¿Son evitables las escuchas indiscretas?

Puede ser que estén escuchando indiscretamente sus conversaciones.

Es posible que conozcan algunos de sus secretos más íntimos. ¿Tiene planes para el próximo fin de semana? Quizás ellos ya lo sepan. ¿Quiénes son ellos? Son personas aficionadas a escuchar las conversaciones que se mantienen por teléfono inalámbrico. Si lo desean, pueden mantener un registro escrito sobre, por ejemplo, el número de su tarjeta de crédito, dónde trabaja y su salario. De hecho, suelen tener un libro en el que anotan los nombres de las personas que usan con regularidad el teléfono inalámbrico.

Puede que usted los conozca o puede que no. Es posible que vivan en su misma manzana o a kilómetros de distancia. En la mayoría de los países esta afición no es ilegal, y es muy fácil practicarla.a

Por unos cuantos cientos de dólares se puede comprar una radio con escáner y conectarla a una antena exterior. El escáner puede detectar señales de un amplio espectro de aparatos de comunicación inalámbricos. Algunos aficionados prefieren utilizar escáneres portátiles. Su poco peso y reducido tamaño hace posible que el aficionado se pasee tranquilamente por un vecindario sintonizando las conversaciones ajenas.

En condiciones atmosféricas favorables, un aficionado podría escuchar las llamadas de los buscapersonas de un hospital cercano, las conversaciones por radio de la comisaría de policía y los mensajes dados por los interfonos domésticos. Un escáner también puede captar con facilidad la señal emitida por los micrófonos inalámbricos empleados en algunas representaciones teatrales. Algunos aficionados están equipados para escuchar conversaciones hasta a 90 kilómetros de distancia.

¿Qué puede hacer usted para impedir que estos aficionados invadan su intimidad con sus escáneres? No mucho si suele utilizar teléfonos inalámbricos. Por supuesto, existen aparatos caros para codificar las llamadas telefónicas, pero sería necesario que dispusieran de ellos tanto usted como su interlocutor.

Sin embargo, hay algo que sí puede hacer. No emplee aparatos inalámbricos cuando sus conversaciones sean de naturaleza confidencial. Y asegúrese de que su interlocutor tome también esta precaución. De otro modo, sus secretos estarán flotando en el aire, a la espera de que alguien los detecte y los escuche.

Lo que no puede hacer es quitar a esas personas su afición. Aunque les dificulte escuchar sus conversaciones, no les será difícil encontrar a otra víctima. Mientras la gente siga comprando aparatos inalámbricos y comunicándose por medio de ellos, para bien o para mal, la afición a las escuchas indiscretas será inevitable.

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