Ponderando las noticias
Perspicacia indígena
● Hace algún tiempo la “National Geographic” presentó un informe sobre los insólitos indios huicholes de la Sierra Madre Occidental de México. Hablando de los misioneros que trabajaron entre estos indígenas adoradores del fuego y el Sol, el escritor comenta: “Me pareció que tuvieron que ablandar su papel evangelizador.” Para ilustrar, menciona que “en la diminuta capilla noté que el altar [católico] daba al este sagrado de los huicholes; a cada lado del altar había una silla ceremonial del ‘shaman’ [brujo], que también daba al este.” Hace notar que “los santos cristianos y las antiguas deidades nativas reciben honra en la iglesia así como en los templos huicholes.”
“National Geographic” también cita lo que le dijo un indígena a un explorador unos años antes: “Si los cristianos oran a los santos que hacen los carpinteros, ¿por qué no deberían orar los huicholes al Sol, que está mucho mejor hecho?”—Junio de 1977, pág. 850.
Muchos siglos antes, se hizo un comentario similar en cuanto a la madera en las manos de un antiguo entallador, como registra la “Biblia de Jerusalén” católica: “Quema uno la mitad y sobre las brasas asa carne y come el asado hasta hartarse. También se calienta. . . . Con el resto hace un dios, su ídolo, ante el que se inclina, le adora y le suplica, diciendo: ‘¡Sálvame, pues tú eres mi dios!’” Se pasa a indicar que tal persona jamás querrá admitir que lo que tiene es una mentira, pues dice: “¿Acaso lo que tengo en la mano es engañoso?”—Isa. 44:16, 17, 20.
Hijos del “ghetto dorado”
● En una reunión de la Asociación Norteamericana de Psiquiatras se consideraron los problemas emocionales de hijos de gente rica. Un psiquiatra consideró a quince hijos de millonarios a quienes había administrado tratamiento, y describió a estos hijos del “ghetto dorado” como “zombies emocionales.” Dice el informe del “Times” de Los Ángeles que por lo general estaban “a la defensiva, eran egocéntricos, estaban ligeramente deprimidos, fastidiados, eran someros, desinteresados en el trabajo, escasos en valores morales, metas o ideales, y obraban según la noción de que con un pago podían salir de todas las frustraciones.”
¿Qué causa este mal desarrollo de la personalidad? “Tocante a la mayoría de estos pacientes,” dijo el psiquiatra, “el villano no es el dinero, sino la relación con los padres. Estos son hijos destituidos; no tienen padres con valores, que se interesen en ellos. Lo que ha ganado la familia en dinero lo ha perdido en sentimientos, y a veces hasta en sentido común. Algunas de las más sencillas prácticas sensatas de criar a los hijos están más allá de la imaginación de los padres.”
Por eso la Biblia declara que no es el dinero en sí, sino la ‘determinación de ser rico’ y el “amor al dinero,” lo que “es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales.” Frecuentemente los padres que por encima de todo lo demás están impulsados por este deseo descubren que “han acribillado,” no solo a sí mismos, sino también a sus hijos, “con muchos dolores.”—1 Tim. 6:9, 10.