Agosto
Sábado 1 de agosto
Habrá una gran tribulación como no ha habido otra desde el principio del mundo hasta ahora (Mat. 24:21).
Le pedimos a Jehová que tantas personas como sea posible nos escuchen y acepten servirle junto con nosotros ahora. Pero ¿qué pasará con quienes por el momento no prestan atención a nuestras advertencias? Es posible que Jehová decida salvar a quienes cambien de opinión al ver la destrucción de Babilonia la Grande. Esta posibilidad nos ayuda a entender mejor lo urgente que es que sigamos advirtiendo a la gente. ¿Por qué? Porque lo que les decimos ahora será lo que tal vez recuerden en el futuro (compare con Ezequiel 33:33). Puede ser que nuestras advertencias les vuelvan a la memoria y decidan servir a Jehová junto con nosotros antes de que sea demasiado tarde. Tal como el carcelero de Filipos solo aceptó la verdad cuando hubo un terremoto muy grande, quizás haya personas que no la acepten ahora pero sí lo hagan cuando el “terremoto” de la destrucción de Babilonia la Grande sacuda al mundo (Hech. 16:25-34). w24.05 20:9, 10
Domingo 2 de agosto
Cristo es el fin de la Ley (Rom. 10:4).
Encontramos otra valiosa lección en las palabras que el apóstol Pablo les escribió a los cristianos hebreos. Algunos habían dejado de crecer en sentido espiritual, y por eso les dijo: “Vuelven a necesitar leche en vez de alimento sólido” (Heb. 5:12). No se mantuvieron al día con las cosas nuevas que Jehová les estaba enseñando mediante la congregación (Prov. 4:18). Por ejemplo, muchos cristianos de origen judío seguían insistiendo en que había que obedecer la Ley de Moisés aunque ya habían pasado unos 30 años desde que el sacrificio de Cristo la había anulado (Tito 1:10). Por eso, Pablo quería ayudarlos a aceptar las verdades profundas que les estaba enseñando en esa carta por inspiración. Ese alimento espiritual sólido era justo lo que aquellos cristianos necesitaban para que comprendieran que la nueva manera de adorar a Jehová era mucho mejor, y para que fueran valientes y siguieran predicando (Heb. 10:19-23). w24.04 14:15
Lunes 3 de agosto
Va a haber una resurrección tanto de justos como de injustos (Hech. 24:15).
Desde que Adán y Eva se unieron a Satanás en su rebelión contra Jehová, han muerto miles de millones de personas. ¿Qué pasará con todas esas personas? Un grupo de 144.000 cristianos fieles resucitarán en el cielo y tendrán vida inmortal (Apoc. 14:1). Y una gran cantidad de hombres y mujeres que amaban a Jehová volverán a la vida en la “resurrección [...] de justos” y vivirán para siempre en la Tierra si se mantienen fieles durante el Reinado de Mil Años de Cristo y la prueba final (Dan. 12:13; Heb. 12:1). También durante el Milenio, los “injustos” —entre ellos quienes nunca sirvieron a Jehová o quienes incluso “hicieron cosas malas”— tendrán la oportunidad de cambiar su conducta y adorar a Dios (Juan 5:29; Luc. 23:42, 43). Sin embargo, algunas personas fueron tan malvadas que él ha decidido que no van a resucitar (Luc. 12:4, 5). w24.05 18:3, 15, 17
Martes 4 de agosto
Este pueblo me honra de labios para afuera, pero su corazón está muy lejos de mí (Is. 29:13).
Salmo 15:2 señala que la persona a la que Jehová aprueba “habla la verdad en su corazón”. No se trata únicamente de no mentir. Jehová quiere que seamos sinceros y honrados en todas las cosas (Heb. 13:18). Esto es importante, “porque Jehová detesta a las personas retorcidas, pero tiene una estrecha amistad con las que son rectas” (Prov. 3:32). El que “habla la verdad en su corazón” no finge obedecer las leyes de Dios en público y luego las desobedece en privado. Esa forma de actuar sería retorcida, y nosotros queremos evitarla. ¿Cómo cae una persona en esa trampa? Quizás comience dudando de la sabiduría de alguna de las normas de Jehová (Sant. 1:5-8). Puede que lo desobedezca en asuntos que le parezcan insignificantes. Luego, si ve que su mala conducta no tiene consecuencias, tal vez se envalentone y haga cosas peores. Como resultado, su adoración se convierte en pura hipocresía (Ecl. 8:11). Nosotros, por el contrario, queremos ser sinceros y honrados en todas las cosas. w24.06 24:7, 8
Miércoles 5 de agosto
Manténganse firmes llevando puesto el cinturón de la verdad (Efes. 6:14).
Los siervos de Jehová amamos la verdad de la Palabra de Dios. Nuestra fe gira en torno a ella (Rom. 10:17). Estamos convencidos de que Jehová estableció la congregación cristiana como “columna y apoyo de la verdad” (1 Tim. 3:15). A Satanás le encantaría que dejáramos de confiar en la Biblia o en las instrucciones que nos da la organización de Dios (Efes. 4:14). Pronto el Diablo lanzará con mucha astucia mentiras para hacer que naciones enteras se pongan en contra de Jehová (Apoc. 16:13, 14). También sabemos que Satanás se esforzará cada vez más por engañar a los siervos de Jehová (Apoc. 12:9). Por eso es muy importante que aprendamos a distinguir la verdad de la mentira y a ser obedientes a la verdad (Rom. 6:17; 1 Ped. 1:22). Eso es algo que tenemos que hacer para sobrevivir a la gran tribulación. w24.07 28:1-3
Jueves 6 de agosto
Estos mandamientos que te estoy mandando hoy no son demasiado difíciles para ti ni están fuera de tu alcance (Deut. 30:11).
Cuando Jehová convirtió a los israelitas en su pueblo, hizo un pacto o un acuerdo formal con ellos. Jehová les prometió que los protegería y bendeciría siempre y cuando obedecieran sus leyes. Pero si se rebelaban contra él —por ejemplo, adorando a otros dioses— perderían su aprobación y sufrirían las consecuencias. Si se llegaba a ese caso, ¿significaba que nunca jamás podrían recuperar la aprobación de Dios? No, pues la Ley decía que podían volver a Jehová su Dios y escuchar su voz (Deut. 30:1-3, 17-20). En otras palabras, podían arrepentirse. Y, si lo hacían, él los traería de vuelta y los bendeciría de nuevo. El pueblo escogido por Jehová se rebeló contra él una y otra vez. Y, claro está, sufrieron las consecuencias. Pero Jehová no los dio por perdidos, sino que envió a un profeta tras otro para animarlos a arrepentirse y volver a él (2 Rey. 17:13, 14). w24.08 32:4, 5
Viernes 7 de agosto
Comenzó una gran persecución contra la congregación que estaba en Jerusalén (Hech. 8:1).
Tras la muerte de Jesús, los cristianos de origen hebreo pasaron por años difíciles. Poco después de que se formara la congregación de Jerusalén, comenzó una gran persecución contra ella. Y, unos 20 años más tarde, los seguidores de Cristo de Judea pasaron por graves problemas económicos, posiblemente como resultado de una época de mucha hambre que hubo en esa región (Hech. 11:27-30). Sin embargo, alrededor del año 61, los cristianos estaban viviendo un momento de cierta paz, al menos en comparación con lo que estaba a punto de suceder. Durante ese periodo, recibieron una carta inspirada del apóstol Pablo, una carta que resultaría ser muy oportuna. La Carta a los Hebreos llegó justo en el mejor momento, porque la paz de la que disfrutaban tenía los días contados. Pablo les dio consejos prácticos a los cristianos que los ayudarían a aguantar lo que les venía encima. w24.09 37:1, 2
Sábado 8 de agosto
Se han convertido en una fuente de gran consuelo (Col. 4:11).
Cuando sufrimos, Jehová usa a nuestros hermanos para mostrarnos cuánto nos ama. Ellos pueden consolarnos al escucharnos con empatía o apoyarnos con su presencia. Quizás nos animen con un texto de la Biblia o hagan una oración con nosotros (Rom. 15:4). Tal vez un hermano o una hermana nos recuerde cómo ve Jehová las cosas, y eso nos ayude a mantener el equilibrio y la calma. Los hermanos también nos pueden ayudar haciendo otras cosas, como llevándonos algo de comer. Claro, para recibir ayuda, tal vez tengas que pedirla (Prov. 17:17). Quizás los demás no sepan cómo te sientes o lo que necesitas (Prov. 14:10). Así que busca amigos maduros con los que desahogarte. Es bueno que les digas qué pueden hacer por ti. Puedes hablar con uno o dos ancianos de confianza. Y algunas hermanas se sienten cómodas hablando con otra hermana madura. w24.10 40:15, 16
Domingo 9 de agosto
Todo el que reconozca al Hijo y demuestre fe en él tendrá vida eterna (Juan 6:40).
Muchas personas vigilan lo que comen y tratan de hacer ejercicio con regularidad para mantenerse sanas. Aun así, no esperan vivir para siempre. Tal vez les parezca una utopía, o incluso una idea poco deseable porque no quieren sufrir los problemas de la vejez. Sin embargo, Jesús habló en tono positivo de la “vida eterna”, como leemos en Juan 3:16 y 5:24. Un día, Jesús alimentó milagrosamente con panes y pescados a miles de personas. Lo que hizo fue asombroso, pero lo que dijo al día siguiente lo fue mucho más. Esa multitud lo había seguido hasta Capernaúm, a orillas del mar de Galilea, y allí él les dijo que los seres humanos podrían resucitar y disfrutar de vida eterna (Juan 6:39, 40). Lo que Jesús dijo nos enseña que muchas personas que han muerto resucitarán y que usted y sus seres queridos podrán disfrutar de vida eterna. w24.12 49:1, 2
Lunes 10 de agosto
Esposos, denles honra como a una vasija más frágil, la femenina (1 Ped. 3:7).
Un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud indica que muchos esposos maltratan física, verbal o emocionalmente a sus esposas. Quizás las tratan bien en público, pero las maltratan en privado. ¿Por qué algunos esposos tratan mal a sus esposas? Tal vez su propio padre era violento, por lo que se criaron pensando que el maltrato es algo normal. Otros viven en una cultura en la que se enseña la idea equivocada de que, para ser un “hombre de verdad”, hay que demostrarle a la esposa quién manda. O quizás no les enseñaron a controlar sus emociones o su genio. Y hay quienes tienen un punto de vista distorsionado de las mujeres y del sexo porque tienen la costumbre de ver pornografía. Para colmo, muchos expertos afirman que, debido a la pandemia del COVID-19, esos problemas han empeorado. Claro está, ninguno de estos factores justifica el maltrato. w25.01 2:2, 3
Martes 11 de agosto
Puesto que Cristo sufrió en la carne, ármense ustedes también de la misma actitud mental (1 Ped. 4:1).
Jesús dejó claro cuál era el mandamiento más importante de la Ley de Moisés cuando dijo: “Ama a Jehová tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (Mar. 12:30). Así que debemos amar a Jehová con todo nuestro ser, con todo lo que tenemos. Y eso incluye nuestros deseos, emociones y energías. Además, incluye cómo usamos nuestra mente, es decir, nuestra manera de pensar. El amor que sentimos por Jehová nos motiva a imitar la forma en que él piensa. Claro está, jamás podremos entender por completo su manera de pensar. Pero algo que nos puede ayudar es estudiar “la mente de Cristo”, porque él imitó a la perfección la forma de pensar de su Padre (1 Cor. 2:16). w25.03 10:1
Miércoles 12 de agosto
Por medio de él conseguimos la liberación por rescate mediante su sangre, sí, el perdón de nuestras ofensas, según las riquezas de la bondad inmerecida de Dios (Efes. 1:7).
Jesús era un hombre perfecto, tal como lo fue el primer hombre, Adán, antes de pecar (1 Cor. 15:45). Así que con su muerte pudo expiar el pecado de Adán, es decir, reemplazar lo que Adán había perdido (Rom. 5:19). De esa manera, Jesús llegó a ser “el último Adán”. No hace falta que ningún otro ser humano perfecto venga y pague por lo que Adán perdió. Jesús murió “una vez y para siempre” (Heb. 7:27; 10:12). Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el sistema de la expiación y el rescate? El sistema de la expiación es lo que hace Dios para restablecer una buena relación entre él y los seres humanos. El rescate es el precio que se paga para expiar los pecados de la humanidad. Ese precio está representado por la valiosa sangre de Jesús, que fue derramada a favor de nosotros (Heb. 9:14). w25.02 6:12, 13
Jueves 13 de agosto
Dios es fiel y no dejará que sean tentados más allá de lo que puedan soportar, sino que, cuando venga la tentación, también les dará la salida para que puedan aguantarla (1 Cor. 10:13).
Saber que Jehová es el Dios vivo nos ayudará a ver los problemas desde la perspectiva correcta. Forman parte de una cuestión mucho más grande entre Jehová y Satanás. El Diablo afirma que, cuando las cosas se pongan feas, abandonaremos a Jehová (Job 1:10, 11; Prov. 27:11). Así que, si permanecemos fieles, demostramos que amamos a Jehová y que Satanás es un mentiroso. ¿Está usted afrontando oposición del Gobierno, problemas económicos, apatía en la predicación o alguna otra adversidad? Si es así, recuerde: lo que está pasando le da la oportunidad de hacer feliz a Jehová. No olvide que él no dejará que la prueba vaya más allá de lo que pueda soportar. Le dará las fuerzas para aguantar. w24.06 25:9
Viernes 14 de agosto
Cada uno es probado al ser atraído y seducido por su propio deseo (Sant. 1:14).
¿Sabe usted cuáles son sus puntos débiles? Es peligroso actuar como si no los tuviéramos o pensar que somos tan fuertes que nunca caeremos en una tentación (1 Juan 1:8). A fin de cuentas, Pablo dijo que incluso “los que tienen las debidas cualidades espirituales” deben vigilarse a sí mismos para no ser tentados también (Gál. 6:1). Sin duda, nos conviene ser honrados con nosotros mismos y reconocer los campos en los que no somos fuertes (2 Cor. 13:5). Si ya hemos identificado cuáles son nuestros puntos débiles, ¿qué debemos hacer? ¡Reforzar las defensas! Pensemos en lo siguiente: en tiempos bíblicos, ¿cuáles eran los puntos más vulnerables de una ciudad amurallada? Las puertas. Así que esos eran los lugares que más había que proteger. De manera parecida, nosotros tenemos que proteger especialmente los puntos en los que sabemos que somos más vulnerables (1 Cor. 9:27). w24.07 29:5-7
Sábado 15 de agosto
Den fruto en toda buena obra y aumenten en el conocimiento exacto de Dios (Col. 1:10).
Una buena obra, como indica el texto de hoy, es predicar las buenas noticias. Cuando leemos la Palabra de Dios y meditamos en ella, se fortalece nuestra fe en Jehová y comprendemos mejor por qué es tan importante llevar el mensaje del Reino. Para sacarle todo el jugo a la Palabra de Dios, no podemos leer, estudiar y meditar a la carrera. ¿Qué puede hacer usted, por ejemplo, si se encuentra con un texto bíblico que no entiende? En vez de pasarlo por alto, busque una explicación del versículo en el Índice de las publicaciones Watch Tower o la Guía de estudio para los testigos de Jehová. Si dedica suficiente tiempo al estudio, crecerá su confianza en la Palabra de Dios (1 Tes. 5:21). Y, cuanto más confíe en la Biblia, más disfrutará compartiendo con los demás lo que ha aprendido. w24.04 16:4, 5
Domingo 16 de agosto
Les escribí por esto: para averiguar si demostrarían ser obedientes en todo (2 Cor. 2:9).
David le dijo a Jehová: “Eres bueno y estás dispuesto a perdonar” (Sal. 86:5). Miqueas escribió: “¿Quién es un Dios como tú, que perdona el error y pasa por alto la ofensa [...]?” (Miq. 7:18). Además, Isaías dijo: “Que el hombre malvado deje su camino y el hombre malo sus pensamientos; que regrese a Jehová, quien tendrá misericordia de él, que vuelva a nuestro Dios, pues lo perdonará generosamente” (Is. 55:7). Para imitar a Jehová, Pablo le dijo a la congregación de Corinto que tenía que recibir a un hombre arrepentido con los brazos abiertos y mostrarle cuánto lo querían. Si seguían esa instrucción, demostrarían “ser obedientes en todo”. Es cierto que habían pasado solo unos meses desde que habían sacado de la congregación a aquel hombre, pero la disciplina lo había motivado a arrepentirse. Así que no había ningún motivo para que los ancianos demoraran su readmisión. w24.08 33:12, 13
Lunes 17 de agosto
Uno será llevado y el otro será abandonado (Mat. 24:40).
Vivimos en un momento clave de la historia. Dentro de poco, Jesús juzgará a todos los que vivan en la Tierra. ¿Cómo sabemos que ese periodo está cerca? Porque Jesús les dio a sus discípulos una profecía que serviría como “señal” de su presencia invisible y de “la conclusión del sistema” (Mat. 24:3). Podemos leer esta profecía tanto en los capítulos 24 y 25 de Mateo como en el capítulo 13 de Marcos y en el capítulo 21 de Lucas. Para ayudarnos a estar preparados, Jesús contó tres parábolas o comparaciones que nos sirven de advertencia: la parábola de las ovejas y las cabras, la de las 10 vírgenes y la de los talentos. Cada una destaca ciertos aspectos de la conducta de cada persona que Jesús tomará en cuenta a la hora de juzgarla. w24.09 38:1, 2
Martes 18 de agosto
Háganlo todo con amor (1 Cor. 16:14).
Pensemos en nuestro mejor ejemplo, Jesucristo. A él lo motivaba el amor: el amor por su Padre y el amor por la gente. Y ese amor lo impulsaba a esforzarse al máximo y a realizar tareas humildes a favor de los demás (Mat. 20:28; Juan 13:5, 14, 15). Si a usted también lo motiva el amor, Jehová lo bendecirá y lo ayudará a alcanzar sus metas, como la de ser siervo ministerial (1 Ped. 5:5). En el mundo se suele admirar a las personas que se promocionan a sí mismas. Pero no sucede así en la organización de Jehová. El hermano que, como Jesús, está motivado por el amor no ansía tener poder, autoridad sobre otros o un estatus. Si una persona tan ambiciosa recibiera un nombramiento en la congregación, probablemente se negaría a realizar algunas de las tareas humildes que se necesitan para cuidar a las valiosas ovejas de Jehová. Podría pensar que esas tareas lo rebajan (Juan 10:12). w24.11 46:6, 7
Miércoles 19 de agosto
El espíritu santo los nombró superintendentes (Hech. 20:28).
Por todo el mundo, las congregaciones necesitan más hermanos que sean “hombres como regalos” (Efes. 4:8). Si usted está bautizado, ¿está a su alcance serlo? (Prov. 3:27). ¿Se está esforzando por llegar a ser siervo ministerial? Y, si ya lo es, ¿se ha puesto la meta de ser anciano? ¿Puede hacer cambios en su vida para solicitar ir a la Escuela para Evangelizadores del Reino? Gracias a esa escuela, Jesús podría usarlo más plenamente. Si le parece que esas cosas están fuera de su alcance, hable con Jehová. Pídale que lo ayude con su espíritu santo a atender bien cualquier responsabilidad que le asignen (Luc. 11:13). El duro trabajo de los hombres que Jesús ha dado “como regalos” demuestra que él ha estado guiándonos durante estos últimos días (Mat. 28:20). Nuestro Rey nos quiere mucho, es muy generoso, está muy al tanto de nuestras necesidades y nos da a hermanos que nos ayudan. ¿Verdad que estamos muy agradecidos? w24.10 42:16, 17
Jueves 20 de agosto
Las cosas del pasado no serán recordadas (Is. 65:17).
¿Qué sucederá con las cosas que les han causado dolor a los siervos de Dios? Jehová promete: “Las angustias del pasado serán olvidadas; estarán ocultas a mis ojos” (Is. 65:16). Él hará que los problemas desaparezcan y que con el tiempo se borre por completo el dolor de esos recuerdos. Incluso ahora nos sentimos tranquilos y relajados en las reuniones cristianas. Cuando estamos en ellas, dejamos a un lado las preocupaciones de este mundo malo. ¿Cómo podemos contribuir a que siga habiendo un ambiente tan tranquilo en el paraíso espiritual? Demostrando las cualidades del fruto del espíritu, entre ellas el amor, la felicidad, la paz, la amabilidad y la apacibilidad (Gál. 5:22, 23). ¡Qué bendición ser parte de la organización de Dios! Si no abandonamos el paraíso espiritual, podremos ver cómo Dios cumple hasta el último detalle su promesa de “crear unos nuevos cielos y una nueva tierra”. w24.04 17:9, 10
Viernes 21 de agosto
Es una trampa para el hombre gritar precipitadamente “¡Santo!” y solo después pensar en los votos que hizo (Prov. 20:25).
Empezar un noviazgo es algo muy bonito, pero también es un paso muy serio porque puede llevar al matrimonio. El día de su boda, los novios hacen un voto ante Jehová en el que prometen amarse y respetarse mientras vivan. Antes de hacer este y cualquier otro voto hay que pensar las cosas muy muy bien. El noviazgo sirve para que los dos se conozcan mejor y puedan tomar una buena decisión. Esa decisión a veces es la de casarse, o a veces es la de terminar la relación. Si deciden romper, eso no significa que el noviazgo fracasó. Por el contrario, cumplió su propósito: los ayudó a tomar una buena decisión. ¿Por qué es importante entender cuál es el propósito del noviazgo? Porque, si un soltero lo tiene claro, nunca saldrá con alguien con quien no tiene ninguna intención de casarse. w24.05 22:3, 4
Sábado 22 de agosto
No te avergüences del testimonio acerca de nuestro Señor (2 Tim. 1:8).
Puede que a algunos jóvenes cristianos a veces les falte la confianza para defender sus creencias. Quizás se sientan inseguros cuando sale en clase el tema de la evolución. A fin de cuentas, muchos maestros presentan la teoría de la evolución como un hecho probado. ¿Cómo pueden ustedes ayudar a sus hijos a desarrollar la confianza necesaria para defender lo que creen? Asegúrenles que no tienen por qué avergonzarse de creer en un Creador. La realidad es que hay muchos científicos que también comprenden que la vida no apareció espontáneamente por sí sola. Al observar lo compleja que es la vida, perciben que hay un diseño inteligente. Por eso no aceptan la teoría de la evolución. Por otro lado, los jóvenes pueden fortalecer sus propias convicciones reflexionando en las razones que han convencido a otros hermanos y hermanas de que la vida fue creada. w24.12 50:14, 15
Domingo 23 de agosto
Sintió una inmensa felicidad por medio del espíritu santo (Luc. 10:21).
Jesús tenía la confianza de que habría personas que escucharían las buenas noticias, y esa actitud positiva lo ayudó a seguir predicando con entusiasmo. A finales del año 30, Jesús vio que había muchas personas dispuestas a escuchar el mensaje y las comparó a un campo que estaba blanco, listo para la cosecha (Juan 4:35). Más o menos un año después, les dijo a sus discípulos: “La cosecha es mucha” (Mat. 9:37, 38). Y más tarde volvió a decir: “La cosecha es mucha, [...] ruéguenle al Dueño de la cosecha que mande trabajadores” (Luc. 10:2). Jesús siempre tuvo presente que había muchas personas que podrían aceptar el mensaje y, cuando alguna lo hacía, se sentía muy feliz. Jesús les enseñó a sus discípulos a ser positivos y optimistas, lo que los ayudaría a mantener el entusiasmo. w25.03 11:15, 16
Lunes 24 de agosto
Mi Dios es la roca donde me refugio (Sal. 94:22).
Jehová es un refugio. Durante una peligrosa tormenta, una persona puede resguardarse metiéndose dentro de una cueva o debajo de una gran roca. De manera parecida, cuando nos enfrentamos a situaciones muy difíciles en la vida, podemos refugiarnos en Jehová. Él nos protege y evita que suframos cualquier daño permanente. Y no solo eso: ha prometido que en el futuro eliminará todo lo que nos hace sufrir o nos roba la paz (Ezeq. 34:25, 26). Una manera de refugiarnos en Jehová es orándole. Cuando lo hacemos, recibimos “la paz de Dios”, que protege nuestros corazones y nuestras mentes (Filip. 4:6, 7). Jehová siempre está ahí para ayudarnos. Podemos confiar en él porque él es “la Roca eterna” (Is. 26:3, 4). Siempre estará vivo para cumplir sus promesas, escuchar nuestras oraciones y darnos el apoyo que necesitamos. También confiamos en él porque es leal con los que le sirven (2 Sam. 22:26). Nunca olvidará lo que hacemos y siempre nos recompensará (Heb. 6:10; 11:6). w24.06 26:4-6
Martes 25 de agosto
Protege tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida (Prov. 4:23).
El entretenimiento perjudicial, la actitud materialista y las malas compañías pueden dividir nuestro corazón. Si vemos que algo así nos está empezando a pasar, debemos hacer cambios de inmediato (Mat. 5:29, 30). No dejemos que nuestro corazón acabe dividiéndose. Podríamos engañarnos pensando que, mientras estemos participando en muchas actividades espirituales, nada externo puede dañar nuestra relación con Jehová. Para entenderlo mejor, imagínese que estuviera al aire libre en un día que hace muchísimo frío y viento. Al llegar a su casa, probablemente prendería la calefacción. Pero ¿verdad que no dejaría la puerta abierta? Si lo hiciera, enseguida la casa se llenaría de aire frío. Esto nos enseña que, para mantenernos cerca de Jehová, no basta con participar en actividades espirituales. Tenemos que “cerrarles la puerta” a todas las cosas perjudiciales para que el “aire” de este mundo no enfríe nuestra relación con Jehová y divida nuestro corazón (Efes. 2:2). w24.07 30:6, 7
Miércoles 26 de agosto
Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen (Mat. 5:44).
A Jesús lo humillaron y trataron cruelmente. El sufrimiento fue tan intenso que cuesta imaginarlo. ¡Qué injusticia! Pero él no se dejó vencer por todas esas injusticias. En vez de pedirle a Jehová que castigara a los soldados que lo habían clavado en el madero, le dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Luc. 23:34). Orar por quienes nos tratan mal nos ayudará a verlos de otra manera y a calmar la rabia y el resentimiento que sentimos. No hay manera de saber qué injusticias afrontaremos antes de que termine este sistema. Pero, venga lo que venga, jamás dejemos de pedirle a Jehová que nos ayude. Esforcémonos por imitar la manera en la que Jesús reaccionó ante las injusticias y sigamos aplicando los principios bíblicos. Si lo hacemos, podemos estar seguros de que Jehová nos bendecirá (1 Ped. 3:8, 9). w24.11 44:16, 17, 19
Jueves 27 de agosto
Tú no eres un Dios que disfrute con la maldad; nadie malo puede quedarse a tu lado (Sal. 5:4).
Jehová no es un Dios permisivo ni tolera los pecados (Sal. 5:4-6). Él espera que respetemos las justas normas que nos ha dado en la Biblia. Claro está, no espera perfección de nosotros porque sabe que somos imperfectos (Sal. 130:3, 4). Pero al mismo tiempo rechaza a los “hombres irreverentes, que convierten la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para su conducta descarada” (Jud. 4). De hecho, la Biblia dice que Dios destruirá a “la gente irreverente” en la guerra de Armagedón (2 Ped. 3:7; Apoc. 16:16). Ahora bien, Jehová no quiere que nadie sea destruido. La Biblia deja muy claro que él desea “que todos lleguen a arrepentirse” (2 Ped. 3:9). Los ancianos imitan a Jehová tratando de ayudar con paciencia a quienes han cometido un pecado grave a arrepentirse y recuperar su amistad con él. w24.08 35:1, 2
Viernes 28 de agosto
Abres tu mano y satisfaces el deseo de todos los seres vivos (Sal. 145:16).
Al igual que Jehová, amamos a los demás y por eso les damos lo que podemos en sentido material. Por ejemplo, ¿conoce usted a algún hermano que necesite comida o ropa? Jehová puede usarlo a usted para ayudarlo a cubrir esa necesidad. A los siervos de Jehová se nos conoce en especial por ser generosos cuando se produce una situación de emergencia. Pensemos en lo que pasó durante la pandemia del COVID-19. Hubo hermanos que compartieron alimento, ropa y otros artículos básicos con quienes los necesitaban. Además, muchos fueron generosos e hicieron donaciones a la obra mundial para que se pudieran organizar labores de socorro por todo el planeta. Todos ellos aplicaron lo que dice Hebreos 13:16: “No se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con los demás, porque estos sacrificios le agradan mucho a Dios”. w24.09 39:6, 7
Sábado 29 de agosto
Asegúrense de qué cosas son las más importantes (Filip. 1:10).
Imagine la siguiente situación. Está buscando un empleo para poder mantener a su familia y encuentra dos posibles trabajos. Analiza bien toda la información, como por ejemplo el tipo de trabajo, el horario, la distancia y cosas por el estilo. Los trabajos en sí no consisten en algo que la Biblia prohíba. Quizás prefiera una opción porque le gusta más el tipo de trabajo o porque le pagan más. Pero hay otros factores que debe tener en cuenta antes de tomar una decisión. Por ejemplo, ¿le impediría alguno de los dos trabajos asistir a algunas reuniones? ¿Le quitaría tiempo que necesita para atender las necesidades emocionales y espirituales de su familia? Hacerse esa clase de preguntas lo ayudará a poner las cosas más importantes —es decir, su adoración a Jehová y las necesidades de su familia— por encima de las ventajas materiales. Entonces podrá tomar una decisión que cuente con la bendición de Jehová. w25.01 3:11-13
Domingo 30 de agosto
Jehová está cerca de los que tienen el corazón destrozado (Sal. 34:18).
Aunque otras personas te hayan tratado mal, puedes estar seguro de que Jehová te quiere y te valora. Si eres de “los que están hundidos en el desánimo”, recuerda que Jehová vio cosas buenas en tu corazón y quiso que fueras un siervo suyo (Juan 6:44). Siempre va a estar ahí para ayudarte porque te quiere muchísimo. El ejemplo de Jesús nos ayuda a comprender mejor lo que siente Jehová. Cuando estuvo en la Tierra, Jesús se fijó en las personas que sufrían el desprecio de los demás y les mostró compasión (Mat. 9:9-12). Cuando una mujer que padecía una angustiosa enfermedad le tocó la ropa con la esperanza de ponerse bien, él la consoló y la felicitó por su fe (Mar. 5:25-34). Jesús es el vivo reflejo de su Padre (Juan 14:9). Así que puedes estar seguro de que Jehová te valora y se fija en tus buenas cualidades, como la fe que tienes y el amor que sientes por él. w24.10 40:4, 5
Lunes 31 de agosto
Recoge mis lágrimas en tu odre (Sal. 56:8).
Durante su vida, David afrontó muchas situaciones dolorosas que le sacaron lágrimas. Muchos lo odiaron, e incluso algunos familiares y amigos traicionaron su confianza e intentaron hacerle daño (1 Sam. 19:10, 11; 2 Sam. 15:10-14, 30). En un momento de su vida escribió: “Me he agotado de tanto suspirar; toda la noche empapo mi cama de lágrimas; con mi llanto inundo mi lecho” (Sal. 6:6). Aunque la vida de David era difícil, él estaba seguro de que Jehová lo amaba. Escribió: “Jehová oirá mi llanto” (Sal. 6:8). Las palabras del texto de hoy describen de manera poética lo mucho que Jehová nos quiere y se interesa por cómo nos sentimos. David dijo que era como si Jehová estuviera recogiendo cada una de sus lágrimas en un odre o anotándolas en un libro. Estaba totalmente convencido de que su amoroso Padre celestial estaba al tanto de todos sus sufrimientos y los recordaba, y de que no solo conocía sus problemas, sino también cómo lo hacían sentir. w24.12 51:11, 12