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Examinemos las Escrituras todos los días 2026
es26

Septiembre

Martes 1 de septiembre

Sigan examinándose para saber si están firmes en la fe (2 Cor. 13:5).

Debemos esforzarnos no solo para alcanzar la madurez, sino también para mantenerla. Así que no debemos confiarnos (1 Cor. 10:12). Es muy importante que nos examinemos constantemente para asegurarnos de que seguimos progresando. En la Carta a los Colosenses, el apóstol Pablo también habla de la importancia de alcanzar la madurez y no perderla. Aunque aquellos cristianos ya eran maduros, les dijo que tuvieran mucho cuidado para no dejarse engañar por las ideas del mundo (Col. 2:6-10). Y Epafras, que sin duda los conocía muy bien, oraba siempre para que se mantuvieran “firmes como personas completas” o “maduras” (Col. 4:12; nota). ¿Qué nos enseña eso? Que tanto Pablo como Epafras sabían muy bien que, para mantener la madurez, hay que esforzarse y contar con la ayuda de Jehová. Querían que los colosenses siguieran siendo cristianos maduros a pesar de las dificultades que enfrentaban. w24.04 14:16, 17

Miércoles 2 de septiembre

Jehová está con nosotros. No les tengan miedo (Núm. 14:9).

Temer a Jehová significa que lo amamos tanto que jamás haríamos nada que le desagradara. Deseamos aprender a distinguir entre lo que está bien y lo que está mal y entre la verdad y la mentira para poder conseguir la aprobación de Jehová (Prov. 2:3-6; Heb. 5:14). Si dejáramos que el miedo al hombre estuviera por encima de nuestro temor de Dios, podríamos empezar a creernos cosas que están en contra de la verdad que viene de Jehová. Pensemos en los 12 espías que fueron a ver la tierra que Jehová había prometido darles a los israelitas. En el caso de 10 de ellos, su miedo a los cananeos pesó más que su amor por Jehová, y por eso dijeron: “No podemos subir contra esa gente, porque es más fuerte que nosotros” (Núm. 13:27-31). Desde un punto de vista humano, los cananeos eran más fuertes, en eso tenían razón. Pero, al decir que no podrían conquistar a sus enemigos, se estaban olvidando de Jehová. w24.07 28:5, 6

Jueves 3 de septiembre

¿El Juez de toda la tierra no hará lo que es justo? (Gén. 18:25).

¿Podemos estar totalmente seguros de que, cuando Jehová juzga a las personas, sus decisiones siempre son justas? ¡Por supuesto que sí! Al igual que Abrahán, sabemos que “el Juez de toda la tierra” es perfecto, misericordioso e infinitamente sabio. Jehová le ha encargado a su Hijo la responsabilidad de juzgar y le ha enseñado cómo hacerlo (Juan 5:22). Tanto el Padre como el Hijo pueden ver lo que hay en el corazón (Mat. 9:4). Así que en todos los casos harán “lo que es justo”. Confiemos siempre en Jehová y en sus decisiones. A diferencia de nosotros, él sí está capacitado para juzgar (Is. 55:8, 9). Sabemos que estamos en las mejores manos, y por eso confiamos por completo en todos los juicios de Jehová y de su Hijo. También sabemos que Jesús, nuestro Rey, imita a la perfección la justicia y la misericordia de su Padre (Is. 11:3, 4). w24.05 18:18, 19

Viernes 4 de septiembre

Jehová detesta a las personas retorcidas, pero tiene una estrecha amistad con las que son rectas (Prov. 3:32).

Tener un corazón sincero es muy importante, como vemos por lo que sucedió el día que Jesús conoció a Natanael. Cuando Felipe llevó a su amigo Natanael para que conociera a Jesús, ocurrió algo sorprendente. Aunque Jesús nunca había visto a Natanael, dijo: “Miren, sin duda un israelita en quien no hay engaño” (Juan 1:47). En el caso de Natanael, Jesús vio que su sinceridad era extraordinaria. Aunque Natanael era tan imperfecto como cualquiera de nosotros, era totalmente auténtico y genuino. Jesús admiraba su sinceridad y lo felicitó por eso. La mayoría de los requisitos para agradar a Jehová mencionados en el Salmo 15 tienen que ver con la manera de tratar a los demás. Salmo 15:3 declara que la persona que Jehová recibe en su tienda “no calumnia con su lengua, no le hace nada malo a su prójimo y no mancha la reputación de sus amigos”. Usar mal la lengua les causaría mucho daño a los demás (Sant. 1:26). w24.06 24:7, 9, 10

Sábado 5 de septiembre

Señor, hasta los demonios quedan sometidos a nosotros cuando usamos tu nombre (Luc. 10:17).

Si usted se prepara bien para el ministerio, seguramente se encontrará más cómodo al hablar con la gente. Jesús preparó a sus discípulos antes de enviarlos a predicar (Luc. 10:1-11). Y, como pusieron en práctica lo que él les había enseñado, se sintieron muy felices por todo lo que lograron. ¿Cómo podemos prepararnos para la predicación? Pensemos en cómo expresar el mensaje de la verdad en nuestras propias palabras. También conviene pensar en dos o tres reacciones habituales en el territorio y plantearnos qué diríamos en cada caso. Así, cuando conversemos con una persona, podremos centrarnos en estar relajados, sonreír y ser amigables. w24.04 16:6, 7

Domingo 6 de septiembre

Jehová nuestro Dios, tú mereces recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas (Apoc. 4:11).

La razón más importante por la que predicamos las buenas noticias es el amor que sentimos por Jehová y por su santo nombre. Vemos la predicación como una manera de alabar al Dios que amamos. Estamos totalmente de acuerdo en que Jehová merece “recibir la gloria, la honra y el poder”. ¿Cómo le damos gloria y honra? Explicándoles a las personas las pruebas convincentes de que Jehová creó todas las cosas y nos dio la vida. ¿Y cómo le damos poder, es decir, nuestro poder? Utilizando nuestro tiempo, energías y recursos para participar en la predicación tanto como nos permiten nuestras circunstancias (Mat. 6:33; Luc. 13:24; Col. 3:23). En pocas palabras, nos encanta hablar del Dios al que amamos. Pero también queremos hablar de su nombre y de lo que este significa. w24.05 20:11

Lunes 7 de septiembre

Recompensa a los que lo buscan con empeño (Heb. 11:6).

Jehová nos da ahora paz y alegría, y en el futuro, vida eterna. Estamos completamente seguros de que quiere recompensarnos y de que tiene el poder para hacerlo. Esa convicción nos motiva a trabajar duro por él, tal como lo hicieron los siervos fieles de Dios del pasado. Veamos el caso de Timoteo (Heb. 6:10-12). Timoteo puso su esperanza en el Dios vivo (1 Tim. 4:10). Por eso trabajó duro por Jehová y por los demás. ¿Qué hizo? El apóstol Pablo lo animó a ser un mejor maestro y orador, y a darles un buen ejemplo a los hermanos jóvenes y mayores. Se le encargaron labores difíciles, como por ejemplo dar consejo firme pero cariñoso a quienes lo necesitaban (1 Tim. 4:11-16; 2 Tim. 4:1-5). Timoteo podía estar seguro de que Jehová lo recompensaría (Rom. 2:6, 7). w24.06 25:10, 11

Martes 8 de septiembre

Jehová les daba advertencias a Israel y a Judá por medio de todos sus profetas (2 Rey. 17:13).

Jehová a menudo enviaba a sus profetas para advertir a su pueblo y corregirlo. Por ejemplo, dijo mediante Jeremías: “Vuelve, oh, rebelde Israel [...]. No los miraré con ira, porque soy leal [...]. No estaré resentido para siempre. Solo reconoce tu culpa, porque te has rebelado contra Jehová” (Jer. 3:12, 13). Por medio de Joel dijo: “Vuelvan a mí con todo su corazón” (Joel 2:12, 13). Hizo que Isaías declarara: “Límpiense; quiten de mi vista sus actos de maldad; dejen de hacer cosas malas” (Is. 1:16-19). Y mediante Ezequiel preguntó: “¿Acaso me causa algún placer la muerte de alguien malvado? [...] ¿Acaso no prefiero que abandone sus caminos y siga vivo?”. “No me causa ningún placer la muerte de nadie [...]. Así que regresen a mí y vivan” (Ezeq. 18:23, 32). Jehová se siente muy feliz cuando las personas se arrepienten de sus pecados porque quiere que vivan para siempre. w24.08 32:5, 6

Miércoles 9 de septiembre

Toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil (2 Tim. 3:16).

Dios les da a todos sus siervos el alimento espiritual, la dirección y la protección que necesitan. Una de las formas en las que Jehová demuestra que es imparcial es encargándose de que la Biblia esté al alcance de las personas de todo el mundo. Las Santas Escrituras se escribieron en tres idiomas: hebreo, arameo y griego. ¿Será que los que pueden leer la Palabra de Dios en sus idiomas originales tienen una relación más estrecha con él? No, en absoluto (Mat. 11:25). La aprobación de Jehová no depende de nuestra formación académica ni de nuestro conocimiento de los idiomas bíblicos. Jehová no le ofrece su sabiduría únicamente a la gente que tiene muchos estudios; se la ofrece a todo el mundo, sin importar la educación que tenga. Su Palabra inspirada, la Biblia, se ha traducido a miles de idiomas. Por eso las personas de todos los países pueden beneficiarse de sus enseñanzas y aprender a ser amigos de Dios (2 Tim. 3:16, 17). w24.06 23:13-15

Jueves 10 de septiembre

Se ha acercado la devastación de Jerusalén (Luc. 21:20).

La destrucción del sistema judío de la que había hablado Jesús estaba a la vuelta de la esquina. Los cristianos tenían que aprovechar el tiempo para ir fortaleciendo su fe y su aguante, y así estar preparados (Heb. 10:25; 12:1, 2). Nosotros estamos a punto de enfrentar una tribulación mucho mayor de la que enfrentaron los cristianos de origen hebreo (Mat. 24:21; Apoc. 16:14, 16). Los consejos que Jehová les dio a aquellos cristianos también nos pueden beneficiar a nosotros. Por ejemplo, el apóstol Pablo los animó a profundizar en la Palabra de Dios (Heb. 5:14-6:1). Utilizó las Escrituras Hebreas para explicarles que el sistema de adoración de los cristianos era muy superior al de los judíos. Sabía que aumentar el conocimiento y entendimiento de las Escrituras los ayudaría a estar preparados para identificar y rechazar las enseñanzas falsas, y así evitar que los alejaran de la verdad. w24.09 37:2, 3, 6

Viernes 11 de septiembre

Es un hecho que el Señor fue resucitado (Luc. 24:34).

Los discípulos de Jesús necesitaban que se les animara. ¿Por qué? Porque algunos habían dejado sus casas, sus familias y sus negocios para seguir a Jesús a tiempo completo (Mat. 19:27). Otros habían sido marginados por la sociedad por haberse hecho discípulos (Juan 9:22). Estuvieron dispuestos a hacer estos sacrificios porque creían que Jesús era el Mesías prometido (Mat. 16:16). Pero, cuando Jesús fue ejecutado, sus esperanzas se desvanecieron y ellos acabaron desconsolados. Jesús comprendía que era normal que los discípulos se sintieran tristes por su muerte. Sabía que esos sentimientos no se debían a que les faltara fe. Por eso empezó a animar a sus amigos el mismo día que fue resucitado. Se le apareció a María Magdalena mientras ella lloraba junto a su tumba (Juan 20:11, 16). Se les apareció a los dos discípulos que iban de camino a Emaús. Y también se le apareció al apóstol Pedro. w24.10 41:5, 6

Sábado 12 de septiembre

Estén siempre listos para presentar una defensa ante todo el que les exija una razón de la esperanza que ustedes tienen (1 Ped. 3:15).

Padres, preparen a sus hijos para que defiendan su fe en el Creador. Tal vez les resulte útil repasar juntos la serie de artículos “¿Creación o evolución?” que aparece en jw.org, en la sección “Los jóvenes preguntan”. Luego pregúntenles qué argumento les parece más útil para convencer a otros de que existe un Creador y practiquen cómo podrían explicarlo. Si alguno de sus compañeros está dispuesto a conversar, pueden usar razonamientos sencillos y lógicos. Por ejemplo, un compañero podría decir: “Yo solo creo en lo que veo, y nunca he visto a Dios”. El joven cristiano podría responderle: “Imagina que estás en un bosque, en medio de la nada, y te encuentras con un pozo hecho de piedra. ¿Verdad que pensarías que tuvo que hacerlo alguien? Pues, si un simple pozo tuvo que hacerlo alguien, con más razón un ser inteligente tuvo que crear el universo”. w24.12 50:16

Domingo 13 de septiembre

¿Acaso no hay sabiduría entre la gente mayor? ¿Y no da entendimiento una larga vida? (Job 12:12).

Todos necesitamos guía para tomar decisiones importantes en la vida. Los ancianos y otros cristianos maduros pueden ayudarnos mucho en ese sentido. Aun si fueran mucho mayores que nosotros, no deberíamos pasar por alto automáticamente sus consejos pensando que son anticuados. Jehová quiere que aprendamos de los mayores. Ellos han tenido más tiempo que nosotros para adquirir experiencia, entendimiento y sabiduría. En tiempos bíblicos, Jehová usó a hombres mayores fieles para animar y guiar a su pueblo. Pensemos, por ejemplo, en Moisés, David y el apóstol Juan. Ellos vivieron en distintas épocas, y sus circunstancias fueron muy diferentes. Al acercarse al final de su vida, les dieron sabios consejos a los más jóvenes. Estos tres hombres mayores fieles resaltaron la importancia de obedecer a Dios. Seamos jóvenes o mayores, todos podemos beneficiarnos de sus consejos (Rom. 15:4; 2 Tim. 3:16). w24.11 45:1, 2

Lunes 14 de septiembre

Si no comen la carne del Hijo del Hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes mismos (Juan 6:53).

Ya en los días de Noé, Dios les había prohibido a los seres humanos consumir sangre (Gén. 9:3, 4). Y más tarde repitió esta prohibición en la Ley que le dio a Israel. Todo el que comiera sangre tenía que “ser eliminado” (Lev. 7:27). Jesús respaldó la Ley de Moisés (Mat. 5:17-19). Por eso es impensable que le pidiera a una multitud de judíos que literalmente comiera su carne o bebiera su sangre. Jesús estaba hablando en sentido figurado. No era la primera vez que lo hacía, pues recordemos lo que le dijo a la samaritana: “El agua que yo [...] daré se convertirá [...] en un manantial que brotará para dar vida eterna” (Juan 4:7, 14). Jesús no estaba dando a entender que la samaritana recibiría vida eterna con solo beber agua de un pozo en particular. Igualmente, tampoco estaba diciendo que la multitud a la que le habló en Capernaúm viviría para siempre si literalmente comía la carne de él y bebía su sangre. w24.12 49:4-6

Martes 15 de septiembre

Ofrezcan sus cuerpos como un sacrificio vivo, santo y que agrade a Dios; así darán un servicio sagrado con su capacidad de razonar (Rom. 12:1).

Los esposos cristianos deben tener mucho cuidado de no adoptar el punto de vista que tiene el mundo sobre las mujeres. ¿Por qué? Un motivo es que muchas veces los pensamientos se acaban convirtiendo en acciones. Pensemos en la congregación de Roma del primer siglo, compuesta por cristianos ungidos. Algún tiempo después de que se formó la congregación, Pablo tuvo que escribirles: “Dejen de amoldarse a este sistema” (Rom. 12:1, 2). Esas palabras dan a entender que algunos todavía se estaban dejando influir por las costumbres y la actitud del mundo. Por eso, Pablo les dijo que debían cambiar su manera de pensar y su conducta. Ese consejo también les aplica a los esposos hoy en día. Lamentablemente, algunos cristianos se han dejado influir por la manera de pensar del mundo y han llegado a maltratar a sus esposas. w25.01 2:4

Miércoles 16 de septiembre

Pastoreen el rebaño de Dios que está a su cuidado, sirviendo de superintendentes (1 Ped. 5:2).

Los ancianos son hombres muy ocupados. Por un lado, son evangelizadores (2 Tim. 4:5). Dan un buen ejemplo en el ministerio, organizan la predicación en el territorio local y nos enseñan a predicar y enseñar bien. Por otro lado, son jueces imparciales y misericordiosos. Cuando alguien comete un pecado grave, se esfuerzan por ayudarlo a recuperar su amistad con Jehová. Pero al mismo tiempo se aseguran de mantener limpia la congregación (1 Cor. 5:12, 13; Gál. 6:1). Sobre todo, los ancianos son pastores (1 Ped. 5:1-3). Presentan discursos bíblicos bien preparados, procuran conocer a todos los hermanos de la congregación y hacen visitas de pastoreo. Además, algunos colaboran en la construcción y el mantenimiento de Salones del Reino, en la organización de asambleas regionales, en los Comités de Enlace con los Hospitales, en los Grupos de Visita a Pacientes y en otras responsabilidades. ¡Cuántas cosas hacen por nosotros! w24.10 42:9

Jueves 17 de septiembre

Así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos recibirán vida (1 Cor. 15:22).

El concepto bíblico de la redención se refiere a quedar absueltos o liberados gracias al pago del rescate. El apóstol Pedro lo expresó así: “Ustedes saben que no fue con cosas que se corrompen —con plata o con oro— con lo que fueron liberados [literalmente, “rescatados”, “redimidos”] de la forma de vida inútil que les transmitieron sus antepasados. Más bien, fue con sangre valiosa, como la de un cordero sin ningún defecto ni mancha, la sangre de Cristo” (1 Ped. 1:18, 19; nota). Gracias al rescate, podemos ser liberados del pecado y la muerte, que causan tanto sufrimiento (Rom. 5:21). Sin duda, les estamos profundamente agradecidos a Jehová y a Jesús por habernos redimido mediante la valiosa sangre o vida de Jesús. w25.02 6:15, 16

Viernes 18 de septiembre

El hombre que siempre está en guardia es feliz (Prov. 28:14).

¿Cómo podemos protegernos ante las tentaciones? Veamos lo que nos enseña el capítulo 7 de Proverbios. Allí se habla de un joven que cometió un pecado sexual grave con una mujer inmoral. El versículo 22 indica que él fue tras ella “de repente”. Pero los versículos anteriores revelan que en realidad él dio varios pasos que poco a poco lo llevaron a ese pecado. ¿Cuáles fueron esos pasos? Primero, pasó al anochecer “por la calle cerca de la esquina de aquella mujer”. Luego, caminó en dirección a la casa de ella (Prov. 7:8, 9). Después, cuando vio a la mujer, no se dio media vuelta y se alejó. En vez de eso, dejó que lo besara y que le hablara de los sacrificios de paz que había ofrecido, tal vez intentando convencerlo de que no era una mala persona (Prov. 7:13, 14, 21). Si el joven no hubiera dado estos pasos, habría evitado la tentación y no habría cometido el pecado. w24.07 29:8, 9, 19

Sábado 19 de septiembre

Deben perdonarlo bondadosamente y consolarlo (2 Cor. 2:7).

Dios no tolera los pecados graves en su pueblo. Algunos piensan que, como él es misericordioso, permite que una persona que no se ha arrepentido siga formando parte de la congregación. Pero eso no es cierto. Jehová sí es misericordioso, pero no es permisivo ni rebaja sus normas (Jud. 4). De hecho, no sería misericordioso de su parte dejar que un pecador que no se arrepiente siga en su pueblo porque eso pondría en peligro a toda la congregación (Prov. 13:20; 1 Cor. 15:33). Ahora bien, este relato nos enseña que Jehová no quiere que nadie sea destruido. Su deseo es salvar a las personas siempre que sea posible. Les muestra misericordia a quienes cambian de actitud y se esfuerzan por reparar su amistad con él (Ezeq. 33:11; 2 Ped. 3:9). Por eso, cuando el hombre de Corinto se arrepintió y dejó atrás su mala conducta, Jehová le dijo a la congregación mediante el apóstol Pablo que debían perdonarlo y recibirlo de vuelta. w24.08 33:7, 14, 15

Domingo 20 de septiembre

Todo lo que le hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños me lo hicieron a mí (Mat. 25:40).

En la parábola de las ovejas y las cabras, Jesús enseñó que, cuando llegue el momento de juzgar a cada persona, tomará en cuenta si apoyó a sus hermanos ungidos (Mat. 25:31-46). ¿Cuándo decidirá Jesús si cada persona es una oveja o una cabra? Durante la “gran tribulación”, justo antes del Armagedón (Mat. 24:21). Tal como un pastor separa a las ovejas de las cabras, Jesús separará a quienes apoyan fielmente a los ungidos de quienes no lo hacen. Jehová nombró juez a Jesús, y la Biblia nos asegura que Jesús juzgará con justicia (Is. 11:3, 4). Él se fija en lo que las personas piensan, dicen y hacen, y eso incluye cómo tratan a sus hermanos ungidos (Mat. 12:36, 37). Sabrá quién les dio su apoyo a los ungidos y a la obra que estos hicieron. Una de las maneras más importantes de dárselo es predicando. w24.09 38:3, 4

Lunes 21 de septiembre

Comprueben todas las cosas (1 Tes. 5:21).

Podemos comprobar que lo que creemos es verdad comparándolo con lo que dice la Biblia. Piense por ejemplo en un joven que no está seguro de si Jehová se fija en él. ¿Debería quedarse con la duda? No, lo mejor es que compruebe todas las cosas yendo a la Biblia para ver el punto de vista de Jehová. Cuando leemos la Palabra de Dios, es como si Jehová nos hablara. Pero, para “escuchar” lo que nos dice sobre cierta duda, tenemos que hacer algo más. Tenemos que buscar textos bíblicos que hablen sobre lo que nos preocupa y utilizar las muchas herramientas de estudio que nos da la organización para investigar sobre el tema (Prov. 2:3-6). Es importante que le pidamos a Jehová que guíe nuestra investigación y que nos ayude a encontrar respuestas. Extraigamos principios bíblicos y busquemos información que sea práctica para nuestras circunstancias. w24.10 43:4, 5

Martes 22 de septiembre

El amor no busca sus propios intereses (1 Cor. 13:5).

Jehová nunca bendecirá los esfuerzos de las personas que están motivadas por el orgullo o la ambición egoísta (1 Cor. 10:24, 33; 13:4). A veces, hasta los amigos íntimos de Jesús se esforzaron por alcanzar ciertas responsabilidades por motivos incorrectos. Eso fue lo que pasó con dos apóstoles de Jesús: Santiago y Juan. Ellos le pidieron a Jesús que les concediera un puesto especial en su Reino. Pero, en vez de felicitarlos por su ambición, Jesús les dijo a los 12 apóstoles: “El que quiera llegar a ser grande entre ustedes tiene que servir a los demás y el que quiera ser el primero entre ustedes tiene que ser el esclavo de todos” (Mar. 10:35-37, 43, 44). Los hermanos que se esfuerzan por tener responsabilidades con el motivo correcto —es decir, para servir a los demás— serán una bendición dentro de la congregación (1 Tes. 2:8). w24.11 46:7, 8

Miércoles 23 de septiembre

Con muchos consejeros se consiguen buenos resultados (Prov. 15:22).

Cuando tenemos que tomar una decisión, el amor nos impulsará a buscar el beneficio “de los demás” y a ser modestos (1 Cor. 10:23, 24, 32; 1 Tim. 2:9, 10). Así tomaremos una decisión que demuestre que amamos y respetamos a los demás. Si se trata de una cuestión muy importante, piense en todo lo que hará falta para llevar a cabo lo que decida. Jesús nos enseñó a “calcular los gastos” (Luc. 14:28). Así que piense en la cantidad de tiempo, recursos y esfuerzos que tendría que dedicar para lograr lo que ha decidido. En algunos casos será bueno que hable del asunto con su familia para ver lo que cada uno tendría que hacer a fin de apoyar la decisión. ¿Por qué es útil toda esa planificación? Porque tal vez lo ayude a ver que tiene que hacer algunos pequeños ajustes a su decisión o que existe una opción mejor. Además, si les pide su opinión a sus familiares y escucha lo que tienen que decir, estarán más dispuestos a colaborar para que la decisión sea un éxito. w25.01 3:14, 15

Jueves 24 de septiembre

Alégrense y estén felices (Is. 65:18).

Isaías explica por qué los siervos de Dios tenemos razones de sobra para alegrarnos y estar felices. El paraíso espiritual en el que vivimos es una creación de Jehová (Is. 65:18, 19). Con razón Dios nos utiliza para animar a la gente a salir de las organizaciones de este viejo mundo, que espiritualmente son como un desierto, y entrar en el oasis de la congregación cristiana. ¡Qué felices nos sentimos de estar en la verdad! Y por eso queremos hablar de esas bendiciones con los demás (Jer. 31:12). Quienes vivimos en el paraíso espiritual estamos muy agradecidos y emocionados por nuestra esperanza. La Biblia promete que los seres humanos “construirán casas y vivirán en ellas; plantarán viñas y comerán su fruto”. Además, “no se esforzarán en vano” porque Jehová los habrá bendecido. Dios les promete que su vida tendrá sentido, será segura y los llenará de satisfacción. Sabe lo que cada uno necesita y satisfará “el deseo de todos los seres vivos” (Is. 65:20-24; Sal. 145:16). w24.04 17:11, 12

Viernes 25 de septiembre

Mi roca fuerte, mi refugio, es Dios (Sal. 62:7).

Hacemos que Jehová sea nuestra Roca confiando por completo en él. Sabemos que nos beneficia obedecerlo incluso en los momentos difíciles (Is. 48:17, 18). Y, cada vez que veamos cómo nos ayuda, nuestra confianza en él se hará más fuerte. Así estaremos mejor preparados para afrontar pruebas que no podríamos superar sin su ayuda. Al igual que una roca inmensa o una montaña, Jehová es firme y estable. Su personalidad y su propósito nunca cambian (Mal. 3:6). Cuando Adán y Eva se rebelaron, Jehová no cambió su propósito para la humanidad. El apóstol Pablo dijo que Jehová “no puede negarse a sí mismo” (2 Tim. 2:13). Esto significa que, sin importar lo que pase o lo que otros hagan, él nunca cambiará su manera de ser, su propósito ni sus normas. Saber todo esto nos hace confiar en que siempre nos ayudará cuando suframos adversidades y en que cumplirá todo lo que nos ha prometido (Sal. 62:6, 7). w24.06 26:7, 8

Sábado 26 de septiembre

La persona secreta del corazón es de gran valor (1 Ped. 3:4).

¿Qué te ayudará a decidir si te casarás o no con la persona con la que estás saliendo? Procura conocerla bien. De seguro descubriste algunas cosas sobre esa persona antes de empezar la relación. Pero ahora es el momento de llegar a conocer a “la persona secreta del corazón”. Esto implica aprender más sobre su espiritualidad y su forma de ser y de pensar. Poco a poco deberías llegar a ser capaz de responder a preguntas como estas: “¿Será un buen esposo o esposa? ¿Encajará conmigo?” (Prov. 31:26, 27, 30; Efes. 5:33; 1 Tim. 5:8). “¿Podremos darnos el amor y la atención que cada uno necesita? ¿Puedo vivir con sus defectos?” (Rom. 3:23). Y recuerda: las personas más compatibles no son las que más se parecen, sino las que mejor se adaptan a las diferencias del otro. w24.05 22:5

Domingo 27 de septiembre

He pecado contra Jehová (2 Sam. 12:13).

El rey David cometió un pecado muy grave. Pero, cuando Natán se fue a hablar con él sobre lo que había hecho, David fue humilde y se arrepintió (Sal. 51:3, 4, 17, encabezamiento). El rey Ezequías también pecó contra Jehová (2 Crón. 32:25). Al igual que David, Ezequías fue humilde y se arrepintió (2 Crón. 32:26). Y Jehová, al hacer un balance de su vida, lo consideró un rey fiel. La Biblia dice: “Hacía lo que estaba bien a los ojos de Jehová” (2 Rey. 18:3). ¿Qué aprendemos? Que debemos arrepentirnos de nuestros pecados y hacer todo lo posible por no volver a cometerlos. ¿Y si los ancianos nos corrigen, incluso aunque sea por un asunto que nos parece poco importante? No deberíamos pensar que hemos perdido la aprobación de Jehová o que los ancianos nos miran con malos ojos. A fin de cuentas, hasta los reyes buenos de Israel necesitaron que los aconsejaran y los corrigieran (Heb. 12:6). Así que, si nos corrigen, ¿qué debemos hacer? 1) Reaccionar con humildad, 2) hacer los cambios necesarios y 3) seguir sirviendo a Jehová con todo el corazón. Si nos arrepentimos de nuestros pecados, Jehová nos perdonará (2 Cor. 7:9, 11). w24.07 30:8, 9, 11

Lunes 28 de septiembre

Saquen a la persona malvada que está entre ustedes (1 Cor. 5:13).

Si alguien comete un pecado grave y no acepta la ayuda que los ancianos le ofrecen repetidas veces, se le saca de la congregación (2 Rey. 17:12-15). Sus acciones demuestran que ha decidido no obedecer los mandatos de Jehová (Deut. 30:19, 20). Se hace un anuncio para informar a la congregación que esa persona ya no es testigo de Jehová. Por supuesto, no se hace para humillarla, sino para que la congregación pueda seguir el mandato bíblico de dejar de relacionarse con ella y ni siquiera comer con ella (1 Cor. 5:9-11). Jehová dio esa instrucción por un buen motivo. El apóstol Pablo escribió: “Un poco de levadura fermenta toda la masa” (1 Cor. 5:6). Si no se sacara de la congregación a quien se niega a arrepentirse, los demás hermanos podrían llegar a la conclusión de que no es necesario esforzarse por vivir de acuerdo con las justas normas de Jehová (Prov. 13:20; 1 Cor. 15:33). w24.08 35:3, 4

Martes 29 de septiembre

Tengo fuerzas para todo gracias a aquel que me da poder (Filip. 4:13).

Nosotros no tenemos poder para darles fuerzas a los demás como Jehová lo hace. Aun así, podemos usar nuestras energías para ayudar a otros. Por ejemplo, si un hermano es muy mayor o está enfermo, podemos hacerle algún mandado o ayudarlo con las tareas de la casa. También podríamos ofrecernos para colaborar en la limpieza y el mantenimiento del Salón del Reino. Además, no olvidemos que las palabras tienen poder y podemos usarlas para darles fuerzas a los demás. ¿Sabe de alguien a quien le harían mucho bien unas palabras de aprecio o de consuelo? Si es así, ¿por qué no toma la iniciativa? Podría visitarlo, llamarlo por teléfono o enviarle una tarjeta o un mensaje. No es necesario que lo que diga sea algo muy elaborado, sino que le salga del corazón. Unas palabras sencillas y sinceras pueden ser lo que la persona necesita para mantenerse fiel un día más o para recuperar un poco el ánimo (Prov. 12:25; Efes. 4:29). w24.09 39:8-10

Miércoles 30 de septiembre

Si un hombre está esforzándose por ser superintendente, desea una labor muy buena (1 Tim. 3:1).

Si ya lleva tiempo siendo siervo ministerial, es muy probable que ya cumpla muchos de los requisitos para ser anciano. ¿Podría esforzarse un poco más y llegar a realizar esa “labor muy buena”? ¿Qué hace exactamente un anciano? Toma la iniciativa en la predicación, trabaja duro pastoreando y enseñando a los hermanos y edifica a la congregación por lo que dice y por lo que hace. Con razón la Biblia llama a estos ancianos tan trabajadores “hombres como regalos” (Efes. 4:8). ¿Qué se necesita para ser nombrado anciano? Llenar los requisitos para ser anciano no es como llenar los requisitos para conseguir un empleo. En el mundo laboral suele bastar con tener las habilidades básicas que pide el empleador. En cambio, para ser nombrado anciano hace falta más que ser hábil en la predicación y en la enseñanza. Hay que reunir los requisitos bíblicos que se enumeran en 1 Timoteo 3:1-7 y Tito 1:5-9. w24.11 47:1-3

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