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Examinemos las Escrituras todos los días 2026
es26

Enero

Jueves 1 de enero

Lleguen a ser adultos en su entendimiento (1 Cor. 14:20).

Uno de los momentos más felices en la vida de un matrimonio es cuando nace su bebé. Como es natural, sienten un gran amor por el recién nacido. Pero obviamente no quieren que sea un bebé para siempre. De hecho, si no creciera, se preocuparían muchísimo. De manera parecida, Jehová se siente muy feliz al vernos dar nuestros primeros pasos en sentido espiritual, pero no quiere que seamos siempre “niños pequeños” (1 Cor. 3:1). Más bien, espera que todos los cristianos “lleguen a ser adultos”. En la Biblia, la idea de ser un cristiano adulto no tiene que ver necesariamente con la edad. De hecho, la palabra griega que se traduce “adulto” también puede significar “maduro”, “perfecto” y “completo” (1 Cor. 2:6). Así que llegamos a ser cristianos adultos o maduros cuando en sentido espiritual crecemos y dejamos de ser como niños. ¿Quiere decir eso que cuando alguien alcanza la madurez espiritual ya no tiene que hacer nada más? No. Se espera que siempre siga progresando (1 Tim. 4:15). w24.04 14:1, 3

Viernes 2 de enero

Mi tienda estará con ellos; yo seré su Dios (Ezeq. 37:27).

Si le preguntaran qué es Jehová para usted, puede que responda: “Jehová es mi amigo, mi Padre y mi Dios”. O quizás utilice otros títulos o descripciones. Pero ¿diría que es su anfitrión? El rey David comparó la amistad que tiene Jehová con sus siervos fieles con la relación que tiene un anfitrión con sus invitados. Preguntó: “Oh, Jehová, ¿quién puede ser huésped en tu tienda? ¿Quién puede residir en tu santa montaña?” (Sal. 15:1). Estas palabras inspiradas nos enseñan que podemos ser huéspedes de Jehová, es decir, sus amigos. Jehová estuvo solo hasta que hizo su primera creación. Así que el primer invitado que tuvo en su tienda simbólica fue su Hijo primogénito. ¡Y qué feliz le hizo convertirse en anfitrión! La Biblia indica que la “mayor alegría” de Jehová era su Hijo y que su primer invitado siempre se “sentía feliz delante de él” (Prov. 8:30). w24.06 23:1-3

Sábado 3 de enero

Sadoc era un joven fuerte y valiente (1 Crón. 12:28).

Imagine la siguiente escena. Una multitud de más de 340.000 hombres se ha reunido para hacer a David rey de todo Israel. Durante tres días, se escucha cómo resuenan por las colinas cerca de Hebrón las animadas conversaciones de los hombres y las canciones de alabanza (1 Crón. 12:39). Allí hay un hombre joven llamado Sadoc, que muy probablemente no destaca entre toda la multitud. Sin embargo, Jehová se fijó en él y quiso que supiéramos que aquel joven estaba allí (1 Crón. 12:22, 26-28). Sadoc era un sacerdote que trabajaba de cerca con el sumo sacerdote Abiatar. También era vidente, es decir, una persona a la que Jehová le había dado mucha sabiduría y la capacidad de entender su voluntad (2 Sam. 15:27). Era un hombre muy valiente. Durante estos últimos días, Satanás está atacando cada vez más al pueblo de Dios (1 Ped. 5:8). Mientras esperamos a que Jehová acabe con Satanás y su malvado sistema, tenemos que ser valientes (Sal. 31:24). De esa manera podemos imitar el ejemplo de Sadoc. w24.07 27:1-3

Domingo 4 de enero

Adán vivió 930 años en total. Entonces murió (Gén. 5:5).

Cuando Jehová creó a Adán y Eva, quería que fueran felices. Por eso les dio un bonito hogar, el regalo del matrimonio y la fascinante tarea de llenar el planeta de personas y hacer que toda la Tierra fuera un paraíso como el jardín de Edén. Solo les prohibió una cosa y les advirtió que, si decidían desobedecerlo, morirían. Y ya sabemos lo que pasó: un espíritu malvado, que no les tenía ningún amor ni a Jehová ni a ellos, entró en escena y los tentó para que pecaran. Adán y Eva, en vez de confiar en su amoroso Padre, le hicieron caso a él y pecaron. Como no podía ser de otra manera, ocurrió lo que Jehová dijo que pasaría. Desde ese día en adelante tuvieron que afrontar las consecuencias: empezaron a envejecer y finalmente murieron (Gén. 1:28, 29; 2:8, 9, 16-18; 3:1-6, 17-19, 24). w24.08 31:3

Lunes 5 de enero

Pongan en práctica la palabra y no se limiten a oírla (Sant. 1:22).

Jehová y su querido Hijo desean que seamos felices. Salmo 119:2 dice: “Felices los que hacen caso de sus recordatorios, los que lo buscan con todo el corazón”. Y Jesús también dijo: “¡Felices los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica!” (Luc. 11:28). Los siervos de Jehová somos felices porque leemos la Palabra de Dios con regularidad y nos esforzamos por poner en práctica lo que aprendemos (Sant. 1:22-25). Así agradamos a Jehová (Ecl. 12:13). Por otro lado, seguir los consejos de la Palabra de Dios nos ayuda a llevarnos mejor con los miembros de nuestra familia y a ser mejores amigos de los hermanos de la congregación. Además, nos ahorramos muchos de los problemas que sufren quienes no obedecen las normas de Jehová. Es como dijo el rey David en una canción después de mencionar la ley, las órdenes y las sentencias de Jehová: “Para quien las obedece hay una gran recompensa” (Sal. 19:7-11). w24.09 36:1-3

Martes 6 de enero

Sana a los que tienen el corazón destrozado y venda sus heridas (Sal. 147:3).

Jehová está muy pendiente de todo lo que nos pasa. Conoce bien nuestras alegrías y nuestras penas (Sal. 37:18). Cuando ve que nos esforzamos al máximo por servirle incluso en los momentos de angustia, se siente muy orgulloso de nosotros. Pero eso no es todo; desea apoyarnos y consolarnos. Hablando de “los que tienen el corazón destrozado”, Salmo 147:3 dice que Jehová “venda sus heridas”. Este texto describe cómo él cuida con ternura a quienes están heridos en sentido emocional. ¿Qué tenemos que hacer para beneficiarnos de todos los cuidados que nos da? Pongamos un ejemplo. Si una persona tiene una herida, puede acudir a un buen médico, pero para curarse tendrá que seguir al pie de la letra todas sus instrucciones. Pues bien, por medio de su Palabra, Jehová les habla a quienes tienen una herida emocional y les da consejos con mucho amor. w24.10 40:1, 2

Miércoles 7 de enero

Todos fueron destruidos (Gén. 7:23).

¿Qué pasará con las personas a las que Jehová destruyó porque las consideró injustas? En el pasado dijimos que esas personas no iban a resucitar. Hay muchos relatos bíblicos que hablan de ocasiones en las que Jehová acabó con personas a las que consideró injustas. Por ejemplo, en el Diluvio murieron todas las personas de la Tierra excepto Noé y su familia. Más tarde, Jehová les ordenó a los israelitas que acabaran con los habitantes de las siete naciones que había en la Tierra Prometida. Y en otra ocasión hizo que un ángel matara a 185.000 soldados asirios en una sola noche (Deut. 7:1-3; Is. 37:36, 37). En estos casos, la Biblia no nos da suficiente información para afirmar que Jehová destruyó para siempre a todas esas personas y que por tanto no van a resucitar. Aunque sabemos que Jehová destruyó a estos grupos de personas como conjunto, no sabemos cómo veía a cada una de esas personas ni tampoco si tuvieron la oportunidad de aprender sobre él y arrepentirse. w24.05 18:5-7

Jueves 8 de enero

Sigue venciendo el mal con el bien (Rom. 12:21).

Jesús puso una comparación de una viuda que le pedía una y otra vez a un juez que se le hiciera justicia. Seguro que los discípulos podían ponerse en el lugar de la mujer porque en aquella época muchas personas sufrían injusticias (Luc. 18:1-5). Nosotros también podemos entender cómo se debió sentir aquella viuda porque a todos se nos ha tratado injustamente alguna vez. No nos sorprende que nos traten así porque el prejuicio, la desigualdad y la opresión son el pan de cada día en este mundo (Ecl. 5:8). Lo que quizás sí nos sorprenda es que un hermano o una hermana nos trate mal. Claro, ellos no son como los que se oponen a la verdad. Pero, como son imperfectos, puede que a veces sean injustos con nosotros. Podemos aprender mucho de cómo reaccionó Jesús cuando fue víctima de injusticias por parte de malvados enemigos. Si nos esforzamos por ser pacientes con nuestros enemigos cuando nos tratan injustamente, ¿cómo no lo vamos a hacer con nuestros hermanos? w24.11 44:1, 2

Viernes 9 de enero

¿Dónde compraremos pan para que esta gente coma? (Juan 6:5).

El pan era un alimento básico en tiempos bíblicos (Gén. 14:18; Luc. 4:4). Era tan importante que la Biblia a veces lo usa para referirse a la comida en general (Mat. 6:11; Hech. 20:7, nota de estudio). El pan fue también un elemento central de dos milagros de Jesús muy conocidos (Mat. 16:9, 10). Uno de esos relatos se encuentra en el capítulo 6 de Juan. Los apóstoles habían terminado una gira de predicación. Jesús cruzó con ellos el mar de Galilea en barca y los llevó a un lugar retirado cerca de la ciudad de Betsaida para que pudieran descansar (Mar. 6:7, 30-32; Luc. 9:10). Pero enseguida se vieron rodeados por miles de personas que vinieron a ver a Jesús. Y él no las ignoró. Bondadosamente, dedicó tiempo a hablarles del Reino y a curar a los enfermos. Como se estaba haciendo tarde, los discípulos se preguntaban cómo haría toda esa gente para conseguir algo de comer. Algunos quizás llevaban unas pocas provisiones, pero la mayoría tendría que ir a las aldeas y comprar comida (Mat. 14:15). w24.12 48:1, 2

Sábado 10 de enero

El regalo que Dios da es la vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor (Rom. 6:23).

Nuestros primeros padres, Adán y Eva, eran perfectos y vivían en un hermoso paraíso (Gén. 1:27; 2:7-9). Podrían haber disfrutado para siempre de una vida feliz y próspera. Pero entonces todo cambió. Perdieron su bello hogar y la posibilidad de vivir para siempre. ¿Qué herencia les dejaron a sus futuros hijos? La Biblia nos dice: “Por medio de un solo hombre [Adán], el pecado entró en el mundo y por medio del pecado entró la muerte, y así fue como la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos habían pecado” (Rom. 5:12). La herencia que nos dejó Adán es el pecado, que nos lleva a la muerte. El pecado heredado es como una deuda enorme que ninguno de nosotros puede pagar (Sal. 49:8). Jesús comparó los pecados a “deudas” (Mat. 6:12; Luc. 11:4). Por decirlo así, cuando pecamos, contraemos una deuda con Jehová que tenemos que pagar. Si él no hubiera hecho nada para quitarnos esa deuda, la única manera que tendríamos de pagarla sería con la muerte (Rom. 6:7). w25.02 6:2, 3

Domingo 11 de enero

Les he dado a conocer tu nombre (Juan 17:26).

Llevarles la verdad del Reino de Dios a las personas es un privilegio inmenso. De hecho, no todo el mundo puede hacerlo. Por ejemplo, cuando Jesús estuvo en la Tierra, no permitió que los demonios dieran testimonio sobre él (Luc. 4:41). En nuestros tiempos, para que una persona pueda salir a predicar con los testigos de Jehová, primero tiene que llenar unos requisitos. ¿Cómo demostramos que valoramos el privilegio que tenemos de predicar? Aprovechando toda oportunidad para dar testimonio. Al igual que Jesús, tenemos la meta de plantar y regar las semillas de la verdad en los corazones de las personas (Mat. 13:3, 23; 1 Cor. 3:6). La organización de Jehová imita el ejemplo de Jesús haciendo todo lo posible para que las personas sepan cómo se llama Dios. Una de las principales herramientas para lograrlo es la Traducción del Nuevo Mundo, que está disponible —entera o en parte— en más de 270 idiomas. w24.04 15:8, 9

Lunes 12 de enero

Su esposo se pone de pie y la alaba (Prov. 31:28).

Algunos esposos que tienen matrimonios muy felices tienen la costumbre de mostrarles todos los días a sus esposas cuánto las quieren (1 Juan 3:18). Un cristiano casado puede hacer eso con cosas pequeñas, como por ejemplo tomarla de la mano o darle un tierno abrazo. También puede enviarle mensajes diciéndole “Te extraño” o “¿Qué tal va el día?”. De vez en cuando puede escribirle una carta o una tarjeta bonita con palabras bien pensadas. Cuando un esposo hace estas cosas le da honra a su esposa y fortalece el matrimonio. También le da honra diciéndole por qué la valora y haciéndola sentir bien. Por ejemplo, no olvida darle las gracias por todo el apoyo que ella le brinda (Col. 3:15). Cuando un esposo alaba sinceramente a su esposa, ella se siente segura, querida y honrada. w25.01 2:15, 16

Martes 13 de enero

Yo, Jehová, soy tu Dios, el que te guía por el camino en que debes andar (Is. 48:17).

El Salmo 15 termina con esta promesa: “A quien actúa así nada lo sacudirá jamás”. De esta manera, el salmista nos indica que Jehová nos ha dado ciertos requisitos porque quiere que seamos felices. De ahí que nos enseñe cómo conseguir su bendición y su protección. A los huéspedes de Jehová que se mantengan fieles les espera un futuro maravilloso. Los ungidos serán recibidos en el cielo, donde Jesús les ha preparado “muchos lugares donde vivir” (Juan 14:2). Los demás cristianos disfrutarán en la Tierra de las bendiciones que se prometen en Apocalipsis 21:3. ¡Qué gran honor haber recibido la hermosa invitación para ser amigos de Jehová! ¡Podremos ser huéspedes en su tienda por toda la eternidad! (Sal. 15:1-5). w24.06 24:19, 20

Miércoles 14 de enero

Denle a Jehová la gloria que su nombre merece (Sal. 96:8).

En la Biblia, la palabra gloria puede referirse a lo que hace que alguien sea impresionante. Poco después de que la nación de Israel fue liberada de la esclavitud en Egipto, Jehová mostró su gloria de una manera espectacular. Imaginemos la escena: millones de israelitas están reunidos al pie del monte Sinaí para escuchar lo que Dios va a decirles. Una densa nube envuelve la montaña. Se produce un enorme terremoto y de la montaña empieza a salir humo mientras se ven relámpagos y se oyen truenos y un ensordecedor sonido de cuerno (Éx. 19:16-18; 24:17; Sal. 68:8). Sin duda, los israelitas debieron de sentirse profundamente impresionados ante aquella impactante manifestación de la gloria de Jehová. Hoy en día le damos gloria a Jehová hablándoles a las personas de su impresionante poder y de sus maravillosas cualidades, y dándole el mérito por todas las cosas que logramos gracias a su poder (Is. 26:12). w25.01 1:2, 3

Jueves 15 de enero

Jehová me ha enviado (Núm. 16:28).

Mientras los israelitas iban de camino a la Tierra Prometida, algunos hombres importantes cuestionaron a Moisés y la autoridad que Jehová le había dado. Dijeron: “Todo el pueblo [no solo Moisés] es santo, todos ellos, y Jehová está en medio de ellos” (Núm. 16:1-3). Es cierto que para Jehová “todo el pueblo” era santo, pero él había escogido a Moisés para que lo dirigiera. Así que, al criticar a Moisés, los rebeldes en realidad estaban criticando a Jehová. No se centraron en lo que Dios quería, sino en lo que ellos querían, que era más poder y prestigio. Jehová acabó con los cabecillas de la rebelión y con los miles de israelitas que se pusieron de su parte (Núm. 16:30-35, 41, 49). Podemos estar seguros de que hoy también Jehová desaprueba a quienes no respetan la guía de su organización. w24.07 28:11

Viernes 16 de enero

Todavía falta para que llegue el tiempo fijado de la visión (Hab. 2:3).

Vivimos en una época en la que la mayoría de las personas no creen que el fin de este sistema se acerca y hasta se burlan de nosotros por creer en ello (2 Ped. 3:3, 4). Hay muchas cosas que no sabemos. Necesitamos tener una fe fuerte en que el fin vendrá justo cuando Jehová lo ha decidido y estar convencidos de que él nos va a cuidar. También tenemos que fortalecer nuestra fe en que Jehová está usando al “esclavo fiel y prudente” para guiarnos hoy en día (Mat. 24:45). Tal vez recibamos instrucciones específicas que nos salven la vida cuando comience la gran tribulación. Ahora es el momento de fortalecer nuestra confianza en quienes dirigen la organización de Jehová. Si ahora no somos obedientes y no confiamos en ellos, será más difícil que obedezcamos las instrucciones que nos den durante la gran tribulación. w24.09 37:11, 12

Sábado 17 de enero

Comprueben por ustedes mismos cuál es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios (Rom. 12:2).

Los padres cristianos reconocen que la fe en Dios no se hereda. Por eso es natural que, con el tiempo, sus hijos se pregunten: “¿Cómo sé yo que existe Dios? ¿Puedo confiar en lo que dice la Biblia?”. En realidad, la propia Biblia anima a los cristianos a que usen su “capacidad de razonar” y “comprueben todas las cosas” (Rom. 12:1; 1 Tes. 5:21). Ahora bien, ¿cómo pueden ustedes ayudar a sus hijos a fortalecer su fe? Anímenlos a comprobar que lo que creemos es verdad. Cuando sus hijos planteen preguntas, aprovechen para enseñarles a encontrar las respuestas por sí mismos valiéndose de herramientas como el Índice de las publicaciones Watch Tower y la Guía de estudio para los testigos de Jehová. En esta última, ellos pueden ir al tema “La Biblia” y buscar en la sección “Inspirada por Dios” pruebas de que la Biblia no es simplemente un libro escrito por los hombres, sino la “palabra de Dios” (1 Tes. 2:13). w24.12 50:4, 5

Domingo 18 de enero

Encárgales las cosas que oíste de mí a hombres fieles, y así ellos estarán capacitados para enseñar a otros (2 Tim. 2:2).

¿Cómo pueden los ancianos imitar a Jesús? Capacitando y ayudando a los hermanos, incluidos los jóvenes, para que puedan asumir más responsabilidades. Los ancianos no esperan que los hermanos sean perfectos. Más bien, aconsejan con cariño a los jóvenes para que vayan ganando experiencia y aprendan a ser humildes, confiables y atentos con los demás (1 Tim. 3:1; 1 Ped. 5:5). Jesús no solo les dio a sus discípulos la responsabilidad de predicar, sino también la de enseñar. Tal vez ellos pensaron que no iban a ser capaces de llevar a cabo esa labor. Pero Jesús tenía plena confianza en que sí podrían, y además quería que lo supieran. Por eso les dijo: “Tal como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes” (Juan 20:21). w24.10 41:15, 17

Lunes 19 de enero

David, un hombre que complace a mi corazón (Hech. 13:22).

David fue un gran rey. Fue también músico, poeta, guerrero y profeta. Y se enfrentó a muchas pruebas. Durante años vivió como fugitivo, huyendo del envidioso rey Saúl. Y, ya siendo rey, David otra vez tuvo que huir para salvar la vida cuando su hijo Absalón trató de arrebatarle el trono. Pero, a pesar de sus problemas y de sus graves errores, él fue leal a Dios hasta el fin de su vida. Jehová dijo que él era un hombre que complacía a su corazón. Por eso vale la pena que escuchemos los consejos de David (1 Rey. 15:5). Tomemos como ejemplo lo que le dijo a su hijo y sucesor, Salomón. Jehová había elegido a este joven para que siguiera impulsando la adoración pura y le construyera un templo en su honor (1 Crón. 22:5). Salomón iba a enfrentarse a algunas dificultades. ¿Qué le aconsejó David? Que, si obedecía a Jehová, tendría éxito en la vida (1 Rey. 2:2, 3). w24.11 45:9-11

Martes 20 de enero

Pon tu camino en manos de Jehová; confía en él, y él actuará a tu favor (Sal. 37:5).

Un esposo que maltrata física o verbalmente a su esposa tiene que dar ciertos pasos para reparar su relación con ella y con Jehová. Primero, admitir que tiene un serio problema. Jehová lo ve todo; nada está escondido de la vista de él (Sal. 44:21; Ecl. 12:14; Heb. 4:13). Segundo, dejar de tratar mal a su esposa y cambiar su comportamiento (Prov. 28:13). Tercero, reconocer ante ella y ante Jehová el daño que les ha hecho y pedirles perdón sinceramente (Hech. 3:19). Debe rogarle a Jehová que lo ayude a controlar sus pensamientos, sus palabras y sus acciones, y que además le dé el deseo de cambiar (Sal. 51:10-12; 2 Cor. 10:5; Filip. 2:13). Cuarto, actuar de acuerdo con sus oraciones y aprender a odiar las palabras hirientes y cualquier tipo de violencia (Sal. 97:10). Quinto, buscar de inmediato la ayuda de los ancianos de la congregación, que lo tratarán con amor (Sant. 5:14-16). Y, sexto, elaborar un plan de acción para no volver a caer en ninguna de estas cosas. w25.01 2:14

Miércoles 21 de enero

¿Qué esperas? Levántate, bautízate (Hech. 22:16).

¿Ama usted a Jehová, que le ha dado todas las cosas buenas de las que disfruta, incluso la vida? ¿Desea demostrarle su amor? La mejor manera de hacerlo es dedicándole su vida y bautizándose. Cuando dé esos pasos, llegará a ser parte de la familia de Jehová. Usted le pertenecerá, y por eso su Padre y amigo lo guiará y lo cuidará (Sal. 73:24; Is. 43:1, 2). Además, gracias a la dedicación y al bautismo, tendrá la esperanza de vivir para siempre (1 Ped. 3:21). Ahora bien, tal vez haya algo que lo esté frenando de dar el paso de bautizarse. No se preocupe; no es el primero que se encuentra en esa situación. Millones de personas antes que usted han tenido que hacer cambios en su conducta y en su manera de pensar para poder bautizarse, y ahora están sirviendo a Jehová con alegría y entusiasmo. w25.03 9:1, 2

Jueves 22 de enero

En ti está el verdadero perdón (Sal. 130:4).

En la Biblia, los pecados se comparan muchas veces a cargas pesadas. Por ejemplo, el rey David dijo: “Mis errores están sobre mi cabeza; son una carga pesada, demasiado pesada para mí” (Sal. 38:4). Sin embargo, Salmo 25:18 y 32:5 dicen que Jehová “perdona” a quienes se arrepienten de sus pecados. La expresión hebrea que en estos versículos se traduce como “perdonar” básicamente significa “levantar” o “llevar”. Esto nos hace imaginar a Jehová como un hombre fuerte que, por decirlo así, levanta de nuestros hombros el peso del pecado y se lo lleva. ¿Y adónde se lleva Jehová nuestros pecados? En Salmo 103:12 encontramos otra comparación que nos ayuda a entenderlo: “Tan lejos como está el este del oeste, así de lejos ha puesto de nosotros nuestros pecados”. El este —por donde sale el sol— y el oeste —por donde se pone— son dos puntos que están muy muy lejos entre sí. Podría decirse que están infinitamente lejos el uno del otro. Así que este versículo nos enseña que, cuando Jehová nos perdona, se lleva nuestros pecados tan lejos como sea posible imaginar. ¡Qué idea tan reconfortante! w25.02 7:5, 6

Viernes 23 de enero

Cuando le des ayuda a un necesitado, no vayas tocando la trompeta (Mat. 6:2).

Después de que Jesús regresó al cielo, el apóstol Pedro curó milagrosamente a un hombre que era cojo de nacimiento (Hech. 1:8, 9; 3:2, 6-8). Como es lógico, este acto tan asombroso atrajo la atención de mucha gente (Hech. 3:11). ¿Qué haría Pedro? Recordemos que en su cultura era muy importante destacar. ¿Querría, entonces, llevarse toda la gloria? No, sino que fue humilde y les dio todo el mérito a Jehová y a Jesús. Refiriéndose a Jesús, dijo: “Por medio de su nombre y por nuestra fe en su nombre se ha fortalecido a este hombre que ustedes ven y conocen” (Hech. 3:12-16). Al igual que Pedro, podemos cultivar la humildad. Hacemos cosas por los demás por amor a Jehová y amor al prójimo, no porque queremos que se nos alabe. Si servimos con alegría a Jehová y a los hermanos sin estar pendientes de que otros nos vean, estaremos demostrando que somos humildes (Mat. 6:1-4). w25.03 10:11, 12

Sábado 24 de enero

Presta constante atención a tu conducta y a tu enseñanza (1 Tim. 4:16).

Nuestro entusiasmo por la predicación crecerá si nos centramos en el amor a Jehová y al prójimo (Mat. 22:37-39). Imagínese lo feliz que se siente Jehová al vernos predicar y lo felices que se sentirán las personas que comiencen a estudiar la Biblia. No olvide que los que acepten el mensaje recibirán la salvación (Juan 6:40). ¿Y si usted no puede salir de casa? Entonces, céntrese en todo lo que sí puede hacer para demostrarles amor a Jehová y al prójimo. Durante la pandemia del COVID-19, Samuel y Dania estuvieron confinados en su hogar. A lo largo de ese periodo difícil, predicaban por teléfono, escribían cartas y dirigían cursos bíblicos por Zoom. Es cierto que estaban limitados por las circunstancias; pero, como hacían todo lo que podían, se sentían muy felices. w24.04 16:15, 16

Domingo 25 de enero

¿Quién puede encontrar una esposa competente? Vale mucho más que los corales (Prov. 31:10).

Aunque para ser feliz no es imprescindible casarse, muchos hermanos y hermanas de todas las edades tienen ese deseo. Claro está, antes de dar cualquier paso, debes estar preparado en sentido espiritual, económico y emocional (1 Cor. 7:36). Es importante que tengas claro cómo quieres que sea la persona con la que te casarás. Si no, tal vez dejes pasar a alguien que podría ser una buena opción para ti o quizás empieces una relación con alguien que no encaja contigo. Claro está, una condición imprescindible es que sea un Testigo bautizado (1 Cor. 7:39). Pero eso no significa que cualquier persona bautizada sea adecuada para ti. Harías bien en preguntarte: “¿Cuáles son mis metas en la vida? Para mí, ¿qué cualidades debe tener sí o sí la persona que busco? ¿Son razonables mis expectativas?”. w24.05 21:1, 3

Lunes 26 de enero

Sean bondadosos unos con otros (Efes. 4:32).

¿Qué hay si de vez en cuando surgen problemas y desacuerdos en su noviazgo? ¿Significa eso que la relación va por mal camino? No necesariamente, pues todas las parejas tienen desacuerdos. Un matrimonio fuerte es la suma de dos personas que trabajan en equipo para superar las diferencias. Así que la manera de enfrentarse ahora a los problemas es un indicativo de cómo será su matrimonio. Pregúntense: “¿Somos capaces de hablar las cosas con calma y respeto? ¿Admitimos enseguida nuestros errores y nos esforzamos por mejorar? ¿Sabemos ceder, pedir disculpas y perdonar?” (Efes. 4:31). Pero, si los desacuerdos y las discusiones son una constante en su noviazgo, no piensen que las cosas van a mejorar cuando se casen. Si te das cuenta de que la otra persona no es la adecuada para ti, lo mejor para los dos sería terminar el noviazgo. w24.05 22:12

Martes 27 de enero

Alabado sea Jehová, mi Roca, que adiestra mis manos para la batalla (Sal. 144:1).

Podemos ser buenos ejemplos de constancia y estabilidad si obedecemos a Jehová en todo y tomamos decisiones basadas en los principios bíblicos. Si estudiamos la Biblia y fortalecemos nuestra fe, cada día estaremos más fuertes y sólidos en la verdad. No seremos indecisos ni inconstantes, ni permitiremos que las ideas y las enseñanzas de este mundo nos lleven de acá para allá (Efes. 4:14; Sant. 1:6-8). Y también podemos ayudar a quienes tal vez estén pasando por dificultades (1 Tes. 3:2, 3). Los ancianos deben ser moderados en sus hábitos, tener buen juicio y ser razonables y ordenados. Al “aferrarse a la fiel palabra”, le dan estabilidad a la congregación (Tito 1:9; 1 Tim. 3:1-3). Cuando dan un buen ejemplo y pastorean a los publicadores, los ayudan a ser constantes en la asistencia a las reuniones, la predicación y el estudio personal. Y, cuando los hermanos afrontan situaciones que los agobian y les causan ansiedad, los ayudan a tener siempre muy presentes a Jehová y sus propósitos. w24.06 26:16-18

Miércoles 28 de enero

Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos se ha acercado (Mat. 4:17).

Durante su ministerio, Jesús enseñó que su Padre siempre está dispuesto a perdonar. Pensemos en la parábola del hijo perdido. Ese hombre joven decidió irse de la casa y llevar una vida desenfrenada. Pero, después de un tiempo, “recobró el juicio” y regresó. ¿Cómo reaccionó su padre? Jesús dijo que, mientras el hijo “todavía estaba lejos, su padre alcanzó a verlo” y entonces “corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó con ternura”. El hijo iba a pedirle a su padre que lo dejara convertirse en uno de sus trabajadores. Pero el padre tenía muchas ganas de perdonarlo y aceptarlo de nuevo en la familia. Dijo: “Este hijo mío [...] estaba perdido y ha sido encontrado” (Luc. 15:11-32). Antes de que Jesús viniera a la Tierra, seguro que vio muchas veces como Jehová les mostraba compasión a los pecadores arrepentidos. Por eso pudo describir de una manera tan bella y emotiva la misericordia de nuestro Padre. w24.08 32:11, 12

Jueves 29 de enero

Tengan buen juicio (1 Ped. 4:7).

¿Qué implica tener “buen juicio”? Implica tomar decisiones que reflejen la manera de pensar de Jehová. También implica tener presente que no hay nada más importante que nuestra amistad con Jehová. Si tenemos buen juicio, tendremos un punto de vista equilibrado de nosotros mismos y no pensaremos que lo sabemos todo. Además, nos apoyaremos en Jehová orándole a menudo para pedirle humildemente que nos guíe. Sabemos que siempre tenemos que pedir su guía, incluso para hacer cosas que nos resultan fáciles por naturaleza. En especial, le pedimos su ayuda cuando tenemos que tomar decisiones importantes porque estamos seguros de que él sabe lo que es mejor para nosotros. Estamos muy agradecidos de que Jehová nos hizo con la capacidad de reflejar sus cualidades (Gén. 1:26). Pero, claro, sabemos que no podemos imitarlo a la perfección (Is. 55:9). w25.03 10:13, 17, 18

Viernes 30 de enero

El amor todo lo espera, todo lo aguanta (1 Cor. 13:7).

No pensemos mal de los demás. Si hacemos algo por alguien y no nos dice nada, podríamos preguntarnos: “¿De verdad no lo valora, o será que simplemente se le olvidó darme las gracias?”. O puede que haya otros motivos por los que la persona no reaccionó como esperábamos. Quizás esté muy agradecida pero le cueste trabajo expresar sus sentimientos. Tal vez le dé vergüenza que otros la ayuden, sobre todo si en el pasado podía hacer cosas por los demás y ahora ya no puede. En cualquier caso, el amor nos motivará a darles a nuestros hermanos el beneficio de la duda y a seguir dando con alegría (Efes. 4:2). Seamos pacientes. El rey Salomón dijo algo muy sabio sobre la generosidad: “Echa tu pan a las aguas, que después de muchos días lo volverás a encontrar” (Ecl. 11:1). Estas palabras nos enseñan que es posible que algunas personas nos den las gracias “después de muchos días”. w24.09 39:18, 19

Sábado 31 de enero

Censura delante de todos los presentes a los que practican el pecado, para que sirva de advertencia a los demás (1 Tim. 5:20).

A veces se hace un anuncio de que alguien de la congregación ha sido censurado. En ese caso, podemos seguir relacionándonos con él porque sabemos que se ha arrepentido y ha dejado de cometer el pecado. Sigue formando parte de la congregación y necesita que los hermanos lo animen a continuar haciendo lo que es correcto (Heb. 10:24, 25). Ahora bien, la situación es muy diferente cuando se saca a alguien de la congregación. En ese caso, dejamos de relacionarnos con él y ni siquiera comemos con él (1 Cor. 5:11). ¿Significa esto que debemos ignorarlo por completo? No necesariamente. Está claro que no vamos a socializar con él. Pero los cristianos pueden usar su conciencia educada por la Biblia para decidir si invitarán a alguien que fue sacado de la congregación —quizás un familiar o alguien que solía ser un amigo cercano— a una reunión de congregación. w24.08 35:13, 14

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