a repetir miles de veces. Se calcula que en los Estados Unidos los dueños de casa mantienen más de veinticinco millones de perros. Y Tom Nova, un entrenador de perros, afirma que por mucho la mayor parte de ellos instintivamente protegen la casa. Además, dice él, muchos miles de perros guardianes entrenados se tienen específicamente para protección.

La mayor parte de los dueños de perros probablemente han observado un instinto protector en sus perros. Concerniente a esto, The New Dog Encyclopedia dice:

“Una vez que un perro ha aceptado a una persona o familia como su amo, inmediatamente desarrolla un bien definido sentido de propiedad y está preparado para defenderlos a ellos, a su hogar y posesiones de todos los intrusos. Este sentido de guardián está presente en casi todos los perros, prescindiendo de raza, aunque naturalmente se hace sentir más en los animales más atrevidos y agresivos. Actualmente la ciencia y las autoridades caninas reconocen este rasgo guardián como un instinto definido.”

Este instinto protector puede ser estimulado y desarrollado a un alto grado de eficacia. De este modo un perro se puede convertir en un arma más eficaz, en ciertas circunstancias, que un revólver cargado. Sin embargo, para esto se requiere un entrenamiento especial. No obstante un perro puede proveer excelente protección sin nada de ese entrenamiento.

Los entrenadores profesionales tienden a catalogar los perros según la protección que proveen. Por ejemplo, el llamado “perro imagen” es uno grande e imponente, que pertenece a una raza con la reputación de agresividad, como el pastor alemán. Sin embargo, no es necesario que el perro tenga ninguna tendencia agresiva. Puede ser de genio apacible y bueno con los niños. Su sola apariencia es un freno para los malhechores. Es interesante el hecho de que por lo general se teme más a un perro de color oscuro que a uno de color claro, y por lo tanto los de color oscuro son mejores como “perro imagen.”

Un “perro guardián” es un perro casero que ladra, lo cual por lo general es su principal eficacia. Sin embargo puede por instinto mostrar señales de agresión en la situación apropiada. Quizás hasta muerda a un intruso, pero puesto que no ha tenido verdadero entrenamiento para guardia, hay poca garantía de que lo hará. Uno pudiera considerar a un gran “perro imagen” el mejor perro guardián, pero hasta los pequeños perros de lanas o los chihuahuas de apariencia inofensiva también lo pueden ser.

Entonces están los perros con varios grados de entrenamiento de guardia. A algunos sencillamente se les entrena a obedecer, y esto se desarrolla hasta el grado de saltar en protección o a la orden de su propietario, o ante la provocación. Pero solo se les ha enseñado a morder a un grado muy limitado.

Es diferente con el “perro guardián” completamente entrenado. Ha sido entrenado para pelear, y el poder de su mordida se desarrolla por medio de la práctica hasta el grado en que puede romper un brazo o partir una clavícula. Aprende a protegerse a sí mismo y a su entrenador de un cuchillo, un arma y un garrote. Esa clase de perro ha sido comparado con un soldado profesional que se siente más cómodo en la batalla que en la vida civil.

Al perro se le entrena atraillado. Un entrenador lo sostiene mientras un “agresor” lo agita con saña creciente... por medio de gritos, ademanes amenazadores, hundiéndole un palo de punta redonda en la ingle, y así por el estilo. El “agresor” puede protegerse con una manga fuertemente acolchada en el brazo, o sostener una bolsa de harpillera que el perro muerde. Se fortalece la confianza del perro en estos ataques porque él siempre ahuyenta al agresor. Nunca pierde. Así se le enseña a creer que puede dominar a cualquier oponente.

A un perro de guardia superior a veces se le llama un “perro de ataque.” En vez de solo unas pocas semanas o meses de entrenamiento, quizás requiera un año o más. Un perro de esa clase se puede vender por 4.000 dólares o más. No solo protege a su propietario sino que ataca a una persona específica a una orden. Este perro es, en todo el sentido de la palabra, un arma.

¿Son seguros los perros entrenados?

Teóricamente lo son, puesto que se supone que solo ataquen a una orden, o bajo verdadera provocación. Así es que se relatan experiencias de perros guardianes que se han escapado y que transeúntes han ayudado a volver a casa sin notar nada raro en ellos. Sin embargo también ocurren experiencias diferentes. El otoño pasado en Nueva Jersey dos de esos perros mantenidos para proteger equipo de contratistas escaparon y mataron a Hubert Russell de seis años de edad. Al lanzarse sobre los policías, fueron muertos.

Ni siquiera los propietarios pueden estar seguros. Craig Iwig, de Nueva York, pagó 1.200 dólares a un bien conocido entrenador de perros por un pastor alemán para proteger su negocio de reparaciones de TV. El perro trabajó bien por unos seis meses. Pero entonces cierto domingo, mientras estaba solo en su negocio, Iwig se agachó para recoger una herramienta. El perro dio un salto, golpeándolo en un lado de la cara, y raspando su cuero cabelludo con sus dientes.

“Las armas se disparan, y lo mismo pasa con los perros,” observa el entrenador Tom Nova. “Igual que los humanos, los perros, también, cometen errores. Entienden mal. Dos jóvenes quizás estén retozando, y un perro guardián quizás golpee a uno de ellos. Eso sucede. Yo nunca tendría uno en casa.”

Muchos entrenadores concuerdan con él. Vacilan mucho en vender un perro guardián para usarlo en casa; algunos sencillamente rehúsan vender uno a una familia con niños. Según lo explicó el entrenador Jack Healy: “Tarde o temprano los niños molestan al animal, y hasta el perro más excelente puede golpear a un niño, si es provocado lo suficientemente.”

¿Le conviene un perro guardián?

Puede que los departamentos de policía y los dueños o las personas a cargo de negocios, compañías de construcción, empresas de transporte y otros establecimientos comerciales decidan que los perros guardianes entrenados profesionalmente les convienen. Pero, ¿le conviene a usted esa clase de perro?

Uno pudiera preguntarse: ¿Tendría yo una pistola cargada? ¿La tendría en la casa donde los niños pudieran jugar con ella? Si no, ¡un perro de guardia entrenado no le conviene! El riesgo, sin mencionar el alto precio de esa clase de perro, sencillamente no vale la pena, salvo tal vez bajo las más extremas circunstancias.

Sin embargo, debido al vertiginoso aumento del crimen, uno quizás decida tener un perro guardián, o un llamado “perro imagen.” Pero antes de hacerlo calcule el costo. El dueño de un pastor alemán de 34 kilos en la ciudad de Nueva York recientemente calculó la cuenta semanal de su alimentación en $3,40. ¡Eso es más de 175 dólares al año! Luego está el costo de los collares, cadenas, licencia y quizás los honorarios del veterinario. Y recuerde, un perro que se tiene en un apartamento necesita que lo paseen afuera por lo menos una o dos veces al día.

Los perros pueden ser animales domésticos y compañeros maravillosos. ¡Qué triste que las condiciones mundiales sean tan malas que los entrenen para atacar a la gente! Felizmente, la promesa de la Palabra de Dios es que pronto, bajo Su justo gobierno del Reino, toda la humanidad disfrutará de verdadera seguridad, sin necesidad de tener perros para protección.—Isa. 11:6-9.