BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g85 22/2 pág. 3
  • ¡El trabajar cuesta!

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¡El trabajar cuesta!
  • ¡Despertad! 1985
  • Información relacionada
  • Parejas que trabajan... la clave del éxito
    ¡Despertad! 1985
  • El salario de la esposa... ¿vale la pena?
    ¡Despertad! 1985
  • Duras realidades que afronta la mujer que trabaja
    ¡Despertad! 1981
  • Matrimonios en que ambos cónyuges trabajan por salario... los desafíos a que se encaran
    ¡Despertad! 1985
Ver más
¡Despertad! 1985
g85 22/2 pág. 3

¡El trabajar cuesta!

“YO NO quería que mi esposa trabajara —admitió cierto esposo—. Pero cuando uno no puede ‘pasarlo con lo que tiene’, hay que transigir. De modo que ella comenzó a trabajar, y eso ha hecho un poco más fácil la situación.”

Por todo el mundo los matrimonios están diciendo que se les hace difícil vivir con un solo salario. En Australia, Francia y Suecia, el costo del alimento y las viviendas casi se duplicó entre 1975 y 1982. En los Estados Unidos, ¡el costo de alimentar a una familia de cuatro miembros aumentó de unos $67 semanales, en 1975, a más de $100 semanales, en 1983! El costo de poseer un automóvil y mantenerlo en funcionamiento casi se triplicó entre 1970 y 1981 en los Estados Unidos.

Las lúgubres estadísticas continúan sin fin. Y si los salarios no se mantienen al ritmo de la inflación (como ocurre a menudo), a los matrimonios quizás les parezca que les queda un solo remedio: Que la esposa consiga un empleo. John Naisbitt, analista social y autor de libros que han sido éxitos de librería, afirma que si las tendencias actuales continúan, “85 por 100 de las estadounidenses estarán trabajando” para el año 2000.

No obstante, con demasiada frecuencia el segundo salario está muy lejos de ser una panacea financiera. En primer lugar, a las mujeres generalmente se les paga mucho menos que a los hombresa. Es cierto que algunos matrimonios que están luchando por hacer equilibrios para vivir aceptan con gusto cualquier salario que la esposa pueda ganar. Sin embargo, los autores de Making It Together as a Two-Career Couple nos dicen además: “Una de las duras realidades de la vida que no comprenden muchos matrimonios en que cada cónyuge sigue una carrera es que cuesta dinero ganar dinero. [...] A menos que tengan presente esta dura realidad, los matrimonios tienden a tener esperanzas poco realistas en cuanto a la cantidad de ingresos disponibles que tendrán cuando ambos trabajen”.

Así que reste al salario de la mujer el pago de impuestos, el costo del cuidado de los hijos, los aumentos en el presupuesto de la compra de alimentos (cuando ambos cónyuges trabajan, rara vez tienen tiempo para buscar ventas especiales y a menudo comen en restaurantes o consumen alimentos convenientes), el transporte, la ropa y gastos variados... y en muchos casos no queda mucho del salario de la esposa. Por eso Joanne, secretaria bilingüe y traductora, dejó su empleo. Ella explica: “Mi esposo y yo [...] calculamos que difícilmente valdría la pena”.

Las familias están descubriendo que el salario de la esposa ‘cuesta’ también en otros sentidos. Y algunas personas se preguntan si esto vale la pena.

[Nota a pie de página]

a En los Estados Unidos, la mujer de término medio gana 59 por 100 del salario del hombre de término medio. En el Japón, las mujeres constituyen hasta 34 por 100 de la mano de obra; sin embargo, una mujer gana más o menos 50 por 100 de lo que gana un hombre. Hasta en Suecia, donde hay “la aproximación más cercana a la igualdad de salarios entre ambos sexos en el mundo”, las mujeres ganan aproximadamente 80 por 100 de lo que ganan los hombres.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir