Perseguidos por decir la verdad
LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ no apoyan las creencias ni las prácticas en torno a Kimbilikiti, pues éstas no están de acuerdo con los principios bíblicos. Los Testigos han sido libertados por la verdad que han hallado en la Palabra de Dios, la Biblia (Juan 8:31, 32). Por consiguiente, no permiten que a sus hijos los circunciden según los ritos de iniciación de Kimbilikiti. Los Testigos tampoco dan la comida, el dinero ni los artículos que se les exige durante los períodos de iniciación, ni sus mujeres participan en las sesiones obligatorias de pesca que se organizan con el mismo propósito.
Es interesante que, con relación a la matanza de los Testigos que se mencionó anteriormente, el fiscal del estado dijo en su recomendación al tribunal: ‘Ciertos warengas, que en el pasado participaron en los ritos de Kimbilikiti y que conocen los secretos, se asocian ahora con los testigos de Jehová. Han revelado los secretos, particularmente los que tienen que ver con la inexistencia del espíritu llamado Kimbilikiti. Por consiguiente, han desenmascarado la falsedad que hay tras las ofrendas que supuestamente exige el mencionado espíritu, que de acuerdo con los testigos de Jehová es un enorme engaño organizado por los hombres de mayor edad que dirigen las ceremonias’.
A medida que personas de la tribu rega aceptan las enseñanzas bíblicas, que son verdaderas, sucede que la verdad y la esperanza de la resurrección reemplazan a la superstición y el temor a la muerte (Juan 5:28, 29). Los insultos a madres, esposas y hermanas son sustituidos por el respeto a las mujeres. (Efesios 5:21–6:4; 1 Timoteo 5:1, 2.)
Muy contrario a esto, las muchas iglesias y misiones de la cristiandad permiten que sus miembros practiquen la religión tribual bajo la apariencia de un supuesto cristianismo. De hecho, a muchos sacerdotes y sumos sacerdotes de Kimbilikiti se les considera miembros leales y respetables de diversas iglesias. ¡Cuánto difiere esto de la actitud del apóstol Pablo! Él escribió: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos. Porque ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? [...] ¿Y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos?”. (2 Corintios 6:14-16.)
Muy a menudo los que se asocian estrechamente con Kimbilikiti y las iglesias ortodoxas han causado dificultades a los testigos de Jehová. Estos opositores se parecen mucho a los fabricantes de ídolos de la antigua Éfeso. Consideraban que Pablo, quien probó que “no son dioses los que son hechos con las manos”, ponía en peligro el negocio de ellos (Hechos 19:23-28). El mismo principio aplica a la verdad de que el espíritu de Kimbilikiti no existe.
Los testigos de Jehová sienten la obligación de dar a conocer verdades como éstas. Por supuesto, a veces han sufrido persecución debido a decir la verdad. Pero ¿qué se puede aprender del aguante fiel que ellos han desplegado?