BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Lengua de señas mexicana
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • es26
  • Junio

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Junio
  • Examinemos las Escrituras todos los días 2026
  • Subtítulos
  • Lunes 1 de junio
  • Martes 2 de junio
  • Miércoles 3 de junio
  • Jueves 4 de junio
  • Viernes 5 de junio
  • Sábado 6 de junio
  • Domingo 7 de junio
  • Lunes 8 de junio
  • Martes 9 de junio
  • Miércoles 10 de junio
  • Jueves 11 de junio
  • Viernes 12 de junio
  • Sábado 13 de junio
  • Domingo 14 de junio
  • Lunes 15 de junio
  • Martes 16 de junio
  • Miércoles 17 de junio
  • Jueves 18 de junio
  • Viernes 19 de junio
  • Sábado 20 de junio
  • Domingo 21 de junio
  • Lunes 22 de junio
  • Martes 23 de junio
  • Miércoles 24 de junio
  • Jueves 25 de junio
  • Viernes 26 de junio
  • Sábado 27 de junio
  • Domingo 28 de junio
  • Lunes 29 de junio
  • Martes 30 de junio
Examinemos las Escrituras todos los días 2026
es26

Junio

Lunes 1 de junio

Y es que tú, oh, Jehová, eres bueno y estás dispuesto a perdonar (Sal. 86:5).

Ya nos estamos beneficiando del sacrificio de Cristo. Por ejemplo, gracias al rescate, Jehová nos perdona los pecados. Y no lo hace porque esté obligado, sino porque desea hacerlo (Sal. 103:3, 10-13). Hay quienes sienten que no merecen el perdón de Jehová. Pero en realidad ninguno de nosotros lo merece. El apóstol Pablo admitió: “No merezco ser llamado apóstol”. Pero luego añadió: “Por la bondad inmerecida de Dios soy lo que soy” (1 Cor. 15:9, 10). Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, Jehová nos perdona. ¿Por qué? No porque lo merezcamos, sino porque nos ama. Así que, si nos sentimos mal porque pensamos que no merecemos el perdón de Jehová, recordemos que él no dio el rescate para personas perfectas, sino para personas imperfectas que se arrepienten de sus pecados (Luc. 5:32; 1 Tim. 1:15). w25.01 5:3, 4

Martes 2 de junio

El hombre bueno se beneficia a sí mismo, pero la persona cruel se perjudica a sí misma (Prov. 11:17).

No podemos controlar lo que otros digan o hagan, pero sí está en nuestras manos controlar lo que hagamos al respecto. Y, por lo general, lo mejor que podemos hacer es perdonar. ¿Por qué? Porque amamos a Jehová y él quiere que lo hagamos. Además, si seguimos enojados y no perdonamos, es probable que acabemos actuando tontamente y hasta perjudicando nuestra salud (Prov. 14:17, 29, 30). Cuando dejamos atrás el resentimiento, evitamos que el corazón se nos llene de amargura. También nos hacemos un regalo: nos permitimos seguir adelante y volver a disfrutar de la vida. ¿Qué lo ayudará a pasar la página y así superar el dolor? Primero, deje que pase algo de tiempo. Pensemos en una persona que sufre un accidente grave. Después de recibir atención médica, necesita tiempo para curarse. De modo parecido, necesitamos tiempo para sanarnos emocionalmente y estar listos para perdonar de corazón (Ecl. 3:3; 1 Ped. 1:22). Segundo, pídale a Jehová en oración que lo ayude a perdonar. w25.02 8:8-11

Miércoles 3 de junio

El alimento sólido es para personas maduras (Heb. 5:14).

Algunas enseñanzas fundamentales tienen que ver con el arrepentimiento, la fe, el bautismo y la resurrección (Heb. 6:1, 2). Todos los cristianos verdaderos tienen que conocerlas. Por eso, el apóstol Pedro las mencionó cuando le predicó a una multitud en Pentecostés (Hech. 2:32-35, 38). Para llegar a ser discípulos de Cristo, es imprescindible aceptar esas enseñanzas. De hecho, Pablo dijo que no creer en la resurrección es lo mismo que rechazar toda la fe cristiana (1 Cor. 15:12-14). Ahora bien, no debemos conformarnos con tener solo ese conocimiento básico. Aparte de las enseñanzas básicas, tenemos alimento espiritual sólido. Ese alimento no solo incluye las leyes de Jehová, sino también sus principios, que nos ayudan a entender su manera de pensar. Para sacarle provecho, tenemos que estudiar la Biblia, meditar en ella y esforzarnos por aplicar lo que aprendemos. Eso nos enseña a tomar decisiones que le agradan a Jehová. w24.04 14:12, 13

Jueves 4 de junio

En el juicio, los habitantes de Nínive se levantarán (Mat. 12:41).

Dios le recordó a Jonás que los habitantes de Nínive ni siquiera sabían “la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal” (Jon. 1:1, 2; 3:10; 4:9-11). Tiempo después, Jesús usó el ejemplo de los habitantes de Nínive que se arrepintieron para destacar la justicia y la misericordia de Jehová. ¿En qué “juicio” se levantarían los habitantes de Nínive? Jesús habló de “una resurrección de juicio”, la cual ocurriría en el futuro (Juan 5:29). Se estaba refiriendo a su Reinado de Mil Años, cuando habrá “una resurrección tanto de justos como de injustos” (Hech. 24:15). Para los injustos será “una resurrección de juicio” porque Jehová y Jesús los observarán para ver si obedecen y ponen en práctica lo que aprendan. Si un ninivita resucita pero se niega a adorar a Jehová, su juicio acabará en sentencia de muerte (Is. 65:20). Pero, si elige ser fiel a Jehová, la sentencia será favorable y tendrá la posibilidad de vivir para siempre (Dan. 12:2). w24.05 18:13, 14

Viernes 5 de junio

El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido (Luc. 19:10).

Jesús reflejó a la perfección la misericordia de su Padre (Juan 14:9). Con sus palabras y con sus acciones, nos mostró que Jehová nos ama y es muy compasivo, y quiere ayudarnos a vencer al pecado. Jesús hacía que los pecadores sintieran el deseo de cambiar y quisieran seguirlo (Luc. 5:27, 28). Por otro lado, sabía muy bien lo que le esperaba. En varias ocasiones les dijo a sus seguidores que iba a ser traicionado y ejecutado en un madero (Mat. 17:22; 20:18, 19). También sabía que su sacrificio quitaría el pecado del mundo. Además, enseñó que después de morir atraería a él “a todo tipo de personas” (Juan 12:32). Quienes pusieran su fe en Jesús y siguieran sus pasos podrían agradar a Jehová y por fin ser “liberados del pecado” (Rom. 6:14, 18, 22; Juan 8:32). Para lograrlo, Jesús fue valiente y estuvo dispuesto a sufrir una muerte terrible (Juan 10:17, 18). w24.08 31:11, 12

Sábado 6 de junio

Primero se tienen que predicar las buenas noticias en todas las naciones (Mar. 13:10).

Piense en cómo se sintió cuando estaba estudiando la Biblia. Entre otras cosas, aprendió que Jehová lo ama, que desea que forme parte de su familia de adoradores, que ha prometido acabar con el dolor y el sufrimiento, y que en el nuevo mundo va a resucitar a sus seres queridos que han muerto (Mar. 10:29, 30; Juan 5:28, 29; Rom. 8:38, 39; Apoc. 21:3, 4). Todas esas verdades le llegaron al corazón (Luc. 24:32). Llegó a amar las valiosas enseñanzas que estaba aprendiendo y tenía muchas ganas de contárselas a todo el mundo (compare con Jeremías 20:9). Si nuestro corazón rebosa de amor por las enseñanzas de la Biblia, nuestra boca querrá hablar de ellas (Luc. 6:45). Nos sentimos como los discípulos del siglo primero que dijeron: “No podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído” (Hech. 4:20). Hemos llegado a sentir tanto amor por la verdad que queremos contársela a tantas personas como sea posible. w24.05 20:5, 7

Domingo 7 de junio

Sirvan a Jehová con alegría (Sal. 100:2).

Los siervos de Jehová predicamos porque amamos a nuestro Padre celestial y queremos que la gente lo conozca. Pero a algunos les cuesta más disfrutar de la predicación. ¿A qué se debe? Algunos son muy tímidos y no tienen mucha confianza en sí mismos. Otros no se sienten cómodos yendo a ver a personas sin que los hayan invitado. Hay quienes tienen miedo a ser rechazados. Y a otros quizás les han enseñado a evitar las confrontaciones. A todos ellos se les hace muy difícil llevarles las buenas noticias a desconocidos. ¿Y a usted? ¿Le cuesta trabajo sentirse a gusto en el ministerio? Si a veces le pasa eso, no se desanime. Su inseguridad tal vez sea una señal de humildad. Quizás se deba a que no quiere llamar la atención ni verse metido en discusiones. Además, a nadie le gusta que lo rechacen, sobre todo cuando lo único que desea es ayudar. Su Padre celestial comprende muy bien los retos a los que se enfrenta, y quiere darle una mano (Is. 41:13). w24.04 16:1, 2

Lunes 8 de junio

La sabiduría está con los modestos (Prov. 11:2).

Cuando lea la Biblia, es bueno que sea modesto y no intente aplicar a la vez todo lo que aprende en su lectura. Aquí va una sugerencia: haga una lista de las cosas en las que tiene que mejorar, elija una o dos en las que centrarse primero y deje el resto para más adelante. ¿Por dónde podría empezar? Primero podría centrarse en la meta que le sea más fácil de alcanzar o en la que más necesite mejorar. Una vez que sepa por dónde quiere empezar, busque información en nuestras publicaciones. Ore a Jehová y pídale que le dé “tanto el deseo como las fuerzas para actuar” (Filip. 2:13). Después ponga en práctica lo que ha aprendido. Seguro que al ver los progresos que va haciendo se sentirá más motivado a poner manos a la obra con otra meta. De hecho, es muy probable que los cambios que haga lo ayuden a mejorar en los siguientes puntos de su lista. w24.09 36:13, 14

Martes 9 de junio

En este asunto han demostrado ser puros en todo sentido (2 Cor. 7:11).

Es posible que te sientas mal si algo que hiciste en el pasado les causó daño a otras personas. ¿Qué puedes hacer? Discúlpate de corazón y haz todo lo posible por reparar el daño. Pídele a Jehová que ayude a quienes se vieron afectados por tus acciones. Él puede ayudarte tanto a ti como a ellos a seguir adelante y a recuperar la paz. Aprende de tus errores y deja que Jehová te use como él considere mejor. Recuerda al profeta Jonás. En vez de ir a Nínive, tal como Dios le había mandado, Jonás huyó en dirección contraria. Jehová lo corrigió y el profeta aprendió la lección (Jon. 1:1-4, 15-17; 2:7-10). Jehová no dejó de usar a Jonás, sino que le dio otra oportunidad de ir a Nínive, y esta vez Jonás obedeció sin dudar. Aunque lamentaba lo que había hecho, no permitió que eso le impidiera aceptar esa nueva asignación de Jehová (Jon. 3:1-3). w24.10 40:10, 11

Miércoles 10 de junio

De modo que arrepiéntanse y den media vuelta para que sus pecados sean borrados, y así el propio Jehová haga venir tiempos de alivio (Hech. 3:19).

Jehová no simplemente anula nuestras deudas, sino que las borra por completo. Este ejemplo tal vez nos haga imaginar a una persona que tacha con una gran X la deuda que está escrita en un papel. Claro, aunque la deuda esté tachada, los números todavía se pueden ver. Pero esta comparación no habla de tachar una deuda, sino de borrarla. Para entenderlo, recordemos que en tiempos bíblicos la tinta era una simple mezcla de carbón, goma y agua. Así que era fácil borrarla con una esponja húmeda. Por eso, cuando una deuda se borraba, desaparecía por completo. No quedaba ni rastro, por lo que nadie podía ver lo que antes estaba escrito. Era como si la deuda nunca hubiera existido. ¡Cuánto agradecemos que, cuando Jehová nos perdona los pecados, los borre por completo! (Sal. 51:9). w25.02 7:11

Jueves 11 de junio

No te irrites, no sea que hagas el mal (Sal. 37:8).

Podemos imitar a Jesús poniéndonos “en manos del que juzga con justicia”. ¿Cómo? Si alguien tiene una idea equivocada de nosotros o nos trata mal, confiamos en que Jehová sabe cuál es la verdad. Esa seguridad nos ayuda a aguantar las injusticias porque sabemos que, antes o después, Jehová solucionará la situación. Cuando dejamos que sea él quien se encargue, evitamos que nos domine la rabia o el resentimiento. Estas emociones pueden hacernos reaccionar de manera exagerada, robarnos la alegría y dañar nuestra amistad con Jehová. Claro está, es imposible seguir a la perfección el ejemplo de Jesús. Quizás hagamos o digamos algo que luego lamentemos (Sant. 3:2). Y algunas injusticias nos dejarán cicatrices emocionales y físicas que nos acompañarán mientras dure este sistema. Si ese es su caso, recuerde que Jehová sabe por lo que usted está pasando. Y Jesús, quien también sufrió muchas injusticias, entiende totalmente sus sentimientos (Heb. 4:15, 16). Nos sentimos muy felices porque Jehová nos ofrece consejos útiles en su Palabra que nos ayudan a reaccionar bien ante las injusticias. w24.11 44:12, 13

Viernes 12 de junio

Esta es la obra de Dios: que demuestren fe en el que él envió (Juan 6:29).

Para tener “vida eterna”, es necesario demostrar fe en Jesús (Juan 3:16-18, 36; 17:3). Muchos judíos no aceptaron lo que Jesús les enseñó acerca de esa nueva “obra de Dios”. Por eso le preguntaron: “¿Y qué milagro vas a hacer para que lo veamos y te creamos?” (Juan 6:30). Entonces le mencionaron que sus antepasados de los días de Moisés habían recibido el maná, que podía compararse a pan (Neh. 9:15; Sal. 78:24, 25). Está claro que seguían pensando en satisfacerse con pan literal. De ahí que no le pidieran explicaciones a Jesús cuando justo después les habló del “verdadero pan del cielo”, que era como maná del cielo que da vida (Juan 6:32). Estaban tan centrados en sus necesidades físicas que pasaron por alto las verdades espirituales que Jesús estaba tratando de enseñarles. w24.12 48:10, 11

Sábado 13 de junio

El que ha construido todas las cosas es Dios (Heb. 3:4).

En las clases de Ciencias, sus hijos aprenderán que hay leyes que determinan la forma de muchas cosas. Por ejemplo, cada copo de nieve se forma siguiendo unos patrones geométricos llamados fractales. Estos patrones también se encuentran en otros objetos de la naturaleza. Pero ¿quién estableció las leyes que producen estos patrones tan hermosos? ¿Quién está detrás del orden y del meticuloso diseño que vemos en la naturaleza? Si sus hijos se hacen con frecuencia este tipo de preguntas, lo más probable es que se convenzan de que Dios creó todas las cosas. Y, llegado el momento, ustedes podrían preguntarles: “Si Dios nos ha creado, ¿no sería lógico creer que también nos ha dado instrucciones o normas para ser felices?”. Luego pueden mostrarles que esas instrucciones tan valiosas están en la Biblia. w24.12 50:8

Domingo 14 de junio

Se me ha informado que entre ustedes hay un caso de inmoralidad sexual, un caso de inmoralidad tan grave que ni siquiera se da entre los no creyentes: que cierto hombre vive con la esposa de su padre (1 Cor. 5:1).

El apóstol Pablo escribió por inspiración que debían sacar de la congregación a un pecador que no se había arrepentido (1 Cor. 5:13). ¿Cómo debían tratarlo los cristianos fieles? Pablo les dijo que dejaran de relacionarse con él y que ni siquiera comieran con él (1 Cor. 5:11). Cuando comemos con una persona, normalmente eso nos lleva a conversar y a pasar más tiempo con ella. Así que Pablo quiso decir que los hermanos de la congregación no debían socializar con aquel hombre. De esa manera se protegería a la congregación de su mala influencia (1 Cor. 5:5-7). Además, eso podría hacer que el hombre viera que había herido a Jehová, que sintiera vergüenza por lo que había hecho y que se sintiera motivado a arrepentirse. w24.08 33:4, 5

Lunes 15 de junio

Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito (Juan 3:16).

En la época de los israelitas, el Día de Expiación se celebraba una vez al año. Ese día, el sumo sacerdote ofrecía sacrificios de animales a favor del pueblo. Claro, esos sacrificios no podían expiar por completo los pecados de los israelitas, ya que los animales son inferiores a los seres humanos. Pero Jehová estaba dispuesto a perdonar sus pecados, siempre y cuando los israelitas se arrepintieran y ofrecieran los sacrificios que él pedía (Heb. 10:1-4). El Día de Expiación les recordaba que eran pecadores. Pero ¿qué solución permanente para el perdón de los pecados tenía en mente Jehová? Hizo que su amado Hijo fuera “ofrecido una sola vez para cargar con los pecados de muchas personas” (Heb. 9:28). Jesús dio “su vida como rescate a cambio de muchas personas” (Mat. 20:28). w25.02 6:9, 10

Martes 16 de junio

Manténganse despiertos y oren constantemente para que no caigan en la tentación (Mat. 26:41).

“El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil” (Mat. 26:41b). Con estas palabras, Jesús mostró que comprendía que los seres humanos somos imperfectos y cometemos errores, pero al mismo tiempo nos advirtió que debemos tener cuidado con el exceso de confianza. Unas horas antes de que Jesús dijera esas palabras, los discípulos habían afirmado con mucha seguridad que nunca lo abandonarían (Mat. 26:35). Tenían las mejores intenciones, pero no se daban cuenta de lo fácil que podría ser ceder a la presión cuando las cosas se pusieran difíciles. Por eso Jesús les dijo las palabras del texto de hoy. Cuando lo arrestaron, ¿qué hicieron los discípulos? Por desgracia, como no se mantuvieron despiertos, cayeron en la tentación. La situación los agarró desprevenidos y terminaron haciendo exactamente lo que habían dicho que nunca harían: abandonar a Jesús (Mat. 26:56). w24.07 29:1, 2

Miércoles 17 de junio

Fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo (Rom. 5:10).

Adán y Eva perdieron la preciosa relación que tenían con su Padre, Jehová. Antes de pecar, eran parte de la familia de Dios (Luc. 3:38). Pero, cuando desobedecieron a Jehová, fueron expulsados de su familia. Eso sucedió antes de que tuvieran hijos (Gén. 3:23, 24; 4:1). Por esa razón, sus descendientes necesitamos reconciliarnos con Jehová (Rom. 5:10, 11). En otras palabras, es necesario que recuperemos una buena relación con él. Según una obra de consulta, cuando este pasaje habla de reconciliarse, usa una palabra griega que puede significar “hacer que un enemigo llegue a ser un amigo”. Lo impresionante es que fue Jehová quien tomó la iniciativa para que la reconciliación fuera posible. ¿Cómo lo hizo? Por medio de la expiación, el sistema que estableció para que los seres humanos pecadores pudieran volver a tener una buena relación con él. Implica cambiar una cosa por otra que tenga el mismo valor. De esta manera, se puede recuperar o sustituir algo que se ha perdido o se ha destruido. w25.02 6:7, 8

Jueves 18 de junio

La tristeza que le agrada a Dios provoca un arrepentimiento que lleva a la salvación (2 Cor. 7:10).

El apóstol Pablo dijo: “Ese hombre ya tiene suficiente con la reprensión que le dio la mayoría” (2 Cor. 2:5-8). En otras palabras, la disciplina había cumplido su objetivo: llevar al arrepentimiento al hombre que había estado teniendo relaciones sexuales con su madrastra (1 Cor. 5:1; Heb. 12:11). A continuación, Pablo les dijo lo que tenían que hacer con el hermano que había cometido ese pecado: “Deben perdonarlo bondadosamente y consolarlo”. Y añadió: “Les aconsejo que le confirmen que lo aman”. Como vemos, Pablo no solo quería que le permitieran volver a la congregación, sino que además le demostraran con sus palabras y sus acciones que de verdad lo habían perdonado y lo querían. Así aquel hombre arrepentido sentiría que los hermanos de la congregación se alegraban de que hubiera vuelto. w24.08 33:4, 6-8

Viernes 19 de junio

Fueron expuestos públicamente tanto a insultos como a persecuciones (Heb. 10:33).

El apóstol Pablo sabía muy bien qué hacía falta para aguantar. Por eso les recordó a los cristianos que no debían confiar en sí mismos, sino confiar en Jehová. Él mismo dijo con valor: “Jehová es mi ayudante. No tendré miedo” (Heb. 13:6). Hoy en día, algunos de nuestros hermanos están aguantando persecución. Podemos demostrar que los queremos y que los apoyamos orando y, en algunos casos, haciendo cosas prácticas por ellos. La Biblia dice sin rodeos: “Todos los que desean vivir con devoción a Dios en unión con Cristo Jesús también serán perseguidos” (2 Tim. 3:12). Eso significa que todos tenemos que prepararnos para cuando lleguen tiempos difíciles. Debemos confiar completamente en Jehová y estar seguros de que él nos ayudará a aguantar venga lo que venga. Él les dará alivio a sus siervos fieles a su debido momento (2 Tes. 1:7, 8). w24.09 37:17, 18

Sábado 20 de junio

Muchos de los corintios que oyeron el mensaje empezaron a creer y a bautizarse (Hech. 18:8).

¿Qué ayudó a los corintios a bautizarse? (2 Cor. 10:4, 5). Dios usó su Palabra y su poderoso espíritu santo para ayudarlos a cambiar por completo su vida (Heb. 4:12). Los corintios que aceptaron las buenas noticias lograron dejar atrás prácticas como la borrachera, el robo y la homosexualidad (1 Cor. 6:9-11). Es cierto que algunos tuvieron que hacer grandes cambios en su vida para poder bautizarse, pero no pensaron que no serían capaces de conseguirlo. Se esforzaron al máximo por empezar a andar por el camino estrecho que lleva a la vida eterna (Mat. 7:13, 14). ¿Y usted? ¿Está luchando para vencer algún vicio o alguna mala práctica? ¡No se rinda! Pídale a Jehová que lo ayude con su espíritu santo a resistir la tentación. w25.03 9:15-17

Domingo 21 de junio

Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, que se la pida constantemente a Dios (Sant. 1:5).

Jehová promete dar sabiduría “generosamente a todos y sin reproches”. Esa sabiduría nos permitirá comprender si cierta decisión le agradará o no. Después de pedir en oración la guía de Jehová, esté muy atento a su respuesta. Pongamos un ejemplo. Si está haciendo un viaje y se pierde, quizás le pida ayuda a alguien que viva en la zona. Pero ¿verdad que no se iría antes de que le diera una respuesta? Lo que haría sería escuchar con mucha atención sus indicaciones. De manera parecida, después de pedirle sabiduría a Jehová, trate de “escuchar” su respuesta buscando qué normas y principios bíblicos están relacionados con su situación. Por ejemplo, pensemos que lo invitan a asistir a una reunión social. A la hora de decidir si irá, puede tener en cuenta lo que dice la Biblia sobre las fiestas descontroladas, las malas compañías y la importancia de poner el Reino por encima de sus preferencias personales (Mat. 6:33; Rom. 13:13; 1 Cor. 15:33). w25.01 3:6, 7

Lunes 22 de junio

¡Miren! Mis siervos comerán, pero ustedes pasarán hambre (Is. 65:13).

De una manera muy impactante, Isaías muestra lo diferente que es la vida dentro y fuera del paraíso espiritual. En el caso de los siervos de Jehová, él cubre todas sus necesidades espirituales. Contamos con su espíritu santo, su Palabra y muchísimo alimento espiritual para que podamos comer, beber y alegrarnos (compare con Apocalipsis 22:17). Todo lo contrario ocurre con los que viven fuera del paraíso espiritual: pasan “hambre”, “sed” y “vergüenza”. No tienen cubiertas sus necesidades espirituales (Amós 8:11). Jehová cubre todas las necesidades de su pueblo, lo que incluye el alimento espiritual (Joel 2:21-24). Lo hace dándonos la Biblia, nuestras publicaciones, nuestro sitio de internet, las reuniones y las asambleas. Así podemos nutrirnos todos los días y sentirnos cada vez más saludables y renovados. w24.04 17:5, 6

Martes 23 de junio

Que sus palabras sean siempre agradables (Col. 4:6).

Si te gustaría empezar una relación con alguien, quizás puedas tener una conversación con esa persona, por ejemplo, en un lugar público, llamándola por teléfono o haciendo una videollamada. Dile con claridad que estás interesado en ella y que te gustaría conocerla mejor (1 Cor. 14:9). Si te dice que necesita pensarlo, dale tiempo (Prov. 15:28). Y, si te responde que no está interesada, respeta sus sentimientos. ¿Qué puedes hacer si alguien te dice que está interesado en ti? Ten en cuenta que ha necesitado valor para decirte lo que siente, así que trátalo con bondad y respeto. Si necesitas tiempo para pensarlo, díselo. Eso sí, procura responderle lo antes posible (Prov. 13:12). Si no quieres salir con esa persona, díselo con tacto y claridad. Si estás interesado en empezar una relación, habla con ella de lo que sientes y de cómo esperas que sea el noviazgo. Las expectativas de cada uno pueden ser muy diferentes. w24.05 21:12, 13

Miércoles 24 de junio

Yo voy a pelear contigo en el nombre de Jehová de los ejércitos (1 Sam. 17:45).

Cuando David probablemente todavía era un adolescente, fue a visitar el campamento del ejército de Israel. Vio que los soldados estaban aterrorizados porque un gigante filisteo llamado Goliat estaba diciendo: “¡Hoy desafío al ejército de Israel!” (1 Sam. 17:10, 11). Los soldados tenían miedo porque se centraban en lo grande que era Goliat y en lo que les estaba diciendo (1 Sam. 17:24, 25). Sin embargo, David vio el cuadro completo. Tomó las palabras de Goliat como un desafío contra el “ejército del Dios vivo”, y no solo contra el ejército de Israel (1 Sam. 17:26). Él pensaba sobre todo en Jehová. Confiaba en que el Dios que lo había ayudado con las ovejas también lo ayudaría en esta situación. Con el apoyo de Jehová, se enfrentó a Goliat y, como sabemos, ¡venció al filisteo! (1 Sam. 17:45-51). w24.06 25:7

Jueves 25 de junio

No tengas miedo, porque estoy contigo. No te angusties, porque yo soy tu Dios. Yo te daré fuerzas. Sí, yo te ayudaré. Con mi mano derecha de justicia, de veras te sostendré (Is. 41:10).

Pensemos en la vida que tendríamos si no le sirviéramos a Jehová. Hacerlo nos ayudará a querer serle siempre fieles y a decir lo mismo que el salmista: “En mi caso, acercarme a Dios es bueno para mí” (Sal. 73:28). Podemos afrontar cualquier adversidad que se nos presente durante estos últimos días, porque somos “esclavos de un Dios vivo y verdadero” (1 Tes. 1:9). Él es una persona real que se preocupa por nosotros y siempre estará ahí para ayudarnos. Lo hizo con sus siervos en el pasado y lo seguirá haciendo hoy en día. Pronto ocurrirá la peor tribulación de la historia, pero no estaremos solos. “Así que podemos decir llenos de confianza: ‘Jehová es mi ayudante. No tendré miedo’” (Heb. 13:5, 6). w24.06 25:17, 18

Viernes 26 de junio

Ustedes verán la diferencia entre alguien justo y alguien malvado (Mal. 3:18).

La Biblia menciona a más de 40 hombres que fueron reyes de Israel. Los reyes buenos hicieron algunas cosas malas. Hablemos de David. Sabemos que él fue un buen rey, pues Jehová dijo: “Me siguió con todo su corazón haciendo solo lo que está bien a mis ojos” (1 Rey. 14:8). Sin embargo, se acostó con una mujer que estaba casada y se las ingenió para que mataran al esposo de ella en una batalla (2 Sam. 11:4, 14, 15). Por otro lado, también hubo reyes malos que hicieron cosas buenas. Veamos el caso de Rehoboam. Sabemos que Jehová lo vio como un rey infiel, pues dijo que “hizo lo que estaba mal” (2 Crón. 12:14). Sin embargo, cuando Jehová le dijo que no peleara contra las 10 tribus de Israel y que dejara que eligieran a su propio rey, él obedeció. Además, reforzó muchas ciudades para proteger a la nación de sus enemigos (1 Rey. 12:21-24; 2 Crón. 11:5-12). Ahora bien, ¿por qué Jehová decía que algunos reyes eran fieles y otros no? ¿Cuál era la diferencia? Jehová por lo visto tenía en cuenta si lo amaban con todo el corazón, si se arrepentían de sus pecados y si practicaban la adoración pura. w24.07 30:1-3

Sábado 27 de junio

Sigan criándolos de acuerdo con la disciplina y los consejos de Jehová (Efes. 6:4).

¿Qué pasa si un cristiano bautizado que tiene menos de 18 años comete un pecado grave? El cuerpo de ancianos elegirá a dos ancianos para que se reúnan con el menor y con sus padres Testigos. Estos ancianos averiguarán qué pasos han dado ya los padres para ayudar a su hijo a hacer los cambios necesarios y arrepentirse. Si el menor tiene una buena actitud y está aceptando la ayuda de sus padres, los dos ancianos pueden decidir que no es necesario que un comité se reúna con ellos. A fin de cuentas, Dios les ha dado a los padres la responsabilidad de corregir con amor a sus hijos (Deut. 6:6, 7; Prov. 6:20; 22:6; Efes. 6:2-4). Después, los ancianos hablarán de vez en cuando con los padres para asegurarse de que el menor sigue recibiendo la ayuda que necesita. Ahora bien, ¿qué pasa si el menor bautizado no se arrepiente y se niega a cambiar? En ese caso, un comité de ancianos se reunirá con él y con sus padres Testigos. w24.08 34:18

Domingo 28 de junio

Hay más felicidad en dar que en recibir (Hech. 20:35).

Cuando alguien nos hace un regalo, nos sentimos bien. Pero nos sentimos todavía más felices cuando somos nosotros los que hacemos cosas por los demás. Al crearnos de esa manera, Jehová ha hecho que la llave para ser más felices esté en nuestras manos. Si buscamos más oportunidades de hacer cosas por otros, disfrutaremos de más alegrías. ¿Verdad que estamos hechos de forma maravillosa? (Sal. 139:14). La Biblia dice que los que dan son felices, por eso no nos sorprende que Jehová sea el “Dios feliz” (1 Tim. 1:11). Él fue el primero en dar, y nadie da más que él. Como dijo el apóstol Pablo, “por él tenemos vida, nos movemos y existimos” (Hech. 17:28). Es más, “todos los regalos buenos y todos los dones perfectos” vienen de Jehová (Sant. 1:17). Si queremos ser todavía más felices al dar, podemos imitar la generosidad de Jehová (Efes. 5:1). w24.09 39:1-4

Lunes 29 de junio

Sin importar cuánto hayamos progresado, sigamos andando correctamente por ese mismo camino (Filip. 3:16).

Después de repasar los requisitos para ser ancianos, puede que algunos siervos ministeriales crean que nunca van a poder cumplirlos. Pero deben recordar que ni Jehová ni su organización esperan que demuestren estas cualidades a la perfección (1 Ped. 2:21). Además, cuentan con la ayuda del poderoso espíritu de Jehová para alcanzar esta meta (Filip. 2:13). ¿Y a usted? ¿Le gustaría mejorar en alguna de estas cualidades en particular? Entonces, órele a Jehová, investigue sobre el tema y pídales a los ancianos sugerencias para mejorar. Siga esforzándose para lograr su meta de ser anciano. Pídale a Jehová que lo capacite y lo moldee para serles aún más útil a él y a la congregación (Is. 64:8). Jehová bendecirá sin duda alguna sus esfuerzos por alcanzar esta meta. w24.11 47:17, 18

Martes 30 de junio

Dios no es injusto y no se olvida de las obras de ustedes ni del amor que demostraron por su nombre al haber servido a los santos y al continuar sirviéndoles (Heb. 6:10).

Por muchos años que llevemos sirviendo a Jehová, nunca deberíamos pensar que nos hemos ganado su misericordia. Por supuesto, él valora todas las cosas que hemos hecho por él. Pero no nos dio a su Hijo como pago por los servicios prestados, sino como un regalo. Si afirmáramos que nos hemos ganado su misericordia o un trato especial, en realidad estaríamos diciendo que no necesitábamos que Cristo muriera por nosotros (compare con Gálatas 2:21). El apóstol Pablo sabía que no podía ganarse el perdón de Dios. Entonces, ¿por qué se esforzaba tanto en su servicio a Jehová? Porque quería demostrar que estaba agradecido por la bondad inmerecida de Dios (Efes. 3:7). De la misma manera, nosotros continuamos sirviendo a Jehová con entusiasmo no porque queramos ganarnos su misericordia, sino porque queremos demostrarle que estamos agradecidos por ella. w25.01 5:5, 6

    Publicaciones en lengua de señas mexicana (1993-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • Lengua de señas mexicana
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir