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Notas de estudio de 2 Corintios. Capítulo 7La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo (edición de estudio)
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limpiémonos de todo lo que contamina. Tanto el verbo griego traducido como “limpiar” como los términos relacionados (traducidos como “purificación”, “limpio” y “puro”) tienen un significado amplio. Pueden referirse a estar física y ceremonialmente limpios (Mt 23:25; Lu 2:22; 5:14; Jn 11:55), a ser limpiados del pecado (2Pe 1:9) y a tener la mente, el corazón y la conciencia limpios o puros (1Ti 1:5; Tit 1:15; Heb 9:14). El verbo también puede referirse a curar enfermedades (Mt 8:2; 11:5; Mr 1:40-42; Lu 17:14; ver la nota de estudio de Lu 4:27). En este versículo, Pablo lo usa con su sentido más amplio para referirse a la limpieza física, moral y espiritual.
el cuerpo y el espíritu. Lit. “la carne y el espíritu”. El cuerpo físico se puede contaminar con prácticas que lo ensucien o lo dañen de algún modo. Y el espíritu, es decir, la actitud mental, se contamina cuando la persona va en contra de las doctrinas y valores morales que enseñan las Escrituras. Al mencionar “el cuerpo y el espíritu” juntos, Pablo abarca todo lo relacionado con la vida del cristiano, tanto en sentido físico como moral.
perfeccionando nuestra santidad con el temor de Dios. En las Escrituras Griegas Cristianas, las palabras que se traducen como “santo” y “santidad” se refieren a la condición de estar apartado para el servicio de Jehová. En este y en otros versículos también se usan para referirse a la conducta limpia de una persona (Mr 6:20; 1Pe 1:15, 16). La forma del verbo griego que aquí se traduce como “perfeccionando” puede dar la idea de lograr poco a poco que algo llegue a estar completo. Así que la santidad no se alcanza de un momento para otro. Más bien, se consigue mediante un proceso constante. Los cristianos van mejorando a medida que se esfuerzan por cumplir cada vez más las normas perfectas de Dios. Y lo hacen motivados por un sano “temor de Dios”, que nace de un profundo amor y respeto hacia él (Sl 89:7).
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